Charlamos con la diseñadora Laura Jover en el Centre del Carme.
Producción de la entrevista: Tomás Gorria
Fotografías: Kike Taberner
Entrevista: Paco Ballester
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¿Quién es Laura Jover?
Me cuesta mucho definirme pero creo que podría decir que soy una persona bastante inquieta y autoexigente, a la que le encanta el diseño y que pretende vivir de ello.
¿Cuándo comienzas a sentirte atraída por el mundo del diseño? ¿Existe algún antecedente familiar?
Siempre me he sentido muy atraída por el diseño, pero no fui 100% consciente hasta comenzar mis estudios en la UPV y entender bien lo que era. Desde pequeña me fijo mucho en los colores y las formas. Quizás en asignaturas como dibujo técnico comenzó a gustarme componer con elementos geométricos, crear texturas y usar colores para dar vida a las formas.
Otro “referente” que recuerdo es la televisión o el cine, aunque aun no sabia que lo que estaba viendo era diseño, desde pequeña he apreciado las combinaciones de colores, las tipografías y los gráficos de los videoclips, créditos de películas o incluso de los dibujos animados. Muchos de los programas que veía, los elegía por pura estética.
Nadie de mi familia se dedica al diseño gráfico y por lo general a nada artístico o creativo.
Cursas diseño de producto en la UPV y más tarde completas tu formación en diseño gráfico en EASD València. ¿Por qué decides continuar formándote en un ámbito del diseño como el gráfico?
Siempre fui una alumna de ciencias y en bachillerato no conocía la posibilidad de estudiar algo como diseño gráfico, o escogía una Ingeniería o si buscaba algo más artístico solo conocía la opción de Bellas Artes. Por ello intenté buscar dentro de las ingenierías aquella que mezclara ambos mundos, pero estudiando diseño de producto, me di cuenta de que me gustaba más maquetar las memorias, presentaciones o en crear una estética para mis proyectos, que diseñar el producto en si. Gracias a una optativa comprendí que era el diseño gráfico y decidí que me quería dedicar a ello.
Consideraba que sabía muy poco de diseño gráfico como para lanzarme al mundo laboral, así que decidí seguir estudiando. La EASD fue una elección muy sencilla y rápida, quizás debí haber estudiado directamente allí, pero es cierto que la ingeniería me dio unas herramientas que me han ayudado mucho a enfocar los nuevos estudios y los actuales proyectos. Fue un camino más largo pero que repetiría.
Compatibilizas los estudios en EASD València con la docencia. ¿Te resultó difícil ser alumna y profesora al mismo tiempo?
Lo más complicado eran los horarios y tratar de ser buena profesional en ambos campos. Sobre todo al principio, notaba que no profundizaba en los proyectos de gráfico, no podía participar en los workshops o talleres ya que tenía otras responsabilidades como profesora. En la escuela encontré un gran apoyo en mis compañeros, con los que colaboré mucho y sentía que me mantenían “al día” cuando yo no podía estar ahí.
Comienzas tu trayectoria profesional en el estudio por entonces formado por Marisa Gallén y Carmina Ibáñez. ¿Qué extraes de ese primer contacto con el mundo profesional del diseño?
Fue una gran experiencia y aprendí muchísimo de ellas, no solo sobre diseño, también sobre cómo enfocar los proyectos, cómo colaborar, hablar con los clientes, tomar decisiones… muchos aspectos que no conoces al salir de la escuela. Siempre me sentí muy protegida por ellas y creo que no podría haber tenido un mejor primer contacto con el mundo profesional del diseño.
Además tuve la suerte de vivir con Marisa su capitalidad y disfrutar de las actividades, charlas y eventos.
Posteriormente entras en un estudio también plenamente asentado, como es Pixelarte. ¿Cómo se produce tu entrada?
En Pixelarte he tenido la suerte de rodearme de otros diseñadores de mi edad con los que poder trabajar mano a mano. Esta experiencia también está siendo muy enriquecedora, al ser un equipo más grande y con diferentes perfiles de diseñador, estoy aprendiendo a enfocar los proyectos junto a ellos combinando nuestras habilidades y puntos fuertes.
