El pasado viernes se cerró la décima edición del Festival de Arte Urbano organizado por la UPV.
Poliniza 2015, X Festival de Arte Urbano de la UPV, bajó el telón el pasado viernes poniendo fin un año más una excelente muestra de pintura mural urbana en más de 700 m2 de paredes del campus de Vera de la Facultad.
“El festival del sentimiento, broche de oro a una etapa inimaginable”
Juan Canales, comisario desde su primera edición en abril de 2006, ha calificado Poliniza 2015 como “el festival del sentimiento, el que pone el broche de oro a una etapa artística inimaginable en la que hemos vivido, durante todos estos años, muchos momentos verdaderamente inolvidables”.
Quién sabe si como alegoría de estas diez ediciones, “en las obras de este año se percibe, principalmente, la conciencia del paso del tiempo, de la vida, mucha simbología circular, relojes, la combinación entre miedos e ilusiones… Es una edición con profundidad en el mensaje, de una sensibilidad latente”.
Crítica, reflexión y nuevas fórmulas en un brillante estilo valenciano
Dentro del compromiso social habitual en el arte urbano, Canales ha querido destacar el brillo del “estilo valenciano, con una gran relación simbólica con el lugar del que son y en el que están”. Así, ha destacado las referencias “a la huerta y la manta morellana” del trabajo de los alumnos de la asignatura de Pintura y Entorno de la UPV, “que invitan a una profunda reflexión”.
“Una reflexión perceptible también” ha proseguido Canales “tanto en el plano personal, en la novedosa instalación escultórica de Hope, quien ha trabajado reciclando y dotando de vida y mensaje a coches abandonados; como en el social, en el mural de Escif, que juega con el canon de Vitruvio de Leonardo y el euro, en un momento de grandes recortes en el terreno educativo y de existencia de una elevada deuda histórica de las administraciones con la universidad”.
Simbología mágica, onírica, e interés por el proceso en sí y la identidad de la mujer
Poliniza 2015 ha supuesto también una revalorización del proceso frente al resultado, como en la obra de Juan Sánchez y en el trabajo del italiano Roberto Ciredz, que ha generado una obra que ha ido evolucionando con el festival: “Le ha dado toda la importancia al proceso, generando una obra que han ido, como él dice, comiéndose las hormigas, que han ido eliminando ‘a bocados’ cada día la obra hasta dejarla con el esqueleto que tan solo queda ahora”.
“La fuerza de Hyuro en su afán por mostrar la identidad de la mujer, la combinación de signos, señales, elementos egipcios, aztecas y mayas de H101, el juego con las palabras y la pintura expandida, conquistadora de espacios, del colectivo RESKATE o la capacidad sensorial de agrandar los espacios de Sabek son otras de las huellas que nos deja un festival marcado también por lo mágico y lo onírico, representado de modo magistral por el mexicano Kawamo, disfrazando además de industrial un trabajo completamente artesanal”, ha comentado un Canales “verdaderamente satisfecho de estas diez ediciones de un festival que surgió en su momento como una propuesta atrevida de Joan Peiró y con el que hemos conseguido muchísimo más de lo que en su momento pudimos imaginar”.
La exposición “10×10 Poliniza”, abierta al público hasta el próximo 9 de junio
Como colofón a estos diez años, y junto a las obras que ya adornan diversos muros de la UPV, permanecerá abierta al público hasta el próximo 9 de junio la exposición “10×10 Poliniza”, que incluye más de 900 fotografías realizadas por Kike Sempere de las nueve ediciones precedentes del festival.