Se trata de la primera colaboración entre Dulk y la firma valenciana.
Ephemeral Treasures está inspirada en dos iconos de la obra pictórica de Dulk: Soul Rider – el guardián protector- y Ephemeral Treasures – un ecosistema marcado por el paso del tiempo. Cargadas de simbolismo y profundidad son un reflejo de la fragilidad del planeta y la necesidad urgente de protegerlo. Cada pieza es como una ventana onírica hacia un mundo cambiante, donde especies amenazadas coexisten en un equilibrio delicado y efímero.
“Como valenciano, me emocionó muchísimo desde el principio tener la oportunidad de participar en un proyecto así. Además, nunca antes había trabajado en porcelana, y nadie como Lladró trabaja este material”, relata Dulk.
Ephemeral Treasures toma su nombre de una obra que ha dejado una huella indeleble en la carrera de Dulk desde la exposición en Nueva York, del mismo título, en 2018. La pieza ha sido reimaginada en colaboración con Lladró para trasladar su belleza y mensaje a la porcelana. Inspirada en la fauna de las selvas asiáticas, la obra muestra una interacción entre especies que, aunque fantástica en su representación, refleja la realidad de la coexistencia en los ecosistemas naturales.
Soul Rider representa un personaje emblemático en el universo creativo de Dulk. Con su presencia constante en las obras del artista y siempre rodeado de elementos naturales, como árboles, flores y animales, simboliza la protección y la guía hacia un mundo ideal, donde la amenaza humana se desvanece y la armonía con la naturaleza prevalece. Esta creación en porcelana marca la primera vez que el personaje es representado como una escultura independiente, pasando de ser un guardián simbólico en los murales de Dulk a una presencia tangible en nuestra vida diaria.