Inma Pérez (librería Dadá, MuVIM): «El diseño es el pilar fundamental de esta librería»

Primera parte de la entrevista con la responsable de una de las librerías señeras en la Valencia creativa y diseñera.

Texto: Álex Serrano (Psychonauts Magazine)

Imagen: Alejandro Álvarez (www.pinacotecaderadio.com)

dissenycv.es-inmaperez-dada-1

Álex Serrano: ¿Cómo llegaste a ser librera?
Inma Pérez: Inicié un trayecto profesional vinculado a la investigación en Historia del Arte cuando terminé la licenciatura, pero se cruzó Dadá en el camino. Siento todavía la espina clavada en lo más profundo cuando veo cosas relacionadas con lo que yo hacía, investigar la pintura valenciana de mediados del XV metida en archivos. No habían becas, ya compaginaba trabajos con la investigación, y llegó un punto en que no podía continuar así, haciendo las dos cosas. Así que hice mi elección: elegí Dadá.

Álex Serrano: ¿Cómo surgió la idea de esta librería? Cuéntanos la historia de Dadá.
Inma Pérez: Se partía del concepto de ofrecer una librería, también tienda, digna y de calidad para el MuVIM. Un espacio diferente, a imagen y semejanza de lo que se podía ver en tiendas de otros museos de grandes ciudades. Con publicaciones fuera de la oferta habitual de arte, diseño, arquitectura… pensando sobretodo en ese visitante de museo y de tienda de museo, que busca el deleite visual, que espera que lo sorprendan.
En los últimos años, esta idea de deleite visual ha calado en las librerías de referencia a nivel internacional, perfilando cada una su propia personalidad y eso es lo que se ha tratado que haya aquí también. Considerando la librería siempre como ese complemento perfecto, la guinda a una visita al museo.

Álex Serrano: ¿Qué has cambiado de la idea inicial por la que se formó esta librería?
Inma Pérez: Implantar algo que sea igual a lo que hay en otros sitios puede ser un suicidio, y más cuando Valencia es una ciudad tan peculiar. Finalmente lo he aprendido, es la experiencia de años detrás del mostrador. Esa es la evolución o el cambio, no pretender ser algo que no puedes ser. Y ese desarrollo ha venido por el hecho de ser sumamente práctica.
Para mí es esencial observar, y cuando ves que hay cosas que compras u ofreces y no se venden, tienes que admitir el error y a continuación averiguar y registrar por qué no se ha vendido, buscar lo que la gente necesita, o está pidiendo, y tratar de dárselo.
En este caso, el museo tenía un público ya asiduo, una tipología concreta de visitante, por lo que se ha ido adaptando la oferta inicial a la demanda que se ha ido generando a lo largo de los años. Esa misma oferta ha ido generando una nueva clientela, que a su vez es la que demanda. Y en ese bucle paso los días.

Álex Serrano: ¿Qué diferencia a la Librería Dadá?
Inma Pérez: Nuevamente hay que recurrir a la practicidad. Cuando me hacen esta pregunta siempre respondo: ¿Y cómo podría Dadá competir con grandes cadenas de librerías o espacios comerciales? Con un espacio limitado y un escaso presupuesto económico, no quedaba otra que ser diferente, ofreciendo una selección que otros no pueden ofrecer, y llegando hasta donde otros no llegan, con mucho trabajo. Y tratando de potenciar un aspecto que a veces no está presente en las grandes superficies, la cercanía y el trato directo.
Paso tanto tiempo metida aquí dentro que conozco a muchas de las personas que vienen, sé sus nombres, su profesión, conozco incluso a sus familiares, a los peques los veo crecer. Y como sé lo que compran, les recomiendo, trato de sorprenderlos, de mostrarles cosas que podrían gustarles. Además, es a muchos de ellos a quienes les pido abiertamente que me recomienden material. Como me gusta decir, Dadá es un poco mío y un mucho de todos. Porque hay que hacer sentir a los que visitan la librería que son parte de ella, que son importantes, que se les escucha.
En cuanto a la parte estrictamente del negocio, aquí han encontrado cobijo un tipo de publicaciones que hasta hace bien poco no tenían visibilidad o presencia en otras librerías, así como un tipo de ediciones peculiares o las revistas especializadas internacionales, y eso es lo que más puede diferenciar a Dadá.
Quien viene aquí rastrea, bucea y desgrana cada una de las publicaciones porque parece que no hay una igual a otra. Es sumamente motivador cuando la gente te felicita por la selección, se pasan horas en la librería o abiertamente reconocen que lo comprarían todo si pudieran.

