Carmel Gradolí: “El mayor problema en Valencia es que no existe un modelo de ciudad”

Charlamos con el arquitecto que encabeza la candidatura “Colegio abierto” para las elecciones de CTAV.

De izq. a dcha.: Carmel Gradolí, Quique Argente, Miguel Arráiz, Maria Oliver y Reme Vicens. Eva Figueroa completa la candidatura.
De izq. a dcha.: Carmel Gradolí, Quique Argente, Miguel Arráiz, Maria Oliver y Reme Vicens. Eva Figueroa completa la candidatura.

Por Paco Ballester.

Carmel Gradolí, arquitecto, es la cara visible de la opción “Colegio abierto” que concurrirá mañana a las elecciones al Colegio Territorial de Arquitectos de Valencia (CTAV). Gradolí es autor, entre otros proyectos de la restauración del horno alto nº2 de Sagunto, galardonado con el premio Europa Nostra.

Disseny Comunitat Valenciana (DissenyCV): ¿En qué situación se encuentra en estos momentos el CTAV?
Carmel Gradolí: Todos los componentes de la candidatura de “Colegio Abierto” coincidimos en que el CTAV necesita una revisión, está anclado en el pasado. Se mantiene la misma estructura cuando la profesión ha cambiado y las demandas de la sociedad también. Personalmente pienso que debimos habernos presentado ya en las anteriores elecciones, pero preparar una candidatura requiere tiempo y dedicación. El CTAV se presenta como un reto muy interesante. No queremos limitarnos a gestionarlo, sino que deseamos diseñar un nuevo modelo, que relacione de manera más amplia y estrecha al arquitecto con la sociedad.

DissenyCV: ¿Cuáles son las bases de su candidatura?
Carmel Gradolí: El programa lo hemos elaborado en base a unas ideas previas y lo hemos perfilado hablando con la gente. En una reunión, uno de los arquitecto asistentes nos comentó: “No queremos un programa, queremos un nuevo colegio”. Por eso queremos un colegio participativo, en el que los colegiados se sientan parte de él. Nos gustaría que el Colegio consultara las decisiones de modo asambleario, pero para ello es necesaria una modificación de los estatutos. Ahora hay una votación cada tres años y tras ella la involucración es mínima. En estos momentos la participación en los comicios ronda el 30% y por ello queremos implantar el voto telemático.
También buscamos un colegio transparente. En estos momentos no sabemos el estado de las cuentas. Queremos saber los gastos, el estado del patrimonio, etc. la primera medida que tomaremos será realizar una auditoria general. También está prevista una revisión completa de la web del CTAV.
Creemos que el Colegio debe estar al servicio de los colegiados. En estos momentos los profesionales no saben qué servicios da el Colegio, y por ello, dudan en colegiarse. Los arquitectos trabajan de manera independiente, pero necesitan una asociación fuerte. Por otro lado debemos tener en cuenta que en la actual situación hay arquitectos que trabajan en ámbitos como el diseño, y esos profesionales también necesitan un reconocimiento, un apoyo.
Otro de los puntos en que incidimos es el devolver la presencia de la arquitectura a la sociedad, ya que es prácticamente el único arte público. En relación con esto, la presencia del Colegio en la sociedad está menguando, cuando desde los movimientos urbanos se está reclamando su presencia. ¿Qué se ha dicho desde el CTAV del plan de La Marina? ¿Y del Parque Central? La nueva Ordenanza del Espacio Público, que es el espacio de vida ciudadana, no se ha debatido. Aquí el Colegio tampoco se ha significado.
Por último, necesitamos un Colegio abierto tanto a los arquitectos como a las Escuelas, ya que son dos patas de la misma mesa. El Colegio debe recoger a los futuros profesionales y debería estar en contacto permanente con la Escuela, con las instituciones públicas y la sociedad. Por eso creo que el Colegio es el sitio adecuado para realizar foros donde se pulse la opinión pública en asuntos que afecten a nuestra ciudad.

