Charlamos con el director de l’Espai d’Art Contemporani de Castelló acerca de la exposición «La ciudad del transporte».
Texto: Paco Ballester
Producción de entrevista: Tomás Gorria
Fotografías: Carmen Ripollés
Agradecimientos: IVC, EACC
L’Espai d’Art Contemporani de Castelló programa hasta el próximo 16 de abril la exposición «La ciudad del transporte», una muestra ideada por Francesc Ruiz, un espejo transformado que acerca el polígono logístico situado en las afueras de Castelló de la Plana al EACC.
Charlamos de esta propuesta expositiva con Carles Saurí, Director del EACC.
DissenyCV: Tomar como referencia la Ciudad del Transporte para la propuesta, un polígono referente para los castellonenses, pero tal vez desconocido para otros públicos, ¿suponía un cierto riesgo de entrada?
Carles Saurí: Nunca lo pensamos como un riesgo. Cuando Francesc Ruiz, el artista que proyectó la exposición quiso trabajar con La Ciudad del Transporte, ya traía consigo reflexiones sobre los espacios liminales de las ciudades, los polígonos, la logística, etc.
En esta exposición se habla de La Ciudad del Transporte que es un polígono de Castelló, pero se está hablando también de un tipo de arquitectura, la de los polígonos industriales, global.
DissenyCV: La variedad de color, tipografías, materiales, empleados en la exposición llega a “aturdir” visualmente. ¿Se perseguía este objetivo en la mirada del público? ¿Con qué meta?
Carles Saurí: No. No queríamos aturdir, más bien el proyecto lo que hace es transportar al EACC el tamaño de rotulación que opera en los polígonos. Este gesto nace del interés de Francesc Ruiz por la exploración y el entendimiento de los espacios urbanos y periurbanos. Es bonito, escuchar como Francesc habla de la historia de los rótulos y anuncios de publicidad que creció en las ciudades estadounidenses. Maneras de usar la publicidad del cartel, como por ejemplo en Las Vegas, que tienen que ver con una relación de la ciudad con los cuerpos a través del coche. El tamaño de carteles o rotulación de los polígonos responde a este hecho. Son espacios que deben recorrerse sobre ruedas. Los edificios son grandes, las empresas se repiten y tu cartel debe destacar.
DissenyCV: La exposición cuenta con una serie de publicaciones editoriales impresas que el público puede ojear y llevarse. ¿De qué forma complementan estas propuestas impresas la exposición?
Carles Saurí: Francesc Ruiz es un artista que trabaja el lenguaje del cómic y que en muchas de sus piezas reflexionan sobre el diseño gráfico y su impacto en el paisaje urbano. En esta exposición tanto los folletos, como las revistas o el manual de una de las autoescuelas que hay en la muestra, son recursos en los que se despliega la reflexión gráfica, estética y política de Francesc.
DissenyCV: Stands y kioskos generan espacios, pasillos, zonas de encuentro para el visitante. ¿Cuáles son las claves de esta arquitectura efímera y que pretenden hacer ver al visitante?
Carles Saurí: Los quioscos son un dispositivo recurrente en el trabajo de Francesc Ruiz. Durante muchos años ha reflexionado sobre estas arquitecturas de calle. Hace unos años, curado por Martí Manen, propuso un quiosco veneciano para el pabellón de la Bienal de Venecia. Los quioscos para Francesc son la conexión entre muchos de sus intereses. En primer lugar están en la calle y eso se liga con su práctica de derivas situacionistas. Francesc es un artista que reflexiona sobre los gestos, relaciones y afectos que hay en el espacio público y los quioscos ocupan ese espacio.
En segundo lugar, Ruiz es un artista influenciado por el cómic (es lector, dibujante y entiende el cómic como un dispositivo transmisor de ideas alternativas). El cómic ha sido un lenguaje importante para la construcción de imaginarios disidentes como la cultura LGTBIQ+, por ejemplo. Y los cómics suelen encontrarse en quioscos.
En tercer, lugar el quiosco es un lugar de acumulación de revistas, de periódicos, de libros, de información. Esto en palabras del artista tenía algo que ver con lo que luego fue internet.
DissenyCV: En cualquier ruta que realice el visitante se verá rodeado de marcas, expresadas en grandes formatos, coloristas y excepcionalmente visibles. ¿Esta hipérbole pretende hacernos ver la permanencia inflexible de las marcas en nuestra vida cotidiana?
Carles Saurí: Bueno, es una lectura esa interesante. Cuando proyectábamos la exposición hablábamos mucho de como el capitalismo impreso (imprimir un vinilo, pegarlo en el escaparate y hacerte visible en una calle) construye paisaje urbano. Si nuestros espacios están totalmente dedicados al consumo, pues la expresión de estos es básicamente la llamada de las marcas. Al final vemos que el espacio público ha sido colonizado por el capitalismo, de tal modo que la inmensa mayoría de rótulos, carteles y señaléticas que lo invaden tienen el mensaje del consumo.
DissenyCV: Me interesa especialmente el empleo y posibilidades del cómic dentro de la exposición. ¿Qué papel juega? ¿Qué formatos se han empleado?
Carles Saurí: El cómic juega un papel muy bonito en esta exposición. Para llegar a él tienes que pasar por toda la muestra, ya que se encuentra en uno de los espacios superiores del EACC. Cuando llegas a él es fácil que tampoco repares que vaya a ser un cómic, porque en su portada lo que se lee es Manual y te los encuentras en un espacio que reproduce unas autoescuelas.
