Álex Serrano entrevista a Carlos Ortín y Miguel Ángel Giner (I)

Álex Serrano entrevista a dos de los referentes de la ilustración y el cómic en Valencia, que comparten su actividad profesional con la docencia en ESAT.

Texto y fotografías: Álex Serrano (Psychonauts Magazine)

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Álex Serrano: ¿Qué pasa con el cómic y la ilustración? ¿Por qué apenas reciben apoyo institucional?

Miguel Ángel Giner: Apoyo institucional siempre ha habido poco. Todo se sigue haciendo de forma independiente. A finales de los 70 y principios de los 80, sí que hubieron más apoyos.

Álex Serrano: Es la política anti-todo.

Miguel Ángel Giner: La época Camps lo destrozó todo… Porque ahora sí que hay un tímido apoyo, pero la época Camps fue nefasta hasta decir basta. No te puedes hacer una idea. Defenestró cualquier cosa que no fuera ideológicamente parecida a lo suyo.

Álex Serrano: Sin embargo, Valencia tiene una buena cartera de grandes ilustradores. Aunque su trabajo venga de fuera… ¿Qué pasa ahí?

Miguel Ángel Giner: Es un boom a escala internacional. Está pasando en todo el mundo, y Valencia siempre ha tenido buenos profesionales.

Carlos Ortín: En Valencia se producen continuas iniciativas en nuestro campo: la Asociación de Ilustradores, el Circuito, el Tenderete… por decir sólo unas cuantas. Y ahora además también hay buenas escuelas.

Miguel Ángel Giner: Movimiento hay, y talento siempre ha habido. Pero es un movimiento bastante underground.

Carlos Ortín: Siempre ha sido así. A principios de los 80, hubo un boom anterior en Valencia del cómic, y luego de arte y diseño, en general. En ese periodo, los dibujantes más famosos a escala internacional eran valencianos, caso de Torres, Mique Beltrán… Antes, a finales de los 60 y principios de los 70, también hubo otra gran generación de artistas, tanto en cartelismo como en ilustración. Incluso podemos hablar de un arte pop muy unido al cómic y la ilustración. Ya en los 90 hubo un pequeño subidón, y ahora, como ha dicho Miguel Ángel, la ilustración, en un ámbito global, se ha puesto de moda. Los medios fagocitan y apoyan estas propuestas y siempre acaba saliendo gente muy buena cada determinado tiempo.

Miguel Ángel Giner: El cómic se ha fusionado con la novela gráfica. El éxito de Paco Roca, que es de Valencia, ha ayudado mucho.

Álex Serrano: Se ha dignificado el cómic y la ilustración.

Carlos Ortín: No. Sólo se dignifica un oficio cuando se puede vivir de él, es decir, cuando un profesional, cuando un dibujante de cómic o ilustración, es un personaje respetado como cualquier otra profesión liberal, como un abogado, médico… Eso pasa en Bélgica, Holanda, Suecia…

Álex Serrano: En España, vivir del sector cultural parece casi un mito, a menos que te diversifiques mucho.

Carlos Ortín: Creo que hay tres dibujantes de cómic en España que puedan vivir de ello. El resto, se han tenido que ir fuera para vivir exclusivamente del cómic.

Miguel Ángel Giner: Los demás diversificamos nuestro trabajo por muchos sitios: ilustración, docencia, animación, lo que salga.

Álex Serrano: ¿Creéis que Internet ha contribuido bastante a este desarrollo y proliferación de la ilustración y el cómic?

Carlos Ortín: Internet contribuye a la proliferación de todo, por supuesto. Pero lo que está claro es que lo que ha contribuido a la proliferación de ilustradores ha sido el desarrollo de software de diseño e ilustración. Gracias a ello mucha más gente se ve capacitada para trabajar en el sector de la ilustración. Esto ha creado algunos monstruos, pero al final el talento es lo que sobresale.

Miguel Ángel Giner: No sé quién decía que había una burbuja en la ilustración y el cómic. Pero vamos, cuando pinche la burbuja, como dice Carlos, solo quedarán los buenos profesionales. Mientras tanto, está bien, porque se habla mucho sobre ello. Faltaría que se pagara como corresponde y respetaran los derechos. Pero bueno, ya sabemos que las burbujas solo son aire.

Carlos Ortín: El caso de la industria editorial en España es muy curioso. Hay magníficos profesionales y salen pequeñas editoriales exquisitas y especializadas por todas partes, que realizan unos proyectos muy atractivos. Pero al final todo se queda en nada porque la verdad es que no se vende cultura en España. Cada cierto tiempo se le da cierta importancia a una serie de ilustradores mediáticos, la gente los reconoce, y los periodistas los entrevistan. Pero en el otro lado, el que importa, trabajar con la mayoría de las editoriales españolas es como un acto de fe.

Álex Serrano: Claro, y supongo que llegará un momento en el que os plantearéis esa disyuntiva entre publicar en una editorial o autoeditaros.

