Xavier Giner escribe sobre LZF, reciente Premio Nacional de Diseño en la categoría de empresa.
Texto: Xavier Giner Ponce (docente, comisario de la exposición «20 años de diseño industrial valenciano» en IVAM Alcoi)
«LZF es una rara avis en el contexto de las empresas orientadas por el diseño porque se sitúa en la intersección entre el diseño y lo hecho-a-mano, porque es una pequeña empresa sin embargo con una potente internacionalización de sus productos, y porque ha sabido dotarse de una fuerte identidad y una visibilidad muy potente tanto en sus productos como en su campañas de comunicación.
Por fuera de las modas, permanentemente comprometida con la renovación y la innovación, capaz de reinventarse cada vez que el éxito le podía permitir “dormirse en los laureles”, nos tiene acostumbrados a la sorpresa.
Es quizás este uno de sus rasgos más potentes: sorprendernos siempre, aunque esperamos su sorpresa: pasa con los stands, memorables muchos; pasó con la irrupción en el firmamento de las luminarias del Koi, esa carpa gigante hecha de tradición, innovación y creatividad, volvió a pasar con la transformación en luminarias escultóricas del mundo de Isidro Ferrer, y acaba de volver a pasar, ahora, con el poético encuentro del vidrio y la chapa de madera traslúcida. Son sólo algunos ejemplos, podía enumerar muchos más.
Esa fuerte personalidad, ese compromiso con la innovación, esa capacidad de asumir riesgos y su valiente apertura a los mercados internacionales son, para mí, las razones de su merecido reconocimiento con el Premio Nacional de Diseño 2020.
Hay muchos usos posibles del diseño, LZF muestra el camino de uno de los buenos usos del diseño».