Xavier Aliaga (II): «Si alguien es capaz de generar un buen diseño, eso también es generar riqueza»

Segunda parte de la entrevista de Álex Serrano al escritor valenciano.

Texto y fotografía de Álex Serrano (Psychonauts Magazine)

Viene de: Xavier Aliaga (I): “Es necesario que los empresarios hagan una apuesta estratégica por el diseño”

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Álex Serrano: En la escuela no se les hes ha transmitido mucho amor a la cultura. Es como si la cultura fuera algo ajeno a lo que nos pasa diariamente, en política, economía, en los medios…

Xavier Aliaga: Ajeno y gratis. No se concibe que uno produzca un disco o un libro y tenga que recibir dinero por ello. Esa cultura, a medio plazo, va a ser devastadora. Entrevisté, no hace mucho, a Eduard Márquez, un escritor catalán de una calidad grandísima, y me comentó que después de un tiempo de vivir de la literatura, él decía que eso se había terminado, que la profesionalización, ahora misma, era inviable, lo cual obligaba a autores con un nivel muy grande a volver a ser escritores de un fin de semana. Eso habrá a quien le parecerá estupendo y magnífico, pero va a penalizar la cultura y la calidad. Seguro.

Álex Serrano: Igual que en el campo periodístico o en el diseño. Trabajar gratis, ya sea en un estudio o en una redacción, bajo la exigencia de ser profesional…

Xavier Aliaga: Se tiene que pagar. En el periodismo está pasando algo parecido. La gente no quiere pagar por los contenidos y además exigen que tengan calidad. ¿Pero quién va a pagar eso? ¿El estado? Hemos de llegar algún tipo de entendimiento entre -no me gusta la palabra-, el consumidor de cultura y de productos de comunicación, etc., y los creadores. Eso no puede ser gratis. Por una regla de tres, un día también podríamos decidir que el trabajo de fontanería fuera gratis, ¿no? Hay un menosprecio de lo creativo bastante cutre, penoso y oportunista, en el que se acoge a unos argumentos de la era Internet y de la libertad de las redes. Y eso es, en definitiva, no entender de qué va el juego de cada uno. Es una postura egocéntrica y bastante tonta.

Álex Serrano: ¿Y tú que propondrías para cambiar este panorama?

Xavier Aliaga: Necesitamos un cambio cultural y eso es algo que no acabo de verlo del todo claro. Por ejemplo, Verkami fue una buena plataforma durante un tiempo, pero claro, cuando todo el mundo entra en esa plataforma ya pierde efectividad. No lo sé, la verdad. Faltan modelos, pero sobre todo falta cultura y ser consciente de que eso es una riqueza también, de que no son trabajos “improductivos”. Si alguien es capaz de generar un buen diseño o libro exportable, eso también es generar riqueza.

Álex Serrano: Nada, nada, a aumentar el trabajo precario.

Xavier Aliaga: Y hay un tema que tampoco podemos perder de vista y es que no sólo los trabajos creativos se están precarizando, la precariedad se está extendiendo en todo. Y un trabajo precario difícilmente va a tener calidad. Porque tú cuando vas a un restaurante esperas que un camarero te atienda con diligencia, que sepa toda la carta, pero claro, si le van a pagar 500€… Pues por la misma regla de tres, a la gente que hace labores creativas, pedirle calidad a cambio de nada… La precariedad es un lastre a todos los niveles. No puedes exigir calidad a unos obreros que te hacen una reforma por nada. Tú te haces unas reformas en casa y quieres que estén perfectas, porque por eso las pagas. Tendrás que pagar a gente cualificada y que sepa hacer las cosas bien. Si exigimos eso, ¿por qué no vamos a exigirlo en todo lo demás? La precariedad es enemiga declarada y absoluta de lo bueno. Lo veo difícil, por el contexto y por todo lo que está pasando. Es muy complicado, y no tengo la receta. Ya me gustaría.

Álex Serrano: ¿Qué te ha dado tu carrera a lo largo de los años?

Xavier Aliaga: Me ha dado oficio, a todos los niveles, y conocimiento. Pero espero que no me haya proveído de cinismo. Ves las cosas y te desencantas, y a mí me gustaría tener la mirada con un cierto grado de pureza. No sé, poder ver el lado bueno de las cosas. Pero es complicado. Es un momento muy malo para todo. Ya te digo, me gustaría contemplar las cosas con una mirada más sana, pero veo que todos estamos cayendo en el individualismo, en el cinismo, en sálvese quien pueda, y eso no es nada bueno. Entonces, puedo decir que sí, que ganas oficio y calidad en tu trabajo, pero ganas también una mirada bastante viciada.