¿Qué labor desarrollas en Pixelarte? ¿Cómo es tu día a día?
Depende mucho de los proyectos en los que estemos trabajando en ese momento. Por ejemplo, me ocupo del mantenimiento de marcas, diseñando aplicaciones para marcas ya consolidadas, pero también trabajo en el proceso de creación de proyectos totalmente nuevos. Desde proyectos de branding, editorial, packaging, intervención de espacios… Considero que el trabajo en este estudio es muy multidisciplinar.
Has trabajado en dos estudios. ¿Piensas en un futuro en lanzarte a la aventura en solitario? ¿Prefieres el trabajo colaborativo en estudio con otros profesionales? ¿Por qué motivo?
Prefiero el trabajo colaborativo en estudio. Creo el el trabajo de diseñadora muchas veces es demasiado solitario, la mayor parte eres tu con tu ordenador. Colaborando en un estudio, escuchando las opiniones o reflexiones de los compañeros, haciendo uso de sus habilidades mezcladas con las tuyas, los proyectos pueden llegar mucho más lejos. Además siempre puedes aprender más trabajando al lado de alguien, ya sea sobre nuevas herramientas, tendencias o simplemente su manera de enfocar los problemas al diseñar.
Considero que los proyectos siempre se enriquecen al colaborar.
Tu trabajo se centra en el diseño gráfico. ¿Te gustaría tener la oportunidad de trabajar en diseño de producto? ¿En qué área?
El área que más me ha interesado del diseño de producto es la más artesanal. Diseñar volúmenes a base de “prueba y error”, modificándolos con tus propias manos.
Después de trabajar con Jorge, tengo una espinita clavada con la cerámica. Me encantaría volver a practicar y aprender más de esa modalidad.
En cuanto al diseño gráfico, ¿qué aspectos te interesan particularmente? ¿Qué tipo de proyectos te ilusionan?
En el diseño gráfico me siento mucho más cómoda que en el de producto, por lo que me he permitido probar más áreas. La ilustración, fotografía, el diseño editorial, branding, packaging… Ultimamente me interesa mucho el mundo de las páginas web, me resulta un paso natural de llevar el mundo editorial a lo digital. Mimar las webs tanto como lo haríamos con el diseño de un libro.
¿Te sientes cómoda en tu etapa actual o te gustaría evolucionar en un futuro próximo? ¿Qué áreas del diseño y la creatividad te gustaría explorar?
Me siento muy cómoda en mi etapa actual, pero es cierto que me gustaría aprender más sobre la inteligencia artificial y todas las herramientas que puede aportar al diseño gráfico.
Participaste en una de las ediciones de Retorno del Sentimiento, en colaboración con Jorge Monsalvatje. ¿Cómo recuerdas aquella experiencia? ¿Cómo se desarrolló aquella colaboración entre diseñador y artesano?
Para mi Silk fue un proyecto muy especial, de los pocos de diseño de producto en el que me sentí realmente cómoda y que disfruté del proceso, seguramente por la ayuda de Jorge. Fue un proyecto planteado desde la UPV, trataba de diseñar y producir un souvenir que recuerde el paso de la Ruta de la Seda por la ciudad de Valencia. Supuestamente debíamos contratar a un artesano que produjera un prototipo de nuestro diseño pero a mi me interesaba más aprender el proceso, no pagar para que alguien lo realizara. Me puse en contacto con Jorge, quedamos y le plantee mi idea, le enseñé mis bocetos y él aceptó trabajar conmigo. Fue una experiencia única en la que aprendí muchísimo, trabajar con él fue muy sencillo.
¿Sueles visitar el Centre del Carme? ¿Qué te atrae de este espacio?
Es uno de los museos de Valencia que más visito. Creo que es un centro muy accesible y versátil, que puede interesar a gente especializada en diseño, o no, a gente joven o más mayor. Además no solo hay exposiciones, también hay música, algo que creo que ayuda a que los museos se acerquen al público.
