La inauguración de la exposición dedicada a Sandra Figuerola propició el reencuentro de los diseñadores y diseñadoras del colectivo La Nave.
Tomás Gorria.
Durante las últimas semanas he tenido la suerte de compartir con Sandra Figuerola (entrevistada en el ultimo programa de Dúplex Ràdio) la sala de exposiciones del Centre Cultural Octubre, durante el montaje de sendas exposiciones (La retrospectiva de la propia Sandra Figuerola y «La Mar d’il·lustrades«). Mientras compartíamos vinilos y cinta de doble cara, Sandra me comentó: «Ya verás, en la inauguración de la exposición, vendrán la mayoría de los compañeros de La Nave». Y le sugerí la posibilidad de hacer una foto histórica, la del reencuentro de aquel equipo de diseñadoras y diseñadoras que ha marcado un antes y un después (más bien un después) en la historia del diseño valenciano.
Y efectivamente, la mayoría de todos aquellos «dissenyaires», acudieron a la cita del pasado sábado con Sandra Figuerola: 8 de los 11 socios del colectivo: José Juan Belda, Carlos Bento, Marisa Gallén, Luis González, Luis Lavernia, Nacho Lavernia y Daniel Nebot, que posaron para DissenyCV, todo un regalo para esta publicación, que tiene al diseño valenciano su eje principal.
Poco hay que añadir sobre aquel colectivo. Tal y como describe Wikipedia: «La Nave fue un grupo de diseñadores españoles activos en Valencia entre 1984 y 1991. El grupo nació de la fusión de los estudios de diseño Caps i Mans y Enebece. Estaba formado por once profesionales (Eduardo Albors, Paco Bascuñán, José Juan Belda, Carlos Bento, Lorenzo Company, Sandra Figuerola, Marisa Gallén, Luis González, Luis Lavernia, Nacho Lavernia y Daniel Nebot) de diferentes disciplinas: diseñadores industriales, gráficos, pintores, arquitectos y aparejadores que realizaban individualmente o en grupo los diferentes encargos recibidos de arquitectura, diseño industrial, ilustración, grafismo, interiorismo, etc. Ocupaban un mismo espacio de trabajo en la calle San Vicente y compartían sus experiencias. Su nacimiento y desarrollo coincidió con el ‘Nou Disseny Valencià’ y la aparición de nuevas demandas entre las empresas. El grupo se convirtió en un referente del diseño de los años 1980 y de una manera de entender esta disciplina. Marcaron el inicio del diseño valenciano, que devino en profesión y constituyeron el germen de la Asociación de Diseñadores de la Comunidad Valenciana. Su obra fue motivo de varias exposiciones. Entre sus diseños podemos citar la serie de inflables (1986) para la empresa Toi y el logotipo de la Generalidad Valenciana (1985).»
Bajo estas líneas, video realizado por el estudio Menta con las imágenes de unos de los primeros programa de Metropolis, de la 2 de RTVE, de enero de 1987. Lamentablemente, el video no se encuentra en la videoteca digital de RTVE.
Buscando documentación para esta nota me he encontrado con un reportaje («Veinte años de diseño») que publiqué hace ya quince años en el suplemento En domingo de Levante EMV, en el que recogimos algunas declaraciones de algunos miembros del colectivo y que reproducimos a continuación:
■ La Nave fue como cursar estudios de postgrado en diferentes especialidades del diseño donde aprendimos que la multidisciplinariedad era el antídoto para una perspectiva limitada. Que as diferentes disciplinas interactúan entre si, y nos atrevimos, a
veces incautamente, a hacer de todo. Desde cacharros de cocina hasta una colección de bañadores isando fuerte sobre una alfombra flotando en un hinchable, y además a hacer la marca y el catálogo. SANDRA FIGUEROLA Y MARISA GALLEN.
■ «La Nave» nace por la reunión de un grupo de individuos dispares, unos con una larga trayectoria como diseñadores y otros recién llegados a la profesión como era mi caso.
Fue una experiencia muy enriquecedora tanto en el ámbito profesional como en
el personal. LUIS GONZÁLEZ.
■ Recuerdo La Nave por encima de todo muy, muy divertida, había gente las veinticuatro horas del día, siempre pringaba alguien con un trabajo que tenia que entregar al día siguiente, y siempre había alguien que volvía de fiesta y antes de retirarse a casa,
pasaba por allí, para solidarizarse con los que estaban currando y… para que engañarse, tomar la ultima. JUAN JOSÉ BELDA.