Entrevista a José Bravo (I): «Con la fotografía he encontrado la mejor forma de expresar y compartir»

Álex Serrano (Psychonauts Magazine) charla con el fotógrafo y psicoterapeuta valenciano José Bravo.

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Álex Serrano: ¿Quién es Jose Bravo? ¿Cuál es tu ocupación primera?

José Bravo: En lo de quién soy te diría lo que digo últimamente cuando me presento al principio, en los talleres: algo así como que soy un chico tímido, y curioso, que se ha venido atreviendo. Estudié psicología. Después me formé como psicoterapeuta gestalt. En el medio me pasaron muchas cosas, mucho aprendizaje. En el medio me enamoré de la fotografía y de un tiempo a esta parte vengo uniéndolas, mezclándolas. Mi ocupación ha sido muchas veces trabajos que no estaban relacionados ni con la psicoterapia ni con la fotografía (aunque esto cada vez lo pondría más entrelíneas), trabajos que me han dado esa estabilidad que necesitaba mientras iba dando mis tumbos, hasta encontrar qué es lo que quiero hacer. Ahora trabajo en Castellón para mantener esa estabilidad, mientras cada vez arriesgo y apuesto más por mi pasión, por profesionalizar cada vez más esas propuestas que vengo perfilando, que suman la mirada de autoconocimiento/psicoterapéutica/desarrollo personal, con la fotografía como medio. Haciendo caminito para que llegue pronto ese día en el que pueda decir que vivo de esto. En ello ando. Los talleres de autoconocimiento y fotografía, por ejemplo.

Álex Serrano: Y aquí es donde relacionas la gestalt con la fotografía, porque el modelo del “taller emocional”…

José Bravo: Sí, ha sido todo un descubrimiento. Ver que por fín se juntan muchas cosas en un “producto” que disfruto, que tiene tanto que ver conmigo, que me permite conectar con la gente, etc, ver que puedo llegar a trabajar de esto. Antes por ejemplo probé con las bodas, y sí, aprendí mucho, pero también aprendí que no es el lugar donde doy lo mejor de mi. Y como estoy en ese ir definiendo, de momento es algo que no me gustaría volver a hacer, aunque es una importante fuente de ingresos, como la publicidad o la moda, pero no son campos que a mí me interesen particularmente. Por ahora el que me apasiona, y que a la vez he visto que puede salir rentable, es el de la formación, el de los talleres. Y estoy contento porque este mes me he dado cuenta de que soy capaz de hacerlo. La primera vez que monté un taller iba con mis miedos. Además es como que me veía super jovencín, y claro, al no haber estudiado fotografía, no saber de técnica, etc… iba con un montón de temor, por eso siempre avisaba antes de empezar que yo no me había formado como fotógrafo, y que este no era un taller de técnica donde se aprende a utilizar mejor la cámara…

Álex Serrano: “No vais a aprender nada…”

José Bravo: No, eso tampoco. A ver, luego, la gente, más o menos conscientemente, viene buscando otra cosa. Como un lugar de encuentro y de autoconocimiento. Los primeros microtalleres que hice en la calle fueron para acompañar una exposición que monté en Ruzafa. Lo que hice fue llevar a la gente al lugar donde había hecho las fotos. La idea era que el taller no fuera de autoconocimiento, pero al final me di cuenta que yo estaba haciendo propuestas que apelaban a las emociones. Cada vez introduzco más preguntas básicas que giran entorno no solo al qué miramos, sino al qué hay detrás de aquello que miramos, qué queremos contar con aquello que miramos… Es decir, la idea es transmitir que una fotografía es el producto consciente de una elección. Muchas veces pensamos que elegimos solo en base a criterios estéticos o de composición y yo considero que no, que la foto habla de mí. Por eso me gusta trabajar a un nivel más profundo. Poner la atención en el proceso. A todo lo que rodea el acto de mirar. Me gusta generar pequeñas experiencias en las que uno puede hablar de sí mismo, cómo se siente, etc. Me interesa saber quién hay detrás de la fotografía. Las fotografías son un producto muy interesante para leer a quien mira, cómo te sitúas, cuándo eliges sacar la cámara, a qué distancia estás de lo que fotografías, cómo te relacionas con aquello que fotografías…

Álex Serrano: No te interesa tanto el producto final, la obra en sí, sino las preguntas que genera. El producto final es la serie consecutiva de preguntas que has intentado contestar, o no, a lo largo del proceso.

