Andrés Sanchis y Sonia Viu componen Squid&Pig, estudio de diseño e ilustración especializado en kawaii.
Paco Ballester para DissenyCV
DissenyCV: ¿De qué manera surge el estudio? ¿A qué os dedicabais antes de comenzar la aventura de Squid&Pig?
Sonia Viu y Andés Sanchis (en adelante, Squid&Pig): Al principio era como un hobby. Andrés compaginó la realización del proyecto de fin de carrera (habla Sonia) con un trabajo en un estudio de diseño web y para cuando lo terminó, éste había sido absorbido por la agencia de publicidad Publips, mientras yo ejercía de guía turístico. Poco a poco comenzamos a dibujar en nuestros ratos libres, y de ser un mero hobby pasó a algo más serio. En 2009 fue cuando dimos forma al actual estudio.
DissenyCV: ¿Cuando notáis realmente el cambio de una cierta situación de amateurismo a una consolidación como profesionales?
Squid&Pig: Creemos que ese cambio llegó en 2012, cuando me centré (habla Andrés) al 100% en Squid&Pig. Esto ha posibilitado que el estudio evolucione para bien. Pienso que hasta que no dedicas por completo tu tiempo a tu trabajo, no consigues realmente lo que quieres. Esta evolución positiva se refleja sobretodo en cuanto a número de clientes, que ahora entran de manera mensual. Al final, en el resultado, lo que cuenta es la dedicación.
DissenyCV: ¿En qué facetas del estudio habéis notado esta evolución?
Squid&Pig: Es una cadena. Cuantos más clientes, más trabajas, más diseñas y dibujas, por tanto, más evolucionas. Ahora estamos más preparados, sabemos qué pedir a un cliente, cómo presupuestar los trabajos. Anteriormente nos faltaba esa experiencia vital, y había que ir preguntando a los colegas… En estos momentos, el 90% de nuestros clientes son internacionales. La única experiencia con clientes españoles en los últimos tiempos es una agencia de Madrid, para la que trabajamos en un proyecto sobre la película “La vida secreta de Walter Mitty” o la campaña infantil del Palau de la Música. El trato es distinto, los clientes de fuera tienen un respeto hacia la profesión, ¡y pagan antes! Cuando nos centramos al 100% en el estudio, nos abrimos a redes sociales como Behance, y por este medio nos han surgido oportunidades.
DissenyCV: ¿En qué os limita, y por otro lado, os permite una mayor expresión en vuestro trabajo, el estilo kawaii?
Squid&Pig: El kawaii en España es visto como un estilo de dibujo para niños pequeños. Fuera no existe esta percepción. Lo tenemos aceptado, no hay problema en ello. Antes de formar el estudio, tanto Sonia como yo (habla Andrés) dibujábamos influenciados por el estilo manga, que absorbimos cuando éramos niños y adolescentes, aunque después optamos por el kawaii. Dentro de este estilo ha habido una evolución, partiendo de un diseño más sencillo con colores planos, hemos desarrollado el uso de texturas, volúmenes y degradados. Gracias al habernos centrado tanto en el kawaii, podemos permitirnos el rechazar un proyecto si no se adapta a nosotros o sencillamente, si no nos sentimos a gusto con él. Por el momento hemos tenido suerte, y los clientes que se han dirigido a nosotros nos han contratado porque les gusta nuestro estilo y lo que hacemos.
DissenyCV: ¿A qué artistas seguís? ¿Cuáles son vuestras influencias más perceptibles?
Squid&Pig: Bueno, en Japón hay varios artistas que nos gustan bastante. En Barcelona nos gusta el trabajo de Charo Vargas (Charuca), y en el ámbito internacional nos quedamos con Jerrod Maruyama, que trabaja, por ejemplo, para Disney. En nuestros principios, alguien que nos influenció mucho fue Mari-chan, aunque es un estilo de kawaii muy particular, también nos gusta mucho.
DissenyCV: ¿Qué os atrae de trabajar un estilo tan particular como el kawaii?
Squid&Pig: Lo que nos gusta del kawaii son los contrastes. En Japón se fusiona con estilos tan diversos como la ciencia ficción, el terror e incluso el erótico. Aquí es complicado entender esta simbiosis, pero allí es de lo más normal.
DissenyCV: ¿De qué forma planteáis el día a día del estudio?
Squid&Pig: Cada cierto tiempo hacemos reuniones y nos preguntamos hacia dónde vamos. Queremos hacer en un futuro próximo animaciones, y cuidar el área de merchandising. Animación ya estamos haciendo a través de un proyecto para Canadá. Descubrimos un gran nicho en el mercado de la animación infantil digital, por eso nos interesa abrir esa puerta por nuestra cuenta. En cuanto al merchandising, muchos artistas tienen licencias que explotan. Por ejemplo, el autor italiano Tokidoki, que también trabaja el kawaii y licencia desde relojes hasta ropa, y lo está petando. Hay un gran mercado, pero debemos desarrollar una estrategia adecuada. Cada seis meses revisamos el plan de trabajo, vemos si ha funcionado. Este trabajo de análisis es fundamental para centrar el estudio. Por ejemplo, en un momento determinado nos planteamos entrar en el mundo de las fallas, y es un sueño que hemos cumplido.
DissenyCV: ¿De qué modo se ha producido esta entrada en el ámbito fallero?
Squid&Pig: Fue de lo más anecdótico. Escribimos una entrada en una bitácora sobre nuevos talentos de artistas falleros, y gracias a ella pudimos conocer a estos profesionales y uno de ellos, Jose Luís Platero se interesó por nuestro trabajo, y ya que él trabaja con ilustradores nos pidió que le hiciéramos unos bocetos. De este modo podemos decir que habrán tres fallas infantiles en 2015 con nuestros diseños. Estamos muy ilusionados.
DissenyCV: ¿Cuáles son los trabajos que han significado un antes y un después para el estudio?
Squid&Pig: Sin duda, el trabajar para Mattel USA nos produjo mucha ilusión, porque es un cliente que todos conocemos desde niños. Cuando nos llegó el email de la directora de arte de Barbie, flipamos. También nos encanta poder ver ninots de fallas con nuestros diseños. Y el último que destacamos es el referente a Walter Mitty, porque fue el mismo Ben Stiller el que dio su aprobación personal cuando estuvo de visita en Madrid. Primero apareció en la web de la película y después en la página de Fox, la productora.