Miguel Ángel Giner: La autoedición es una buena opción si luego tienes tiempo para distribuirlo y moverlo. Yo, por ejemplo, no puedo. El poco tiempo del que dispongo tengo tantas cosas que hacer, que no puedo trabajar en nada más, por eso prefiero dárselo a una editorial y que ella sea la que lo mueva. Es posible que ganara más dinero o que controlara mejor mi producto, pero el trabajo de edición no se puede hacer en tiempos muertos.

Carlos Ortín: En definitiva, uno siempre puede montar su propia editorial. O no. Puedes dedicarte al margen de tu trabajo a ser editor. Es verdad que con las nuevas tecnologías -este término habría que empezar a dejar de utilizarlo- puedes moverte mucho más y llegar a sitios con más facilidad. Pero, como dice Migue, es todo un trabajo.

Álex Serrano: ¿Cómo veis el panorama local de ilustradores y dibujantes de cómic en Valencia?

Carlos Ortín: Fantástico. Hay un montón de primerísimas figuras que desgraciadamente, no están funcionando al nivel económico que se merecen. Pero eso ha pasado siempre. Qué te diré: Luis Demano, Paula Bonet, Mar Hernández, Aitana Carrasco, Nacho Casanova… Hay un montón. Además, encuentro trabajos súper serios como no se habían visto en mucho tiempo. Se están juntando las generaciones que son más profesionales como la de Sento, las que están justo en el medio, que vienen a ser la mía y la de Paco Roca, y las de menores de treinta años, donde están apareciendo un montón de talentazos como María Herreros.

Miguel Ángel Giner: Ya me hubiera gustado en mi época que hubiera ese nivel.

Carlos Ortín: También es verdad que ahora hay más escuelas, talleres, másters… La gente se conoce mucho más por las redes. La asociación de ilustradores tiene más de veinte años, y claro, todo eso ha ido marcando, sin duda alguna. Por eso está saliendo gente tan interesante.

Miguel Ángel Giner: En los másters que impartimos viene gente de todo el mundo.

Carlos Ortín: Que yo recuerde hemos tenido alumnos mejicanos, norteamericanos, alemanes… y de muchos más sitios. Es genial que en Valencia haya iniciativas de tipo cultural y experimental, como Ilustrafic o el Curso Avanzado de Ilustración Profesional, es una ciudad ideal para hacerlas, tanto por el clima como por la bondad del lugar, la infraestructura de espacios… Pero es curioso, son cosas que no calan en la población, no hay empresarios que vean negocio en la cultura. Quizá es esa mentalidad agrícola nuestra…

Álex Serrano: De l’horta, con todos los respetos.

Miguel Ángel Giner: Sí. Hay una gran distancia, creo yo, entre el ciudadano medio y el ciudadano culto valenciano. La distancia es abismal. En el colegio de mis hijas lo veo continuamente entre los padres que coinciden conmigo. Difícilmente entienden más allá de las fallas. Para ellos cultura es fallas y verbenas y ya está.

Carlos Ortín: Es verdad que siempre tenemos que explicar a qué nos dedicamos. Si alguien te pregunta no basta con decir: “soy ilustrador”.

Álex Serrano: Ahora quizá no tanto, pero hace unos años, decir que eras ilustrador era una marcianada.

Carlos Ortín: Pero es curioso, porque cuando antes se veía la profesión de ilustrador como una marcianada, había un montón de ilustradores que podían vivir muy bien de su trabajo, pero ahora, que está mucho más reconocida, ¿cuántos pueden vivir de ello?

Miguel Ángel Giner: Pero sigue existiendo esa confusión, sobre todo en los medios. Cuando te preguntan a qué te dedicas y dices que eres ilustrador y dibujante de cómic, luego en el periódico ves que te clasifican como diseñador, ¿por qué? Yo siempre explico lo mismo; para hacer una casa uno necesita, entre otras cosas, a un fontanero y un electricista, que son oficios diferentes. Evidentemente que trabajan en la misma casa, pero un fontanero no hace el trabajo de un electricista y viceversa. Son dos oficios diferentes. Pues nada, aún así te encuentras: “los diseñadores Cristina Durán y Miguel Ángel Giner…”

Carlos Ortín: A finales de los 70, había un movimiento estupendo que pretendía hacer que las fallas fueran algo mucho más artístico y popular. Estoy hablando de la falla King Kong, de los casales abiertos a todo el mundo y la idea de cuidar más el monumento. Es decir, hacer una cosa más interesante y estimulante intelectualmente. Todo eso, claro, no llegó a ninguna parte.

Álex Serrano: Al final es una minoría la que llega a apreciarlo. Esta entrevista mismo, por ejemplo, será leída por una minoría.

Miguel Ángel Giner: En Cuadrilátero,  la nueva actividad de ADCV impulsada desde DissenyCV, mi previsión era que estaríamos los de siempre, es decir, los profesionales, que vienen a oír cosas que ya saben.

Álex Serrano: Pero finalmente habéis participado.