José Bravo: No es que haya reflexionado mucho sobre lo que hago. El discurso está aún elaborándose, primero porque llevo poco tiempo en este campo, y segundo, porque cada día, con cada persona, aprendo algo. No sabría responder a esto, ahora sí sé que a mi particularmente me interesa más el proceso, que el producto final.

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Álex Serrano: Intentas buscar cuál es el el concepto clave que te lleva a fotografiar lo que fotografías, ¿no?

José Bravo: Claro, por ejemplo, hoy, haciendo una recapitulación en mi diario de todo lo que había hecho hasta ahora con la fotografía, al final surgían las preguntas sobre el quién, el cómo y el para qué, que para mí son casi más interesantes que el qué o el dónde. Es curioso porque los lugares por donde me muevo con la fotografía suelen ser la calle y los espacios interiores, que tienden a parecer opuestos, pero no lo son porque en los dos busco lo mismo: la intimidad. Soy consciente de que hay una parte de mí que tiene que ver con expresar mi vida desde pequeño, que siempre ha estado ahí, y ahora, con la fotografía, he encontrado la mejor forma de hacerlo. La mejor forma de expresar y de compartir. De pequeño, cuando escribía mis diarios, siempre me producía placer cuando alguien los leía. Desde el 2006 que me abrí un Fotolog, me compré mi primera cámara digital y comencé, no he dejado de mostrarme hasta hoy. Debe ser una necesidad que tengo, quizá viene de no haberla desarrollado mucho de pequeño, pero eso ya es otro tema. Y me doy cuenta de que me encanta generar experiencias para que la gente pueda hacer lo mismo, para poder compartirlo con los demás.

Álex Serrano: Está bien, porque aquí, el medio, Internet, te ha dado herramientas para expresarte públicamente. Digamos que te ha ayudado en tu proceso de aprendizaje.

José Bravo: Sí, ahora lo hago con Facebook, que quizá no sea la herramienta más adecuada, pero es el que he encontrado y en el que más cómodo me encuentro. Sé que lo que escribo llega a mucha gente, no es tan íntimo, pero al final, lo llevo siempre al terreno de la intimidad. Detrás de todo esto hay una decisión y una apuesta por que no sea tan raro hablar de lo íntimo. Si llevara una pancarta en una manifestación, diría algo así como que compartir no está tan mal. Es algo que necesito yo, pero también es una cosa que elijo, tengo que poner mi granito de arena para que el mundo lo vea menos raro. Porque, ¿sabes? a veces ayuda que me exprese a que otras personas se expresen. Te ayuda a no sentirte tan raro y sólo en eso que tú sientes.

dissenycv.es-josebravo-2Álex Serrano: ¿Crees que se estigmatiza mucho la expresión de los afectos?

José Bravo: Sí, sí, de hecho estoy muy sensible con ese tema, porque sé de personas que no llevan bien el que yo hable de cosas íntimas en espacios públicos. Estoy sensible pues soy sensible al qué dirán y más si es alguien que me importe. Y por otro lado pienso: cualquier lugar, por qué no Facebook, es un buen lugar para expresar y compartir. Si no se entiende, no lo mires, y ya está.