Álex Serrano: ¿Hemos perdido la capacidad de estar juntos, de convivir?

Xavier Aliaga: Nos han empujado a ello. El sistema nos ha empujado a contemplar al vecino como un rival. Nos ha empujado a la productividad y competitividad, y no a la cooperación. Pero bueno, yo tengo experiencias buenísimas, a pesar de la cultura que se está imponiendo. He trabajado en diversos sitios donde la gente cooperaba y miraba por el bien conjunto. La gente intenta resistir a ello, porque es muy malo, es devastador. Pero nos están empujando a ello. Y esa visión da otros problemas, como por ejemplo, la xenofobia. Si la gente tiene problemas para seguir adelante, buscará enemigos entre su entorno inmediato. No se hará las grandes preguntas sobre quién tiene la culpa de todo esto y quién nos ha empujado a ello. Eso a conducido a empujar a partidos e ideologías totalitarias. Es muy peligroso.

Álex Serrano: Hay mucha tensión.

Xavier Aliaga: Sí, yo creo que la palabra tensión define muy bien nuestro estado actual. El ambiente es muy insano. Me gustaría verlo todo con más luz, pero es complicado, a veces me cabreo por cosas que debería contemplar de una manera un poco más racional. Pero es el momento, todo el mundo está muy cabreado. Eso es bueno si la reacción la canalizamos bien. Pero hay que dominarlo, no puede seguir a sí. Si somos capaces de canalizar ese enfado hacia cosas más constructivas, positivas y transformadoras, habremos hecho un buen trabajo.

Creo que esta sociedad de la transición ha tocado techo. El modelo no sirve. Y eso tiene derivadas económicas y culturales bastante graves. Cambiando sólo el sistema político no lo conseguiremos. Necesitamos un cambio desde dentro, a todos los niveles. Porque si no, nos quedaremos con el cabreo y con los cambios superficiales.

Álex Serrano: En el fondo no ha cambiado tanto la cosa desde la transición. Esto no es más que el residuo de todo aquello.

Xavier Aliaga: Claro, por ejemplo, toda esa permisividad en la corrupción es una herencia de la dictadura franquista. Decía Gerardo Iglesias en una entrevista con Jordi Évole, que un régimen totalitario es por naturaleza corrupto, y toda esa tolerancia hacia la corrupción de tantos años, ha acabado impregnando la transición, la democracia, todo. Y estos son los tipos de cambios culturales a los que me refiero; no sirve de nada cambiar la constitución si los ciudadanos no hacen la reflexión previa de qué es lo que ha funcionado mal, en todos los ámbitos. O no sirve de nada entusiasmarse por determinadas fuerzas políticas si no hacemos la reflexión de qué hemos hecho mal, qué hemos tolerado, qué hemos dejado que se hiciera. Todo ese esfuerzo de cambio no servirá de nada si no hacemos también un cambio social y cultural.

Álex Serrano: ¿Qué referentes conoces que hayan hecho frente a esta situación?

Xavier Aliaga: Hombre, Jose Luis Sampedro era un referente clarísimo. Y seguro que hay más. Hay gente que está escribiendo cosas muy interesantes y debemos estar atentos a ello, pero hay que hacer cambios a muchos niveles. Esta sociedad postmoderna y líquida, debe derivar en otra cosa. Y hay debates muy interesantes, como por ejemplo, el de la impugnación de la cultura Hispter.

Álex Serrano: El ensayo de Victor Lenore.

Xavier Aliaga: Correcto. Y yo no estoy de acuerdo en dar remienda a la totalidad, pero sí estoy de acuerdo que ese ensimismamiento e individualismo, ese cerrarse en sí mismo, producía productos estéticos muy apreciables, pero socialmente, bastante vagos. Y yo creo que Lenore no acaba siendo del todo generoso con ciertos síntomas de cambio que se están dando en ese sentido. Pero el debate está muy bien plantearlo. Es una mirada, una voluntad de estar juntos y de ver los problemas. El sentimiento de pérdida provoca discos estupendos, pero claro, ¿hay algo más que eso? Entonces, yo no estoy de acuerdo en impugnar todos los discos o libros que nacen desde ahí, pero está bien plantear el debate. No en los términos tan maximalistas en los que se ha planteado, pero sí hacerlo.

Álex Serrano: Plantear que la cultura no es como un producto de consumo.

