El arquitecto valenciano Miguel Arraiz será el responsable de diseño efímero en el festival Burning Man en Black Rock City.
Esta pasada madrugada se hizo pública la nominación del proyecto ganador del Templo de unos de los eventos más significativos relacionados con el diseño y la arquitectura efímera de nuestro tiempo: Burning Man en Black Rock City. Se trata de el Temple of the Deep, diseñado por el arquitecto valenciano Miguel Arraiz, un proyecto que marca un hito como el primero liderado por un español en la historia de Burning Man.
Un diseño cargado de significado
El Temple of the Deep, con una altura de 13 metros y un diámetro de 32 metros, combina fuerza y fragilidad. Inspirado en las antiguas formaciones de roca volcánica del desierto de Black Rock, este santuario propone un espacio para la reflexión y la sanación compartida. La estructura, elaborada principalmente en madera, utiliza formas orgánicas para evocar refugios naturales como cuevas y montañas. Su diseño está impregnado de referencias al kintsugi, el arte japonés de reparar cerámica rota con oro, que celebra las imperfecciones como una fuente de fortaleza y belleza. Aqui, la versión en 3D
La superficie fracturada del templo representa los corazones y almas fragmentados por la pérdida, mientras que su brillo interior simboliza el proceso de sanación. Este diseño invita a los participantes a explorar su viaje personal y colectivo a través de las siete entradas, cada una representando una etapa del duelo, que conducen al espacio central de conexión comunitaria.
Trayectoria del arquitecto y espíritu colaborativo
Miguel Arraiz ha forjado una trayectoria que entrelaza poesía y arquitectura, dos disciplinas que han definido su vida y su obra. Su pasión por la arquitectura emergió tras una crisis personal y profesional durante la recesión económica de 2008, que lo llevó a explorar el arte efímero a través de las Fallas de Valencia. Allí perfeccionó la creación de obras destinadas a ser quemadas, un proceso que le permitió experimentar la transitoriedad del arte y su impacto emocional.
Este aprendizaje lo llevó a un punto crucial en 2016, cuando participó en el festival Burning Man con la obra Renaixement, desarrollada junto al colectivo Pink Intruder. En este entorno descubrió un sentido de comunidad y valores compartidos que se enlazaron profundamente con su visión artística. Más tarde, como director del proyecto de Valencia Capital Mundial del Diseño 2022, amplió su perspectiva sobre el diseño como herramienta para conectar a las personas, y fue autor del proyecto más emblemático de la capitalidad, el Àgora.
Ahora, como líder del equipo de Temple of the Deep, Arraiz colabora con otros profesionales valencianos, como el estudio Arqueha, Javier Molinero (Asesor Principal de Diseño), Hernani Fernandez, Javier Bono, Marta Marcos, Baltasar Otero (Asesores de Diseño), Josep Martí (Structural Advisor), Yousef Eid-Masheh (Artista CGI), Radiante Light Art Studio (Diseño de iluminación) Ivan Llopis (Diseño de sonido) además de expertos del Temple Builders Guild, consolidando un esfuerzo comunitario y global.
Arraiz describe su visión del proyecto como un espacio para abrazar la aceptación radical y transformar las cicatrices de la pérdida en paz y conexión. «Nos reunimos bajo una roca simbólica, con el corazón y el alma destrozados. A través de la sanación comunitaria, estas cicatrices cuentan nuestro viaje, convirtiendo la pérdida en conexión», explica.
Tras hacerse oficial el proyecto, Arraiz ha declarado a Dissenycv: «Este proyecto representa la culminación de un sueño y el inicio de una gran aventura. Ahora comienzan ocho meses intensos de trabajo, precedidos por los meses de preparación para presentar la propuesta. Durante este tiempo, he concebido la arquitectura como una herramienta para conectar con las emociones, un enfoque que ha supuesto un desafío transformador y me ha permitido evolucionar a lo largo del proceso de diseño.»
La tradición del Templo en Burning Man, iniciada hace 25 años por David Best, ha evolucionado para incorporar diseños que mezclan innovación y funcionalidad. El Temple of the Deep se destaca por su audaz enfoque, ofreciendo un espacio no confesional y acogedor que cumple con los estrictos requisitos de construcción e instalación en el desierto. La visión artística de Arraiz, junto con su liderazgo y compromiso, impresionó al comité de selección. Su diseño simboliza resiliencia y conexión, características esenciales del espíritu de Burning Man. Además, su participación resalta la convergencia entre el arte efímero de las Fallas y el sentido de comunidad del festival.
Participación abierta y financiación
Como es tradición, la construcción del Templo se basará en la colaboración de voluntarios de diversas partes del mundo. La creación del Temple of the Deep será un acto de comunidad, donde las manos y mentes de los participantes darán vida al proyecto. Aquellos interesados en contribuir pueden unirse de forma presencial en el Área de la Bahía o de manera remota.
Para financiar el proyecto, que cuenta con una subvención parcial de Burning Man, se buscarán donaciones adicionales a través de una campaña de crowdfunding en febrero. Los interesados pueden contactar a través de burningmantemple2025@gmail.com.