Álex Serrano: Hay algo que es peor que los comentarios que censuran a otro y son los comentarios que censuran a los comentarios que censuran a otro. Esa metamierda…

José Bravo: A mí, por ejemplo, también me cansan cosas, pero si me cansan no las veo ni las critico. No me enamora el que pone quejas, pero no lo critico. Me parece perfecto porque esa persona necesita hacerlo por lo que sea. Ahora, si me cansa, no lo miro. Creo que detrás de todo eso hay una veneración de la queja, y del todo está mal y el mundo es una mierda, y no se lleva bien el discurso más optimista, el contar las cosas bonitas que nos pasan. A mí también me pasan cosas malas como a todo el mundo: discuto, me aburro, lloro… Ahora bien, si elijo hablar de todas las cosas bonitas que me van pasando es porque, primero, me he dado cuenta de que eso genera más cosas bonitas, y segundo, porque a la gente le puede ayudar. Es una elección y punto. Existen personas que viven desde una visión más victimista o negativa, y no se lleva bien con ese tipo de discurso. No sé, creo que cada uno tiene la responsabilidad de cómo le van las cosas. Viktor Frankl decía que de cualquier situación tú eliges cómo estar ante ella. O sea, sí que hay una responsabilidad, no todo el mundo funciona igual ante un quedarse sin trabajo o ante una enfermedad. Y yo creo que ese discurso de la responsabilidad, que es muy gestáltico, no suele gustar. Porque para todos es más cómodo pensar que la responsabilidad de como le van las cosas no es suya, está afuera.

Álex Serrano: Es muy español esto de la queja, del señalar al otro….

José Bravo: Es el deporte nacional. Más que el fútbol. Aunque yo creo que ahora está un poco de capa caída, ¿no? Me acuerdo que cuando el 15M pensé, hostia, parece que ya nos hemos cansado y estamos proponiendo cosas y cada uno se está dando cuenta de que es responsable y blablabla. Pero creo que todavía cuesta llevar adelante esa forma de pensar, aunque hay muchos movimientos de compromiso. Soy optimista y creo que sí que estamos cambiando y revolucionando las cosas. No soy de los que piensa que todo sigue igual y que todo es una mierda. Pero sí que creo que aún falta mucho por trabajar.

Álex Serrano: Parece que mucha gente no termina de asumir la época en la que vive y espera demasiado. Espera demasiado de todo; que los políticos nos saquen de esta crisis, que los amigos nos apoyen en todo, etc.

José Bravo: Sí, esperamos que nos lo den hecho, lo que pasa es que no nos damos cuenta que es incómodo y supone un esfuerzo, y de que depende de nosotros mucho más de lo que pensamos. Yo digo siempre que tenemos la capacidad de elección en cada momento. Podemos elegir mucho más de lo que creemos.

Álex Serrano: Al final fotografiar es elegir. Yo veo que eliges, que te centras cada vez más en la persona el colectivo o el fondo. Son casi retratos. Y buscas en cada uno ese momento donde más vulnerables están, donde menos cohibidos se sienten.

José Bravo: Bueno, el tema de las personas ha ido evolucionando como todo. Yo antes me situaba de lejos, me escondía y había muchas espaldas… Tenía miedo. Hasta hace un año o así no hablaba con la gente que fotografiaba. Poco a poco me he ido acercando más. Y de un tiempo a esta parte he descubierto que tenía un estereotipo muy marcado y totalmente erróneo. Un día me obligué a hablar con cada persona que fotografiaba, pensaba que la gente iba a reaccionar mal si les decía si podía fotografiarles o si les decía: mira, te he hecho una fotografía. Y resultó que no, que no era así, y me sorprendió muchísimo, porque de diecinueve personas a las que pregunté, diecisiete dijeron que sí.

Y por lo que comentabas de mi fijación, lo que me atrae de la persona no es su fachada, sino lo que hay detrás, esa intimidad. Me interesa captar algo que tenga que ver con la intimidad. Algo que me toque. Todo esto, claro, no lo pienso cuando hago las fotos, pero sí que sé reconocer aquí cuando algo de una persona me toca, y ahí es a donde yo intento llevar la foto. Algo que tenga que ver con una expresión, con una mirada. Cuando uno va haciendo muchas fotos, se da cuenta de lo que se repite, y creo que eso tiene que en mi caso tiene que ver más con la emoción o con lo misterioso. Para que algo me toque necesito que esté vivo, que esté respirado, que sea espontáneo. Por eso me gusta tanto los niños y los ancianos, aunque ahora también lo estoy intentando con gente de nuestra edad.