Kike Correcher y Alicia García (Filmac) explican el proceso de creación de la web dedicada al cineasta valenciano Luis García Berlanga.
En un principio, la creación de la página web del Berlanga Film Museum (BFM) estaba marcada por el hándicap de la inexistencia de un museo físico al cual remitirse. Esto, para Kike Correcher y Alicia García (Filmac, responsables de la creación y desarrollo de la página) no se planteó como una dificultad, sino como “un reto”. Berlanga Film Museum no se trata, por tanto, de la página web de un museo ya existente, ni una recreación virtual. Según García y Correcher, “está más cerca de un centro de recursos o de documentación”. Ambos tenían claro que la web no debía proponer una metáfora de una visita, sino presentar “un recorrido global, generar una experiencia para el usuario”.
Otras tres personas han claves en la puesta en marcha del proyecto. Por un lado, Rafa Maluenda (coordinador) y Jorge Castillejo (gestor de contenidos) a la hora de establecer las pautas en cuanto a qué debía mostrarse. Por otro, Nuria Cidoncha, máxima responsable del IVAC, quien ha posibilitado la adecuada entente entre las distintas instituciones que han intervenido en el proceso de creación de Berlanga Film Museum. Filmac asumió la responsabilidad de distribuir en forma y fondo las imágenes, videos y escritos de manera que se garantizara una interacción con el usuario, y al mismo tiempo, incluir una metainformación de estos contenidos, pero con la condición de “no abrumar” al usuario, de modo que “el visitante poco avezado en el manejo de internet pueda extraer una experiencia positiva”.
Al hilo de los contenidos, Correcher y García reconocen que a mitad de proyecto se vieron obligados a cambiar el diseño de la estructura de la información debido a la gran cantidad de datos que debían mostrarse. “Existe una amplia tipología de usuario y la web debía responder a las expectativas de todo tipo de público. En Filmac tenemos cierta tendencia a la simplificación, no en un sentido negativo, sino en cuanto a la estructura de la información. Cualquier contenido debe ser sencillo de encontrar”. Los miembros de Filmac se pusieron en la piel, incluso, de “aquel visitante que no sabe quien es Berlanga”. Para ello, necesitaban dar las claves adecuadas sobre quién y qué eran los protagonistas de la página, y por ello, “se han insertado pistas, pequeñas migas de pan, a lo largo y ancho de la web”.
En cuanto al proceso previo, los responsables de Filmac reconocen haber oteado museos digitales y en especial páginas web de fundaciones dedicadas al mundo del cine, pero reconocen la dificultad de responder a la personalidad de un cineasta como Berlanga, “que no es un director al uso”. “¿Qué y quién es Berlanga? Ese era el problema”, admiten García y Correcher, porque Berlanga “ha transitado de la comedia al drama, del blanco y negro al color”. Filmac no deseaba trasladar una visión “antigua” a la página web, y pese a que “obviamente”, Berlanga no es un artista pop, los responsables de la web creen que la paleta de colores escogida “responde fielmente a la personalidad del director valenciano”. Otro tanto sucede con la elección de la tipografía o del logotipo, cuyas fuentes de inspiración son los títulos de crédito de Plácido y la diversa cartelería de las cintas del cineasta valenciano.
“Corríamos el riesgo de colocar el diseño por encima de la figura de Berlanga”, reconocen García y Correcher, y por ello, admiten que se sienten “particularmente orgullosos” de haber conseguido un diseño “invisible”. Han sido nueve meses de trabajo, que todavía no ha finalizado, ya que “ha quedado fuera mucho material, que todavía no hemos podido clasificar”. García y Correcher deberán analizar cómo afectan estos contenidos a la arquitectura de la página web y “si hace falta introducir algún cambio”. Uno de ellos, de gran importancia en el proyecto original, sería la generación de contenidos propios, que acercaría esta página web, “gracias a la cual se salda una deuda con Luis García Berlanga”, a usuarios de todo el mundo.