Carlos Ortín: Al final participé yo, en representación de la Asociación de Ilustradores. Se trató de una puesta en común, desde las diversas ópticas, de ciertos asuntos que nos afectan a profesionales, noveles, becarios, estudiantes… y también a usuarios y empresarios.

Miguel Ángel Giner: Pero apetece, la verdad. Además, el planteamiento de Rafa Armero, ADCV y DissenyCV me parece muy chulo. De hecho, le quiero presentar algunas ideas que me parecen muy interesantes. Y también tengo mucha curiosidad por comprobar que no participe el público de siempre y ver si hay gente de otros sitios. Yo le decía, en relación a la cultura de lo gratis, que invitara a los informáticos o a las compañías de teléfonos, que son las que la están produciendo y reproduciendo. Pero no creo que vayan.

Álex Serrano: El problema de este tipo de propuestas es que se tiende a juntar a los trabajadores del mismo ámbito, y al final cae un poco en el colegueo. Hace falta jugar más con los opuestos, ¿no? Con el conflicto, con gente ideológicamente contraria.

Carlos Ortín: Claro, eso es lo que toca y con lo único que se pueden sacar conclusiones válidas. Cuando montamos en el 97 la asociación de ilustradores (APIV), nuestra idea era agitar socialmente. No nos interesaba construir un club social, sino agitar, tener representantes ante las instituciones, que los ilustradores nuevos no hicieran el canelo y supieran lo que tienen que hacer realmente. Esa fue la idea: agitación. Y lo seguimos haciendo pero muy pocos están dispuestos a enfrentarse y defender sus derecho.

Álex Serrano: ¿Y eso?

Carlo Ortín: Parece que ha calado el mensaje de que la cultura es algo gratuito. Y como los ilustradores y artistas en general son un poco “especiales”, en un primer momento desean que se les conozca y publicar aunque sea gratis. Deberían saber que un empresario jamás publicaría una cosa tuya si no le interesara, si no pensara sacar un beneficio económico de ello. Sin embargo, hay mucho… ¿cómo te diría?

Álex Serrano: ¿Pagafantismo?

Carlos Ortín: ¡Eso es!
Miguel Ángel Giner: La propuesta de Cuadrilátero parece que va por ahí. Y me parece bien por eso, porque creo que Rafa Armero está intentando agitar. Así que ya veremos qué respuesta tienen futuras ediciones y qué gente viene.

Carlos Ortín: Nosotros apoyaremos todo lo posible.

Álex Serrano: ¿Y pensáis que el debate puede ayudar a solucionar los problemas profesionales?

Carlos Ortín: Sólo la puesta en común sirve para que todos estemos en la onda.

Miguel Ángel Giner: Bueno, parece últimamente que lo que se identifica como debate es lo que pasa en televisión, que es de todo menos debate…

Álex Serrano: El tertulianismo

Miguel Ángel Giner: Exacto. Parece que se ha perdido la referencia de lo que es un debate porque en los programas de televisión se ha anulado completamente. Entonces, claro, los más jóvenes tienen una presión muy fuerte a hablar en público, debatir, expresar sus opiniones, etc.
A mí me gustaría que en estas generaciones más jóvenes se atrevieran a venir a encuentros como el de Cuadrilátero, o sea, a todo aquello que se intenta crear para darse cuenta de lo que está pasando, y a no tener miedo de que tu opinión, posiblemente, no sea la correcta. Es posible que haya gente que la tenga radicalmente diferente a la tuya, y no pasa nada. Lo rico de la sociedad es eso, que no todo el mundo tiene que pensar igual. Lo que pasa es que yo veo eso anulado en las generaciones menores de veinte años.

Álex Serrano: Y en las menores de treinta.

Miguel Ángel Giner: Me preocupa mucho.

Álex Serrano: Bueno, esas generaciones puede que no asistan a muchos de estos eventos, pero son muy activos en las redes sociales, por ejemplo. Ahí se forman debates bastante candentes de vez en cuando, ¿no?

Carlos Ortín: Pero porque es anónimo. No tienes que enfrentarte cara a cara con nadie.

Álex Serrano: ¿Qué me decís de esta celebración que hay hacia Internet, en la que se piensa que una obra publicada en la red la leerá más gente que en papel?

Miguel Ángel Giner: Me parece una idea muy simple.

Carlos Ortín: Puede que la lea más gente pero si no se consigue un beneficio económico, no le veo yo la gracia al asunto.

Miguel Ángel Giner: Creo que es mucha la gente la que sigue prefiriendo las obras gráficas en papel. Yo, por ejemplo, no leo cómic en tablet, salvo Orgullo y Satisfacción.

Álex Serrano: Y en cuanto a los estilos más hegemónicos, ¿no creéis que se tiende a la uniformidad, a un estilo naif y cuqui muy generalizado?

Miguel Ángel Giner: Bueno, son modas.

Carlos Ortín: En efecto, son modas. Hubo un tiempo para la linea chunga, luego vino la línea clara y ahora tenemos la línea cuqui.

Continuará.