Álex Serrano: El libro no es una simple mercancía y la librería no es un simple negocio, ¿cuánto tienes de comerciante y cuánto de agente cultural?
Inma Pérez: Como persona con inquietudes, y con el volumen de trabajo a mis espaldas como dependienta, tengo muy claro que si mi tarea aquí consistiera solamente en cobrar, me iría.
No sé si soy agente cultural o comerciante, lo que quiero es ser una persona útil dando un servicio. Por ello considero necesario manejar mucha información y conocer a fondo los proyectos y las personas que hay detrás de ellos, desarrollar habilidades sociales que te permitan establecer de forma automática conexiones con todos los involucrados en la librería. Vender algo sabiendo lo estás vendiendo y a alguien que realmente lo necesita no es un proceso sencillo, pero resulta más gratificante tener un cliente satisfecho, porque es un cliente fiel. Empatizas con todo el proceso de venta de principio a fin. Ser proactivo con todo lo que te rodea, como es mi caso, hace que tengas que involucrarte sí o sí con todo.
El que trabaja el libro de esta forma obviamente no lo considera una mercancía y lucha porque así sea: el libro como un verdadero transmisor cultural, un valor añadido, reflejo de la sociedad en la que vivimos, con todas sus formas posibles. Y claramente nuestra profesión es muy vocacional, porque de otra forma sería muy complicado salir adelante. Aquí se abrió ya con la crisis (2007), y lo que he capeado, y estoy capeando, es sencillamente innombrable. Económicamente hablando esto da lo justo para vivir, con sus meses buenos y sus meses malos, y es muy sacrificado. Pasar tantas horas aquí, haciendo además presentaciones o charlas, así como otras cosas menos agradables como devoluciones, limpieza de almacén… Está claro que o te gusta, lo disfrutas y lo vives, o no vas a servir para esto.

Álex Serrano: ¿No crees que el librero tendría que convertirse en un super-prescriptor?
Inma Pérez: Al manejar tanta información, tanto contenido, es imposible no serlo, y no nos olvidemos que estamos dando un servicio y para darlo hay que conocer las necesidades, saber a quién tenemos delante para ofrecerle lo mejor que tenemos.
Muchas veces además el que trabaja cara al público no sólo hace su trabajo, sino que se convierte en amigo, consejero, psicólogo… ¡La de gente que pasa y te cuenta cosas! Esa es una de las partes a veces más bonitas de nuestra profesión, más allá de lo que te cuenten, esos vínculos que establecen con los que te visitan.

Álex Serrano: ¿Puede una librería dejar fuera de sus estantes los best-sellers, apostar por la literatura de calidad y rescatar títulos del fondo editorial?
Inma Pérez: En el caso de Dadá, y readaptando un poco la pregunta pues no tenemos literatura, digamos que la respuesta es sí, aquí pocas veces se encontrarán “best-sellers”. Es más, ha habido editoriales que cuando han crecido y están por todas partes las he dejado de traer. ¿Por qué? Pues porque no tiene sentido que estén en enormes cantidades en librerías más grandes, además a escasos metros de aquí. El propósito es marcar la diferencia, por ello hay que hacer una buena selección de fondo y de editoriales, incluso de las más grandes, no sólo ofrecer las novedades. Aunque no se puede aplicar a todas las secciones de la librería, se apuesta por la producción cuyo valor reside particularmente en la edición y se trabaja con un listado interminable de pequeños editores. Quien viene a Dadá, porque ya nos conoce, sabrá perfectamente qué podrá encontrar.

Álex Serrano: ¿Qué valor le concedes al diseño en una librería?
Inma Pérez: Con los años, y gracias a la cantidad de amigos diseñadores que he cosechado por el camino, he aprendido la importancia y el valor que tiene el diseño, para todo.
Creo que es sumamente importante crear un espacio, un entorno agradable, que invite a la gente a permanecer en la librería, a que se olvide del tiempo, que sea cómodo, práctico, transitable, reconocible, y todo ello se consigue con un buen diseño. Porque todo ello, junto con tu marca o logo, el nombre comercial, se conforma tu imagen; esa imagen transmite a simple vista todo lo que eres como empresa, los valores.
Cuando llegué ya estaba prácticamente todo hecho, se siguieron las pautas de un equipo de diseño para dotar de personalidad al propio espacio. Como en todo, hay cosas que superan el día a día, otras se han ido puliendo y hay otras en las que ya no es posible hacer nada más, pero un buen diseño aporta calidad y soporta mejor el paso del tiempo. Hay que confiar en los profesionales, ellos hacen su trabajo y tú el tuyo.
Y hablando de diseño, a efectos prácticos es el pilar fundamental de la librería, pues, junto con las publicaciones del MuVIM, es la sección más importante de la librería. Packaging, branding, tipografía, diseño editorial, logos…tratamos de estar al día para ofrecer una selección lo más completa posible para todos aquellos estudiantes y profesionales que nos visitan prácticamente a diario.

Álex Serrano: ¿Crees que en la edición se apuesta mucho por el diseño?
Inma Pérez: En estos momentos sí, y al menos en Dadá. Cada vez más se busca la originalidad, la diferencia, y con un soporte como el papel, las posibilidades son infinitas, por lo que hay una legión de atrevidos diseñadores, ilustradores o fotógrafos haciendo ediciones cada vez más variopintas. Las compran ellos mismos a su vez, para seguir experimentando, por lo que estamos en un momento muy interesante de creación editorial, de libros y revistas.
Apostamos por traer publicaciones cuyo valor reside en esto, vimos la posibilidad de satisfacer esta curiosidad, por ver cómo o qué se está editando fuera de lo habitual y probamos. Empezamos con las publicaciones de arte (autoedición, fanzine, libro de artista) y seguimos con la fotografía (fotozines, también autoedición, ediciones especiales…); esta vertiente de diseño se ha trasladado ahora mismo al terreno de las revistas, ofreciendo una lista bastante extensa de publicaciones nacionales e internacionales.