Jardín proyectado por el estudio ilicitano Unomas1 Arquitectura y Mediambiente para el Festival Internacional de Jardines Ponte de Lima (Portugal).
El pasado 31 de Mayo se inauguró la 9ª Edición del Festival Internacional de Jardines de Ponte de Lima, sobre la temática «Jardim dos Sentidos» en el que el estudio de Arquitectura y Paisajismo (con oficinas en Elche y Santander) Unomas1 Arquitectura y Medioambiente fue seleccionado para participar con la propuesta denominada Sentigrama. El Festival ha sido recientemente galardonado con el Premio de Festival Internacional del Año 2013 por su aportación al desarrollo del turismo internacional ligado a los jardines. El año pasado recibió cerca de 105.000 visitantes. Para esta 9ª edición, centrada en el tema ‘Jardín de los Sentidos’, fueron recibidas 48 propuestas, procedentes de 13 países, entre ellos, España. El Festival podrá visitarse hasta el próximo 31 de octubre.
Unomás1 Arquitectura y Medioambiente planteó su jardín como un laberinto cognitivo. A partir del tema de esta edición, los sentidos, el estudio de Elche propuso crear un espacio que pudiera conectar con los sentimientos de los visitantes. Estos sentimientos pueden ser evocados a partir de estimulaciones, y por eso se propuso un laberinto en el que se van encadenando espacios en los que se pretende activar cada uno de estos sentidos. Este jardín tiene una doble función, por un lado ver las primeras sensaciones que se experimentan cuando eres un niño con el tacto, oído, olfato y por otro lado revivirlos y asociarlos. De esta forma niños y adultos comparten, aprenden, juegan y enseñan a lo largo del recorrido del jardín formando palabras en cada uno de los espacios que les hacen explicar lo que están sintiendo en ese momento. Se asocian las sensaciones vividas en el jardín con las palabras formando un SENTIGRAMA.
Para construir el jardín se ha tratado de usar un material reutilizado. Además, se intentó que fuese un elemento de uso común pero que al cambiar su uso tuviera unos resultados muy vistosos. Por este motivo se optó por utilizar palés de obra, que puestos en vertical y mediante la utilización de una tela plástica en su interior, permite su conversión en una jardinera para vegetación. De esta forma se construye un laberinto mediante paredes vegetales. El equipo español consiguió que estos palés fueran autoestables optando por colocar módulos formados por dos de ellos que se unen transversalmente con listones. De esta manera se logró un mayor apoyo y una estructura más estable. Se ha tratado de combinar las paredes vegetales con las paredes que contienen los mensajes. Estas palabras se colocan sobre telas vaporosas que recubren los palés, logrando una percepción singular en cada zona.
En cada una de las zonas que se plantearon, se utilizó una vegetación y unos materiales específicos, intentado despertar sentimientos diferentes. Para ello, se potenciaron las cualidades que cada elemento aporta. El laberinto esconde cinco zonas diferentes, en las cuales se pretende estimular los sentidos: olfato, sonido, tacto, gusto y vista. Estas zonas se entrelazan a lo largo del recorrido y el visitante podrá recorrerlo tal como quiera, potenciando así que cada persona tenga su propia experiencia. Como ejemplo, podemos señalar tres de ellas, las zonas Olfato, Sonido y Vista.
En la Zona Olfato se han combinado diferentes plantas como el jazmín de Madagascar y los alelís, las gardenias o los rosales, creando un espacio neutro en color blanco. De esta forma el visitante se dejara llevar por la esencia del perfume, evocándole algo percibido, vivido, conocido o quizás una nueva experiencia. En la Zona Sonido los tallos huecos de bambú recogen el sonido del viento y la lluvia, y el canto de los pájaros. En la Zona Vista se ha diseñado un espacio colorido formado por flores dispuestas en vertical y horizontal, combinada con los reflejos que proporciona la cortina de destellos.
Para saber más sobre el proceso de creación y materialización del jardín, se puede consultar este enlace.