Al hilo del Congreso organizado por la Universitat de València, repasamos el reflejo de los cambios sociales en las majors USA.
Desde una perspectiva multidisciplinaria, el Departamento de Filología Española de la Universitat de València organiza del 18 al 20 de noviembre la primera edición del Congreso Internacional Cómic y Compromiso Social en el que se expondrá la capacidad del noveno arte para la exposición de cambios políticos, económicos o sociales. De este modo, algunas de las lineas temáticas que se expondrán durante las ponencias versarán sobre la relación del cómic con el exilio, la Transición española, sátira y libertad de expresión, memoria histórica y construcción de la identidad. En el Comité Científico destaca la presencia de destacados profesionales relacionados con el mundo del cómic como Antonio Altarriba (Universidad del país Vasco), Antonio Martín (Universidad Complutense de Madrid) o Álvaro Pons (Universitat de València).
Algunas de las ponencias harán referencia a cómics emblemáticos, como «Paracuellos» (Carlos Giménez), «El arte de volar» (Altarriba/Kim), «Arrugas» (Paco Roca), «Cleopatra» (Mique Beltrán), «Palmiro Capón» (Lalo Kubala) o «María y yo» (Miguel Gallardo). En el ámbito del Congreso tendrá lugar la presentación de «Un siglo de tebeos» (Asociación Valenciana del Cómic) y «Barbaritats Valencianes» (Lalo Kubala y Xavi Castillo). Algunas de las ponencias plenarias correrán a cargo de Álvaro Pons, Sento Llobell y Cristina Giner / M.A. Giner. El cartel de esta primera edición ha corrido a cargo de la ilustradora valenciana María Herreros.
CÓMIC DE SUPERHÉROES USA Y COMPROMISO SOCIAL
Por Paco Ballester
Pese a que la mayor parte de los cambios sociales de importancia en el panorama estadounidense tiene su reflejo inmediato en las editoriales independientes (donde los autores gozan de una mayor libertad para dar rienda suelta a su ideario personal), las dos grandes majors en el cómic USA (Marvel y DC) no han permanecido ajenas a la realidad social, pese al férreo control impuesto por el Comics Code Authority. Ambas editoriales han producido cómics exclusivos (ya sea mediante acuerdos con empresas privadas o instituciones públicas) destinados a fomentar la sensibilidad contra lacras como las minas anti-personas o el hambre en el mundo, pero en este artículo analizaremos los ejemplos más claros de relación entre cómic de superhéroes y compromiso social.
Uno de los temas de mayor calado durante la década de los setenta fue el problema de la introducción de las drogas entre los jóvenes americanos (y que tendría años más tarde su respuesta político-administrativa durante la era Reagan con el famoso «Just say no» de Nancy), de ahí que una emblemática portada (dibujada por el fantástico Neal Adams) de la colección que en aquellos años compartían los héroes de DC Linterna Verde y Flecha Verde, desvelara que el pupilo de este último, Speedy (evitamos el chiste fácil) había pasado de aspirante a héroe a vulgar yonki de la heroína.
No sólo DC ponía el acento sobre el peligro de las drogas para los más jóvenes. El superhéroe juvenil por antonomasia de Marvel, Spiderman, también descubría que en su amable barrio los chavales estadounidenses estaban cayendo como moscas bajo el peso de la aguja.
Las drogas volverían a Marvel a comienzos de la década de los ochenta como culpa directa de la creación de un dúo de superhéroes (encima, interracial) nacidos a partir del uso de una droga de nueva creación enfocada a adictos: Capa y Puñal. Años más tarde, en la estupenda etapa del guionista Mike Baron a bordo de El Castigador, Fran Castle volvería al cole para atrapar a una red de traficantes que operaba entre las paredes de un instituto.
El alcoholismo ha sido también representado en el cómic de superhéroes USA y es el tema principal de una de las principales sagas de Iron Man, el Hombre de Hierro. «Demonio en una botella» mostraba a las claras la adicción (de la que se habían ido dado pistas durante algunos números), del inventor y multimillonario Tony Stark.
En la década de los ochenta, y retomando el personaje de Spiderman, el lanzarredes aprovecharía la visita de Power Pack, un grupo de superhéroes infantil (bastante repelente) creado por Louise Simonson, para dar aviso sobre los abusos emocionales hacia los niños. A este respecto, no olvidemos que Peter Parker es el ejemplo perfecto de empollón víctima del acoso escolar por parte de sus compañeros, encabezados por Flash Thompson.
El abuso infantil del que antes hemos hablado no es exclusivo de nuestro amistoso amigo Spiderman. A lo largo de algunas etapas de la colección de Hulk (La Masa tal y como fue traducido en un principio en nuestro país), se explica el componente de rabia de Bruce Banner (alter ego del Gigante Esmeralda) factor principal para su cambio, en los abusos físicos y psicológicos sufridos durante su infancia a manos de un padre violento.
