Proyecto: La Fábrica de Ideas, por estudio CLAP

Unas oficinas en las que el despacho valenciano ha buscado el equilibrio entre trabajo y descanso.

FOTOGRAFÍA: Daniel Rueda

Una empresa dedicada a crear y organizar diferentes eventos en Valencia (España) decidió dar el paso y abrir sus propias oficinas. Después de diferentes workshops realizados junto con los diez socios que forman esta empresa, el estudio valenciano Clap identificó las necesidades que debía cumplir el espacio. Estas necesidades se resumen en las siguientes: encontrar un equilibrio entre el trabajo y el descanso, disponer de un gran area donde puedan realizar reuniones de formas más informal y diferentes espacios donde el trabajo en equipo sea el protagonista.

Con estos puntos como premisa y después de realizar los diferentes workshops, Clap inició el proceso de diseño teniendo cuatro palabras clave claras: comodidad, trabajo en equipo, descanso y juego. El estudio trabajó junto al cliente para conseguir mantener un balance óptimo entre el trabajo y el descanso en el espacio. El objetivo principal fue crear una nueva experiencia de trabajo en la cual existiera un espacio adaptado a cada momento.

El interior de 300 metros cuadrados se divide en dos zonas mediante un muro de carga. Aprovechando la partición estructural, la planta a reformar se divide en una zona de descanso y otra zona de trabajo que dispone de una mayor iluminación natural. Esta diferenciación de espacios se enfatiza mediante los materiales de revestimiento y sus tonalidades.

En la zona de descanso cada detalle está pensado para conseguir desconectar y relajarse empleando materiales y tonos fríos. En este proyecto el suelo se convierte en un indicador principal de cada zona, otorgando personalidad y carácter a través de su materialidad y tonalidad. En la segunda zona el protagonista es el trabajo en equipo fomentado a través de materiales más cálidos y espacios polivalentes. La zona de trabajo dispone dos despachos pegados a fachada separados entre sí por una puerta corredera que conecta y convierte ambos despachos en sala de reuniones.

El espacio abierto situado dentro del área de trabajo se diseña como espacio co-working con mobiliario de descanso perimetral y una pequeña esquina en forma de caseta para el café. Por otra parte, dos salas interiores, diseñadas para ser o cinas individules temporales, disponen de tabiques de policarbonato traslúcido que aportan privacidad y permiten, al mismo tiempo, el paso de luz natural.