El estudio de arquitectura formado por Antonio Cruz y Antonio Ortiz explicó en Diálogos EASD su proyecto para el Rijksmuseum de Amsterdam.
Paco Ballester
Información elaborada con la colaboración de los alumnos de EASD Juan Sancho, Jaime Sebastián, Jose Manuel Parralejo y Óscar Felis.
El estudio de arquitectura, con oficinas en Sevilla y Amsterdam, Cruz y Ortiz (Antonio Cruz y Antonio Ortiz) desgranó durante la última edición de Diálogos EASD celebrados en la sede de Velluters de EASD Valencia, su proyecto de reforma del Museo Nacional de Arte (Rijksmuseum) de Holanda, situado en la ciudad de Amsterdam, una intervención que se prolongó durante 13 años sobre un edificio datado de 1885 (estilo romántico nórdico, proyectado originalmente por el arquitecto holandés Pierre Cuypers), simétrico en el eje norte-sur y que funciona como museo de arte y como puerta de entrada a la ciudad (tiene un pasaje central, aunque originalmente tenía dos puertas de acceso al edificio situadas en la parte frontal del edificio
La propuesta elaborada por Cruz y Ortiz y ganadora del concurso de ideas convocado en el año 2000 pasaba por la unión de los dos patios interiores. El proyecto del despacho sevillano también incluía la depresión de las dos naves centrales del pasaje de modo que queden a la altura de los patios interiores y sirvan de acceso, mientras que las otras dos naves laterales mantengan la altura y sirvan de pasaje para las bicicletas. El patio interior se emplearía para la cafetería, taquillas, tienda del museo, etc. En el edificio principal destaca la instalación de estructuras suspendidas del techo a modo de modernos candelabros.
La obra requería ciertas demoliciones y ello provocó tensiones con el colectivo de ciclistas del barrio que retrasaron las licencias de construcción durante dos años. Mientras, el estudió se centro en la construcción de un edificio anexo para albergar los talleres de restauración y las instalaciones del staff del museo. Se mantuvo la fachada de una villa residencial, y se construyó el resto. Para este encargo fue primordial el mantener la iluminación natural procedente del norte. Finalmente, la batalla política contra el colectivo de ciclistas se perdió y Cruz y Ortiz optaron por mantener la altura del pasaje, conectando los patios interiores por debajo del pasaje. Por tanto, el acceso al museo pasó a ser a través de escaleras.
En todas las obras realizadas sobre la estructura antigua se llevaron a cabo grandes labores de monitorización del edificio, con el fin de controlar la respuesta de los cimientos a las intervenciones.
En un estanque dentro del patio se encuentra un pequeño edificio dedicado a la colección de arte asiático del museo Pabellón de Asia). Es una estructura de dimensiones reducidas y las paredes no son paralelas. La exposición permanente se desarrolla en el amplio sótano del mismo
Actualmente, Cruz y Ortiz se encuentran inmersos en la construcción de un edificio de entrada al museo. El diseño de este edificio se centra en parámetros como el confort acústico.