La violencia machista también fue tratada sin tapujos en la editorial Marvel, involucrando a dos de los personajes más conocidos dentro del supergrupo Los Vengadores: Hank Pym (Chaqueta Amarilla en aquel momento, anteriormente el Hombre Gigante y Hombre Hormiga) y su mujer, la diseñadoras de moda y superheroína Janet Van Dyne (La Avispa). Esta actitud llevaría a Pym a su desprestigio como científico y superhéroe y su despedida inmediata de Los Vengadores.
La violencia contra las mujeres ha sido también ampliamente representada en la editorial DC, a través de escenas perturbadoras como la violación de Sue Dibny (esposa del Hombre Elástico) por parte del Dr. Luz o en las páginas de la mítica serie Watchmen, obra de Alan Moore y Dave Gibbons.
Es ampliamente aceptado que La Patrulla-X, en su moderna concepción introducida por Chris Claremont, es un reflejo a escala del cómic de los conflictos de identidad racial. Estos conflictos aparecen también de forma leve en Capitán América desde la introducción de un nuevo compañero de correrías (sidekick en el argot) negro: El Halcón. Estas tramas se han acentuado en los últimos tiempos, llegando incluso a plantear lineas argumentales referidas a grupos supremacistas arios.
Las enfermedades mentales han sido también tratadas de manera profusa en los cómic USA de superhéroes. El guionista y dibujante John Byrne, todo un icono durante la última parte de la década de los 70 y los 80 para los aficionados, introdujo en el supergrupo canadiense Alpha Flight (creado específicamente para editorial Marvel) a dos intrincados personajes: los hermanos mellizos Baubier (Jeanne-Marie y Jean-Paul). El extraño comportamiento de la primera se descubriría años más tarde como un conflicto disociativo de la personalidad, que a punto estaría de llevarla a la locura completa.
Los problemas mentales se reflejarían en otros personajes de la órbita Marvel, como es el caso de la Bruja Escarlata (Wanda Maximoff), hundida en la locura tras descubrir que sus hijos gemelos (producto de su unión con el androide La Visión, ojo) no eran más que una personificación corpórea de sus íntimos deseos de ser madre, o Legión, hijo del fundador de La Patrulla-X, el profesor Charles Xavier y que sufría de un severo desorden mental de múltiple personalidad.
Estrella del Norte, hermano de Aurora, y miembro fundador de Alpha Flight, sería uno de los primeros personajes del cómic USA en salir del armario (el primero en la editorial Marvel) y declararse abiertamente gay. Su boda, celebrada en el universo de la historieta en el año 2012, se trató en aquel momento de la primera traslación al cómic de las bodas entre personas del mismo sexo.
Mucho antes de que los autores de cómic mainstream sacaran del armario de buenas a primera a sus personajes, ya se habían producido algunos intentos de manera más o menos sucinta. De esta manera, Paul Kupperberg, en la coleccción «Vigilante» para DC, hacía convivir al dueto de villanos Cannon&Saber bajo el mismo techo, compartiendo momentos y actitudes bastante íntimas para la época de la que estamos hablando (principios de la década de los 80). Debemos añadir que Kupperberg terminaría de modo drástico esta colección, haciendo que su personaje principal, el Vigilante bajo el que se esconde Adrian Chase, se suicidara mediante arma de fuego tras padecer una severa depresión. En los últimos años, la presencia de personajes gays es un goteo continuo tanto en Marvel como en DC, con personajes que viven aventuras y amoríos con el mismo sexo con total normalidad, como Hulkling y Wiccan (Jóvenes Vengadores), Rictor y Shatterstar (Factor X), Rawhide o el antiguo Linterna Verde (Alan Scott) en un burdo ejercicio de retrocontinuidad.
Las enfermedades degenerativas han sido también objeto de tratamiento en los cómics USA. Jim Starlin, padre putativo de la Marvel cósmica de los 70, logró que los aficionados lloraran a moco tendido la muerte de todo un héroe, el Capitán Marvel, víctima del cáncer, ante unos compañeros y amigos que con todo su poder eran incapaces de hacer nada.
También el SIDA ha hecho acto de presencia tanto en Marvel como en DC. En Marvel, antes hablábamos de Estrella del Norte, primer personaje de la editorial en declararse abiertamente gay. Poco después, Estrella del Norte llega a adoptar un bebé, enfermo de SIDA, que fallece al poco tiempo. Mientras tanto, la editorial DC empleó a algunos de sus superhéroes más populares en historias específicas para difundir información sobre esta enfermedad.
Para finalizar este breve repaso, comentar la obra publicada en DC, «Lex Luthor: Biografía No Autorizada», en la que James Hudnall y Eduardo Barreto exploran la lucha entre libertad de prensa y poder, en una historia en la que el reportero Peter Sands, quien investigaba el pasado del poderoso archienemigo de Superman, aparece asesinado en su apartamento, mientras todas las sospechas recaen en Clark Kent.