Xavier Aliaga: Martí Sales, que es el cantante del grupo Surfing Sales, y que además es escritor, me decía una cosa muy interesante, y es que, una de las cosas que hay que cambiar es la terminología. Cambiar expresiones como: “consumimos cultura”. No, la cultura no se consume, la cultura es otra cosa. Entonces, quitarle todos esos rasgos economicistas creo que es un buen paso también. Un libro no es igual que un par de zapatos, tiene un añadido. Pero eso no significa que quien hace el libro viva del aire. Es un debate complejo, no lo niego.

Álex Serrano: El discurso emprendedor es muy reaccionario.

Xavier Aliaga: Para mí, asociar emprendedor a cosas culturales me genera cierto repelús. El tema del emprendedor es un mito más. Se ha empujado a mucha gente, porque interesaba, a montar proyectos. No, no, espera, depende. Eso no funciona así. Hay gente que tiene buenas ideas y que las lleva adelante. No todos vamos a ser emprendedores. Y luego, el subtexto que contiene eso es considerar un fracasado a la gente que trabaja para otros. Es decir, glorificar el trabajo del emprendedor y denostar el del asalariado como alguien que no ha sabido trascender.

Álex Serrano: Es el neoliberalismo salvaje.

Xavier Aliaga: Todo esto acaba impregnando la cultura, la sociedad, todo. Nos está desarmando. Hay que rearmarse. Canalizar todo ese cabreo de una forma positiva. Pero bueno, de momento, estamos en el kilómetro dos o tres del maratón.

Álex Serrano: Y ahora, ¿hacia dónde se dirige Xavier Aliaga?

Xavier Aliaga: Pues supongo que a sobrevivir, como todos. A criar a mis hijos de la forma más decentemente posible, y luego, en lo que se refiere como escritor, a tratar que el libro siguiente sea mejor que todos los anteriores. No soy capaz de hacer una mirada más allá. Como va todo tan rápido… No sé si el año que viene seré periodista. Probablemente, este oficio mío se disuelva en azucarillo. No soy capaz de mirar más allá del año que viene.

Álex Serrano: Hace poco, entrevisté al periodista y escritor Antonio J. Rodríguez, y en otros términos, me dijo más o menos lo mismo, que no cree en más futuro que el de los cinco minutos siguientes.

Xavier Aliaga: Claro, ya no tenemos esa previsión a largo plazo. La cultura de nuestros padres ha quedado atrás. Por eso me niego a hacerme un plan de pensiones. Lo que yo quiero es que estos cabrones me paguen la pensión como a todos, porque estoy produciendo. Esa es una de las cosas por las que tengo cierta resistencia. Todo el mundo me dice que me haga un plan de pensiones y yo me niego.

Álex Serrano: Eres un trabajador, estás cotizando.

Xavier Aliaga: Lo de de las pirámides de la población es muy relativo. Aquí tuvimos una onda de inmigración que revirtió aquella pirámide de población tan perversa. Hacer previsiones a cincuenta años de hechos que están pasando ahora me parece falso y tramposo. Además, son argumentos con una orientación que los ves venir. Cualquier tipo de razonamiento en ese sentido tiene un tinte neoliberal, y eso es así. Yo por principios, voy a poner en cuarentena ese tipo de previsiones. Te pongo un ejemplo: a principios del año 2000, el mantra económico era que las viviendas no iban a bajar de precio y que no había burbuja urbanística. Imagínate. Y cualquiera que dijera lo contrario se le crucificaba y se le decía que estaba equivocado. Lo siento, no me creo nada. Ni siquiera de una escuela prestgiosísima de análisis económico. Además, la economía no es una ciencia exacta. Mi perspectiva es sobrevivir lo mejor que pueda, dar lo mejor que tengo en cada momento.

Álex Serrano: Y para concluir, ¿nos podrías contar alguna experiencia buena con tu trabajo?

Xavier Aliaga: Una de las experiencias buenas fue que una editorial pequeña como Andana me propusiera hacer una novela juvenil: El meu nom no és Irina, y que a la hora de hacer el diseño, la ilustradora fuera Paula Bonet. Esas cosas son fantásticas, y más en un momento en el que Paula Bonet no era tan conocida. Por eso, ese tipo de apuestas creo que son las buenas. A parte, como contenido, la novela era una apuesta diferente en el género juvenil. Yo pretendía hacer una novela transversal que la pudiera leer todo el mundo, no sólo los jóvenes. Entonces, el editor tiró un poco de ese concepto más innovador, pero para redondearlo, la presentación fue muy buena. Hace poco recibió el premio de la Generalitat al libro juvenil mejor editado. Yo creo que ese es el camino. Eso también es I+D+I: Hacer productos nuevos, innovadores… Y en ese sentido, la experiencia también es muy positiva. Y estoy convencido que gran parte del éxito del libro es por el diseño de Paula. Sin ningún género de dudas.