O sea que lo primero que piensas es que el cómic es el manual de la autoescuela Gigi, pero cuando lo abres lo que te encuentras es el cómic que explica toda la exposición. O sea, te encuentras con el Manual de la autoescuela de La Ciudad del Transporte, que es el Manual de lectura de la exposición La Ciudad del Transporte. El cómic funciona como pliegue entre la ficción, la realidad, el dentro y el fuera del relato expositivo.
DissenyCV: La exposición traslada una visión de un polígono a un espacio de arte. Una “pequeña ciudad” dentro de la ciudad de Castellón. Los polígonos comenzaron siendo centros de trabajo y hoy en día reúnen desde restaurantes a gimnasios. ¿Hasta que punto llegarán los polígonos a ser entes autónomos, a tomar conciencia de si mismos? ¿Se ha pretendido incluir alguna reflexión sobre ello en la exposición?
Carles Saurí: Si hacemos caso al urbanismo moderno que planteaba el CIAM, con Le Corbusier, a la cabeza, en la carta de Atenas de 1933, la ciudad se dividía en tres sectores: casa, ocio y trabajo. Los polígonos se han convertido en un pliegue entre ocio y trabajo. Algo que también está pasando entre el trabajo y casa. El neoliberalismo y la aceleración de la vida en red ha conseguido tumbar estas divisiones de las que hablaba la Carta de Atenas. Espero que al polígono siempre le falte el espacio de la casa…
Esta reflexión no está de una manera directa, es más bien simbólica. El proyecto de La Ciudad del Transporte se construyó a partir de la fascinación que tuvo Francesc por la idea de que hubiese una Ciudad para camioneras y camioneros. La Ciudad del Transporte, él la leía como un espacio autónomo en el que un camión podía encontrar todos los cuidados que precisase.
DissenyCV: Se ha denunciado en ocasiones la “suciedad” visual que encierran nuestras ciudades. Los polígonos no son ajenos a ello: letreros con tamaños excesivos, tipografías sin orden ni concierto, colores estruendosos… ¿se refleja esto en la exposición?
Carles Saurí: Bueno, la verdad es que no nos sentimos muy cómodos con esa idea de “suciedad”. Justamente cuando invitamos a Francesc Ruiz a trabajar con el EACC, era en parte porque en la misma plaza está la Escuela de Diseño. Creíamos que Francesc traería un proyecto que visibilizase otras maneras de pensar y producir diseño, y como estás a su vez, generan paisaje.
Todo esto que comentas: letreros con tamaños excesivos, tipografías sin orden ni concierto, colores estruendosos, Francesc Ruiz lo llama diseño vernáculo. Un diseño posibilitado por la democratización de la impresión e internet. Ahora mismo cualquier usuaria o usuario puede bajarse una imagen y hacer un diseño rápido y no profesional. Pero estos gestos construyen ciudad, construyen imaginario y están ahí.
DissenyCV: Lo mencionado anteriormente conforma una tipología particular de paisaje. ¿Nos hemos llegado a acostumbrar al paisaje visual propuesto desde los polígonos? ¿Por qué no hacemos nada por conformar un espacio físico y visual más amable?
Carles Saurí: Tal vez deberíamos definir que entendemos por amable. Yo creo que durante la construcción del pensamiento estético del s XX se ha tratado de pensar de manera racional el diseño. Escuelas como la Bauhaus sentaron las bases de un diseño racional y que respondiese a unos cánones académicos, y así creció la uniformización visual o la creación de imagen corporativas. Yo creo que parte de lo que hay en esta exposición y de lo que pasa en la calle es una reacción a estos códigos.
Podemos verlo en el graffiti. El graffiti fue una reacción de parte de la comunidad afrodescendiente en las ciudades norteamericanas. Una manera gráfica de tomar presencia en la calle y representarse en un espacio público que no les pertenecía. Creo que además tanto el graffiti como este diseño vernáculo del que se habla en la exposición tienden a un gesto barroco y que si lo vemos sucio o poco amable es porque tenemos los códigos claros de que el uniforme es otro. Otro uniforme racional, corporativo y que incapacita la aparición del gesto individual, porque todo tiene un libro de estilo.
DissenyCV: ¿Plantea la exposición una visión de la relación del ciudadano con la logística? ¿Hasta que punto somos dependientes de ella?
Carles Saurí: El sistema capitalista, el extractivismo colonial y el reparto geopolítico del mundo nos han hecho ser dependientes de ella. Preguntarnos esto desde un país occidental y europeo nos debería hacer pensar en como hemos trabajado las relaciones extractivas con el mundo. Actualmente para sostener los privilegios de nuestra sociedad de consumo necesitamos de esta logística acelerada con la que convivimos, y eso sigue manteniendo las relaciones de expolio y extractivismo que blindaron las redes coloniales.
En el trabajo de Francesc Ruiz no se habla directamente de esto, pero el hecho de construir una exposición en un espacio de arte contemporáneo que trabaje con la logística, ya nos lleva a la pregunta de ¿qué es la logística? Y en ese gesto de visibilizar una práctica en un espacio como el EACC es donde se da la pregunta. A demás a Francesc Ruiz le interesa como la logística contemporánea construye maneras de relacionarse, de posicionar cuerpos y objetos en el espacio. Hace unos años que el artista lleva construyendo un archivo llamado “disturbing distribution” en el que archiva dispositivos logísticos raros. A partir de aquí su obra a convertido este archivo en un gesto por el cual Francesc construye dispositivos extraños de distribución que llevan a la pregunta de cómo nos relacionas, cómo trabaja la logística contemporánea, cómo situamos el cuerpo en el espacio público, etc.