Mañana, inauguración de la nueva exposición que recoge creaciones del ceramista japonés residente en València.
Texto: Pascual Timor (EASC Manises)
La cerámica de mesa de Takashi es en apariencia poco japonesa, es «divertida» y transmite la sensación de estar realizada con desenfado, la antítesis del rigor productivo japonés. No es así, el material base para la producción de sus piezas es una mezcla de gres y de porcelana que cuece entre 1.240º C y 1.270º C. Del gres le gusta la textura y de la porcelana la dureza y la blancura. Busca aclarar el gres y dotarlo de más resistencia.
Aunque es de Nara (interior de Japón) la base formal de sus piezas está en Mie, en la costa oriental del Japón, en el Océano Pacífico y en el Mediterráneo, en el Grao de Valencia: el pulpo, el lenguado, el rodaballo, el gallo…, son las «criaturas» de sus platos y cuencos, nada estricto, libre, divertido.
Decora sus platos con esgrafiados sobre la superficie de las piezas, engobes y esmaltes de alta, que emulan cromáticamente las «criaturas» naturales en las que se inspiran con trazos largos y caligráficos de pincel. En la base de las piezas reserva un pequeño espacio para la pedagogía, esmalta una pequeña zona donde, con un lenguaje entre naif y manga, dibuja la «criatura» referente natural y escribe su nombre (el del pescado).
En Japón la cerámica se adquiere por impulso, por apetencia estética, cada miembro de la familia tiene un ajuar personalizado, lejos de la uniformidad a la que estamos acostumbrados. Este planteamiento es otra de las claves de la producción de las piezas, aunque produce piezas basadas en las mismas formas, cada una tiene un tratamiento final individualizado que la diferencia en el conjunto.
A Takashi le gusta cocinar y comer de una forma distendida, con poca parafernalia. En la «criatura» cuenco_pulpo ha emplatado “Ika Daikon”, la «criatura» natural es el chipirón o calamar en cuyo jugo se cuece el nabo blanco (daikon) que toma el sabor del primero.
En la «criatura» arawana ha emplatado “Tobiko Uramaki˝ un Maki Sushi de verduritas y la «criatura» caballa decorado con huevas de pez volador. En el lenguado se ha tomado la libertad de emplatar un postre tradicional japonés «Daifuku», la envoltura es de pasta de arroz y el relleno de judías dulces.
Comparte en un taller del Grao (calle Consol,13), con trece ceramistas más, espacio y hornos y desde donde huele el mar y realiza sus «criaturas». «Criaturas» para inspirarse y «criaturas» para comer. Es cerámica hecha para todos los sentidos.
Información de la exposición:
Criaturas, de Takashi Matsuo
Inauguración el día 17 de mayo a las 19:00 h
Sala Alfons Blat
Escola d’Art i Superior de Ceràmica de Manises