El proyecto en calle Serrano ha sido realizado por el arquitecto Héctor Ruiz Velázquez.
Lladró presenta su nuevo concepto de boutique con el traslado a un edificio emblemático del XIX de la calle Serrano, en la milla de oro de Madrid. Abriendo sus puertas en el número 76 de una de las principales vías comerciales de la capital, un espacio que transmite de manera innovadora el ADN de la icónica firma de porcelana. La inauguración de esta tienda se enmarca en el proceso de transformación de negocio emprendido desde la adquisición por parte del grupo PHI Industrial el pasado enero de 2017.
El lujo y la exclusividad, así como la larga historia y tradición en el campo de la artesanía, son los elementos que han marcado el desarrollo del proyecto. Una idea concebida por el equipo de Lladró y ejecutada por el prestigioso arquitecto Héctor Ruiz Velázquez, de origen portorriqueño y afincado en Madrid desde hace más de dos décadas. “Simbólicamente, el concepto de boutique es una manera de entrar en el mundo de Lladró… Quería expresar su identidad con fuertes referencias mediterráneas de color y de forma”, dice el arquitecto.
Elegancia envuelta en celosías
El proyecto desarrollado por Ruiz articula un diálogo armonioso entre los orígenes y la expresión del presente de la firma. Las líneas depuradas y minimalistas que definen el espacio le aportan modernidad y refinamiento, reflejando la evolución de una casa que hoy es todo un referente de estilo de vida. Cada uno de los elementos que lo componen, desde la estructura hasta el más mínimo detalle, responden a una interpretación artística de las raíces de Lladró como tributo a su legado.
La luz natural invade la tienda entrando a través del gran ventanal ubicado en una pared vegetal, aspectos que nos transportan a la naturaleza más mediterránea y rinden un homenaje actual al patio valenciano donde nació la firma hace más de 60 años. Por su parte, los contrastes en colores y materiales otorgan un aire fresco y etéreo al espacio. Un ambiente de serenidad y fluidez protagonizado por exquisitas celosías de motivos geométricos que generan un delicado patrón que se repite a lo largo de todo el recorrido envolviendo al visitante en un laberinto de curvas y transparencias.
Mármol, piedra y cemento para resaltar la porcelana
Los materiales empleados en el proyecto hacen referencia a los componentes de la porcelana: el caolín, el feldespato y el cuarzo. El suelo, realizado en mármol blanco de calacatta, destaca por la gran belleza natural de sus especiales vetas grises. Este mismo color en sus distintas tonalidades impregna las texturas brutalistas en cemento rugoso que aparecen en las paredes y que contrastan con el preciosismo y la finura de las piezas expuestas.
Cinco ambientes distintos
La nueva boutique lleva una oferta completa de productos, reflejo del variado catálogo de Lladró e incluye tanto las esculturas como las piezas de joyería y los accesorios para el hogar, como las fragancias y las luminarias. En el entramado modular que compone la tienda se distinguen sus líneas de producto: atmósferas diferenciadas en las que todo tipo de colecciones. Los espacios, separados por celosías, se mantienen conectados.