Segunda entrega de las crónicas milanesas de Juan Carlos Fanés, estudiante de EASD Valencia.
Día 2, viernes.
Nos levantamos un poco tarde porque él ambiente nocturno de Milán es realmente atractivo (llevamos 2 días durmiendo una media de 4 horas). Acudimos directamente al Salón del Mueble, aunque nos resulta imposible verlo todo porque es realmente extenso y además nos pasamos el rato hablando con la gente sobre proyectos de diseño, y por supuesto, viendo diseño, diseño y más diseño.
Pasamos por él stand donde se encuentra Pedro Ochando, nuestro profesor de la EASD, que expone el trabajo del equipo Nadadora. En general, todo el mundo en los stands es muy agradable, resolviendo dudas y ofreciéndonos todo tipo de información. Volveremos a la Feria mañana o él domingo para acabarla de ver. Estamos agotados de tanto caminar pero realmente merece la pena.
Al salir del Salón cogemos él tren para ver Breda de nuevo, ya que hoy al ser viernes hay mucho más movimiento que ayer, y quedamos con unas amigas que realizan el Erasmus aquí. Acudir a Milán es perfecto e imprescindible, aunque no hay tiempo para hacer todo lo que se debe.
Día 3, sábado.
Nos levantamos y quedamos con nuestra amiga la ragazzi. Bajamos en la parada de Duomo y vamos andando hasta la calle Espiga en la que se encuentran las tiendas más conocidas de Milán. Sus escaparates son una pasada, realmente seductores.
Vamos directamente a Lambrate, donde comemos una buena pizza y un helado y al terminar el papeo, nos movemos hasta SaloneSatellite, un espacio-zona donde se ubican las escuelas de diseño con propuestas algo más alternativas que las que podemos observar en el Salón del Mueble. En SaloneSatellite no solo hay diseño, sino propuestas artísticas con una utilización muy original de diversos materiales.
Lo que nos queda medianamente claro gracias a esta visita es que para moverse en este mundo del diseño el inglés es fundamental. Acudimos amos a ver el trabajo que expone aquí nuestro amigo Jordi, que está con su escuela de Erasmus. La posibilidad de poder participar en este espacio sería muy interesante para nuestra escuela porque motivaría al alumnado ya que nosotros tenemos venir aquí por nuestra cuenta. Aquí hay proyectos de jóvenes diseñadores como nosotros, recién terminada la carrera, de modo que podemos observar sus proyectos y hablar con ellos sobre cómo moverse en este mundillo y sus experiencias, entre otros asuntos. Desde luego, el Salón de Milán es un viaje que obligatorio para todo diseñador. Mañana continuamos en iSaloni pero seguro que volveremos a SaloneSatellite, donde presentan sus trabajos los diseñadores más jóvenes.