Gracias al proyecto de recreación de unos baños basado en el uso único de agua y hormigón.
Cuatro estudiantes del cuarto curso de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Valencia (UPV) han obtenido el primer premio en el concurso internacional Site Like Baths, consistente en la creación de una zona de baños en el paraje de Serra da Estrela, Portugal. El grupo de estudiantes está formado por Álvaro Olivares Peralta, Sevak Asatryan, Esther Sanchis Llopis y Eduardo Sancho Calzada y el jurado ha estado compuesto por los arquitectos Fran Silvestre, Marc Jay y Mauro Turin. El concurso estaba abierto a estudiantes y profesionales de la arquitectura de hasta 40 años de edad.
La propuesta del grupo de estudiantes de UPV está basada en el empleo único de hormigón y agua, con el propósito de generar un espacio plenamente integrado con el paisaje en el que se encuentra enclavado. El veredicto del jurado señala que el proyecto «resuelve en una manera convincente y precisa la relación dialéctica entre lo artificial y lo natural, al mismo tiempo que propone una excelente claridad funcional y constructiva. Con los recursos mínimos, trata de crear una diversidad de atmósferas de una gran riqueza espacial, susceptible de producir emociones. Su simplicidad le da la sobriedad y la elegancia que encaja a la perfección en un entorno de un carácter tan firme. La propuesta también tiene un valioso componente atemporal».
Descripción del proyecto:
El paisaje glaciar y erosionado de Lagoa Comprida ha permanecido desde sus orígenes en un punto alto de Sierra da Estrela, un lugar que ha sido dibujado únicamente por sus rocas y su agua. Ninguna actividad humana más allá de la presa ha tenido lugar en sus valles, y un camino para senderistas es la única vía para entrar en contacto directo con su naturaleza.
La propuesta de los baños se acoge a esa naturaleza, utilizando solo el agua y el hormigón – que no es más que la roca domesticada por el hombre. Se trata de un volumen de mínima presencia que emerge de las rocas, entre el camino original y la orilla del lago, donde la luz baña los materiales para dar forma a su interior.
La propuesta queda dividida en dos mediante el sendero de acceso, un punto que actúa como transición entre la naturaleza y la escala humana. A continuación, aparecen, a un lado, las estancias secas para el descanso tras el disfrute del otro lado: los baños, un espacio descendente y cercado, únicamente penetrado por la luz, que ofrece una abertura en su punto más bajo, mediante una separación de las rocas de donde ha nacido. Un punto que hace al visitante entender el lago, creando una relación interior-exterior directa donde ofrece uno de sus muros para crear una piscina exterior única que se funde con las rocas.