dissenycv.es-carmelgradoli-1

DissenyCV: ¿Cuál es el mayor problema a su juicio al que se enfrenta Valencia desde su posición de arquitecto?
Carmel Gradolí: La falta de participación ciudadana en el urbanismo. La sociedad debe ser escuchada. Ahora se diseña el urbanismo desde arriba, desde las altas instancias, y cuando el proyecto está acabado se pregunta a los ciudadanos si les parece bien. Una vez estos realizan las pertinentes alegaciones, las menos importantes se contestan mientras que las que señalan problemas profundos se desechan. Es necesario dar la vuelta a esta situación, montar estructuras participativas y escuchar.

DissenyCV: ¿Qué opinión guarda de la ciudad de Valencia?
Carmel Gradolí: Valencia es una ciudad con un potencial enorme. Tiene un tamaño adecuado, es plana, con playa urbana, un centro histórico, un Ensanche… pero está infraexplotada. La trama urbana es interesante, así como la arquitectura histórica o la popular (Benimaclet, Cabanyal, por ejemplo). Es una ciudad amable, pero tiene un grave problema, el tráfico. No se ha hecho un estudio de movilidad y hay una preferencia absoluta por el coche. También hay múltiples barreras arquitectónicas que afectan a los recorridos de los ciudadanos y la jardinería, los espacios verdes, son muy mejorables. Creo que el asunto de fondo es que no hay un modelo de ciudad. No sabemos dónde va Valencia. Los Planes Generales se han limitado a pequeños apaños, revisiones, etc. No sabemos si queremos una ciudad portuaria o una volcada con el turismo. Valencia creció hacia fuera, como un buñuelo, mientas el centro se vaciaba, arrasando la huerta, y los poblados marítimos van en camino. Lo más complicado es pensar las cosas, y como cuesta, pues no se hace.

dissenycv.es-carmelgradoli2

DissenyCV: En los últimos días hemos visto como la Fundación Hortensia Herrero anunciaba su intención de hacerse cargo de la rehabilitación del Colegio del Arte Mayor de la Seda. ¿Cuál es su postura ante esto?
Carmel Gradolí: Los organismos públicos son responsables de la rehabilitación y mantenimiento del patrimonio, pero el hecho de que entidades privadas intervengan en su rescate es sano y beneficioso. El patrimonio industrial representa el saber de la sociedad del siglo XX y es una verdadera lástima que no esté considerado porque la industria ha producido nuestra sociedad actual. También hay “patrimonio” que es evidente que no vale la pena recuperar. Una nave cualquiera en un polígono, por ejemplo.

DissenyCV: Pero todavía hay casos sangrantes, como la Ceramo, Bombas Gens o las naves de la Cross, por ejemplo.
Carmel Gradolí: Este patrimonio necesita ser transformado en nuevos edificios con nuevas funcionalidades. Lo complicado, además de la restauración, por supuesto, es la implantación de nuevos usos. Es que a veces, y perdone, se dan casos de verdadera estupidez institucional. Pongamos sobre el tapete el caso de las naves de la Cross. ¿Por qué hay que transformarlas en una ciudad del pádel? ¿Quién pide eso? ¿Realmente es necesario?

DissenyCV: Anatxu Zabalbeascoa planteaba en uno de sus últimos artículos la llegada del fin de la “Gran Arquitectura”. ¿Es Valencia un ejemplo válido de este modelo?
Carmel Gradolí: En Valencia se ha construido por encima de nuestras posibilidades culturales. La Ciudad de las Artes y las Ciencias, por ejemplo, tiene un nivel de equipamiento brutal, pero Valencia, con todos los respetos, no es París. No tenemos la capacidad cultural ni el flujo turístico para hacerlo funcionar. Ahora, el modelo de gestión que se propone es la privatización. Es decir, construyes una cosa que va directa a la ruina y después esperas que llegue alguien de fuera para hacerlo viable. Y ese gestor privado debe venir, como he dicho, de fuera de Valencia, porque en nuestra ciudad no existe.