Una vivienda abierta al paisaje que se configura a partir de un juego de desniveles.
Fotografía: Arturo Ferrer
Arquitopias es un estudio de arquitectura y diseño de interior encabezado por Miguel González Felgueras, quien también ejerce labores docentes en la escuela de diseño Barreira. Uno de los últimos proyectos es la denominada «Casa 47» ubicada en un área residencial próxima a la localidad valenciana de Bétera.
Desnivel acentuado
La propuesta en esta vivienda residencial partía de la premisa de trabajar sobre una parcela muy particular, con mucho desnivel. El primer boceto planteaba dos niveles de vivienda, uno parcialmente excavado a modo de “pseudo-sótano” que quedaba por debajo del nivel de la acera pero prácticamente al mismo nivel que el campo de golf sobre el que recae el terreno, y otro nivel superior donde se podría desarrollar la totalidad del programa de la vivienda.
El nivel inferior se materializa de una forma muy pétrea, como formando parte del propio terreno, casi como si se hubiera vaciado y cincelado la piedra para dar lugar a los espacios habitables.
Acceso interior a la planta sótano
Las primeras ideas ya materializaban los muros a base de piedra natural (se barajó el rodeno, pero se descartó por motivos estéticos y de suministro, aceptando finalmente la piedra pizarra de tono gris oscuro) y que los desniveles fueran suaves imitando los desniveles naturales del terreno. Al nivel inferior se accede desde el interior de la vivienda a través de una escalera pero también exteriormente a través de una rampa suave para vehículos y peatones sobredimensionada en anchura a modo de “calle pública” y que comunica visualmente el fondo de la parcela con la piscina y el campo de golf a modo de fondo de perspectiva. En esta planta sótano se desarrollan los espacios de servicio de la vivienda y se ubica el espacio exterior pero cubierto donde aparcar los coches, y además, a través de un patio acristalado descubierto, se generan unas ventilaciones naturales y unas visuales que dotan a ese espacio “calle” de una riqueza espacial y programática especial.
La premisa de la abstracción
La planta superior, la que está al nivel de la calle, contrasta espacial y materialmente con la planta sótano. En esta ocasión la forma se trabaja con la geometría pura de un hexaedro y un revestimiento blanco y continuo que enfatiza la idea de abstracción. Una “caja pura” dejada caer de forma sutil sobre el terreno excavado (sobre la planta sótano). La iluminación perimetral de la planta superior en su encuentro con el suelo enfatiza la idea de mostrar la caja “flotando” casi literalmente sobre las superficies de piedra pizarra de la parcela en muros y pavimentos.
Fachadas abiertas al entorno
El ejercicio de abstracción continúa con el trabajo de los huecos de la fachada, pues la fachada sur y norte se abren totalmente al paisaje (la sur oculta tras un juego de lamas de aluminio correderas que permite regular el soleamiento y también ocultar o mostrar la fachada de vidrio según necesidades), la norte por el contrario es un vidrio continuo con apertura motorizada que comunica el interior de la vivienda con el exterior del paisaje de una forma explícita. Por el contrario, las fachadas este y oeste carecerían de huecos al exterior, muros blancos y continuos.
Distribución
Planta superior:
Todo lo que son espacios habitables durante el día a día; acceso, guardarropía, aseo de cortesía, escalera de bajada a la planta sótano, dormitorios infantiles con baño compartido, despensa, cocina, salón-comedor, dormitorio principal con vestidor y baño en suite.
Planta inferior:
Espacios de servicio secundarios; salas de juegos y de entretenimiento, aseo de cortesía, salón-comedor verano, dormitorios de servicio dotados con baños, un espacio para trabajar y organizar reuniones, etc…
Planta sótano:
El garaje, exterior pero cubierto, se ubica en la planta sótano y su acceso es a través de la rampa sobredimensionada a modo de “calle” que comunica visualmente la vivienda con la parcela en ambos niveles. No se trabaja como un garaje convencional, sino como un espacio más exterior. Un espacio que fuera “vivible” durante mucho tiempo, donde fuera agradable organizar reuniones de amigos, comidas, etc… con ventilaciones y visuales cruzadas a través del patio central, desde donde crece en vertical un ejemplar de magnolio.
Huyendo de los convencionalismos, el garaje no se proyecta como un espacio oscuro y sucio iluminado a través de tubos fluorescentes. Esa calle es donde se aparca el coche, pero también donde se puede comer en verano, tomar un aperitivo con los amigos, leer en el sofá mientras ves a tus hijos disfrutar en la piscina, o alzar la vista y ver qué ocurre en tu salón, tu cocina, el pasillo de acceso a los dormitorios,…
Adicionalmente, las piezas que vuelcan hacia las impresionantes vista del campo golf son las piezas ”nobles” de la vivienda, salón-comedor y dormitorio principal. Todas ellas pueden quedar totalmente abiertas al exterior a través de un complejo sistema de hojas correderas o permanecer cerradas pero con una visión completa de ese bello entorno natural.
Cada cliente requiere de una propuesta, de un planteamiento, de una vivienda… su vivienda. No me caracterizo ni me quiero caracterizar por tener una carta de viviendas que elegir, disfruto de las fases de ideación, de sentarme con los clientes, hablar con ellos, conocerles, convencerles, negociar… y disfruto mucho de crear, borrar, volver a crear, improvisar, solucionar…
Las reuniones con los clientes me ayudan a generar el diseño de sus casas. Quien me busca debe ser porque confíe en un trabajo a modo de sastre… donde las viviendas que genero son “trajes a medida” en las que yo me sienta orgulloso y en las que ellos se sientan a gusto habitando su espacio.
Si los clientes confían en ti, los proyectos son mucho mejores y gustan, ésa es la clave.