Arte desde múltiples ángulos en la muestra que mañana abre sus puertas en Mr Pink.
Durante mucho tiempo, y más aún cuando la cultura no era accesible a todos, las religiones más primitivas hicieron uso de las parábolas para, de manera oral y sencilla, comunicar o aleccionar acerca de todo tipo de cuestiones que atañían a los hombres. Especialmente aquellas que encerraban un matiz moral o ético. La muestra del artista Javier Velasco que se presenta mañana en la galería Mr. Pink, remite en su título a una de las más antiguas y ancestrales de ellas, la parábola del Elefante en la Oscuridad (originaria de la India, y que forma parte del acervo budista, sufí e hindú). En las distintas versiones de la historia, un grupo de hombres, a oscuras, tocan el cuerpo de un elefante para comprender cómo es. Cada uno de ellos toca una parte distinta, pero sólo una parte (el lateral, la trompa, la cabeza, etc.) Luego, cuando comparan sus conclusiones, se dan cuenta, sorprendidos, de que no coinciden en nada.
En su exposición, Javier Velasco se aferra a la esencia de la enseñanza de esta parábola en la que la verdad como absoluto queda desvirtuada sin llegar a convertirse en mentira. Ante la propuesta, las diferentes y diversas percepciones pueden dislocarse creando así una red de informaciones que curiosamente el espectador deberá encontrar y descifrar. De este modo, la visión subjetiva frente a la obra artística se convierte en uno de los pilares sobre los que se asienta la muestra. La ficción y la realidad son percibidas de manera diferente por cada uno de los asistentes y tan solo con suma agudeza se podrá desvelar el misterio que encierra una obra en permanente construcción, y donde las redes tienen un importante peso especifico al aunar mundo real y virtual.
Como si de un espejismo se tratara, en la muestra nada es lo que aparenta ser, nada puede ser observado desde un único ángulo, y nadie tiene una percepción global hasta que puedan sumarse todos los datos presentados. La ironía se añade al conjunto como un nuevo sustrato conceptual más de un proyecto que, desde el humor y la crítica pretende hacernos recapacitar sobre un mundo hipervalorado y a la vez denostado por igual: el mundo del arte contemporáneo, en perpetua innovación y evolución las más de las veces, pero incomprendido, o falso retablo de maravillas (por razones extemporáneas), en muchas ocasiones.
El carácter conceptual de esta exposición hace de ella una obra compleja en cuanto a su formulación teórica y plástica , ya que a lo expuesto en la galería hay que sumar un work in progress 2.0 imprescindible y altamente elocuente. Como ocurría en la parábola, el espectador tendrá la suerte de construir su propia narración a partir de sus conocimientos y percepciones, pero esto no tiene por qué garantizarle llegar a percibir al elefante en su totalidad.