La nueva instalación de la artista francesa podrá visitarse hasta el próximo 21 de abril.
Deva Sand presenta en mr.pink su último proyecto instalativo realizado especialmente para este espacio. La artista oroginaria de Estrasburgo nos invita a conocer sus estados de consciencia y a adentrarnos en nosotros mismos cruzando innumerables puertas para llegar a nuestro lugar interior, al que Deva Sand llama “Palacio Ingrávido”.
«El Palacio Ingrávido es el relato, a través de la expresión plástica, de mi experiencia meditativa. En la práctica de la meditación, una observa que no existen limitaciones, que se puede llegar a dar saltos entre las distintas frecuencias de ondas cerebrales, pasando de una fase Beta (la conciencia normal de vigilia) hasta la Alfa (meditación trascendental muy profunda). En japonés la palabra “Satori” expresa este estado de profunda conexión con uno mismo, de comprensión más allá de la experiencia terrenal, en el que, atravesando las leyes de la gravedad, se fusionan el microcosmos y el macrocosmos.
Los últimos avances de la ciencia nos llevan a la conclusión de que la realidad que percibimos es una pequeñísima parte observable de la realidad auténtica, mucho más profunda, multidimensional y megavérsica y que los espacios infinitos no lo son únicamente hacia fuera sino también hacia dentro. Así pues, quizá la forma más sencilla de acercarnos a la realidad es entrar dentro de nosotros mismos, cruzando innumerables puertas matrioskas y llegando a un lugar interior al que he llamado “Palacio Ingrávido”, en el que se dan todas las posibilidades y todas las metáforas.
Desde allí, desde la intuición alcanzada en una profunda y larga meditación, surgió esta exposición. De mis ganas por compartir fuera de mi aula de Yoga y a través de la expresión artística, las sensaciones que me producen esos estados diferentes de consciencia, de la observación del profundo silencio interior, de la coalición de la materia con la mente, de la fusión perfecta e irrepetible que existe en cada instante. Con distintos soportes matéricos, jugando con las palabras y las cifras, los monocromos, la escultura y la fotografía, construyo un escenario en el cual el espectador decida tal vez enfrentarse a esta pregunta: ¿Puede que existan, tanto dentro como fuera de mi mente, otras dimensiones que pudieran hacerme replantear toda mi realidad, toda la realidad?
Os invito a participar desde el nivel de conciencia que deseéis, pero os animo a hacerlo a través de una pequeña sesión de Mindfulness:
Adopta una postura recta y relajada, respira profundamente y sitúate en la puerta. Prepárate a cruzar el pasillo de la galería contando 11 pasos de una manera muy consciente, con la mirada alta y a la vez ensimismada, inhalando despacio, caminando sigilosamente y sintiendo como se moviliza cada musculo de tu cuerpo, como se desplaza por el espacio tu esqueleto. Sitúate en el medio de la galería, cara al Este (la pared hieróglifeada), cierra los ojos, conéctate con tu respiración y muy suavemente, sin ruido, deja fluir todos tus sentidos hasta abrir los ojos, de nuevo«.
Namaste.
Deva Sand.