El proyecto realizado por el estudio de arquitectura alicantino ha sido recientemente premiado en el salón internacional Piscina Barcelona.
Isaac Peral Arquitectos es un estudio emergente (formado por Isaac Peral Codina, Luis Carreira, José Miguel Carmona y David Bisquert), radicado en la ciudad de Alicante, que desarrolla su actividad profesional entre esta ciudad y Valencia. En los últimos años, este despacho ha obtenido diferentes premios y menciones en obra construida y concursos de arquitectura, como el proyecto para el Complejo del Nuevo Obispado de Orihuela-Alicante, o el proyecto realizado para el Hotel Spa La Romana, galardonado en el salón Piscina Barcelona, una de las plataformas de negocio más importantes a escala internacional en el sector del agua.
En el recorrido profesional de este despacho, destaca su participación en proyectos urbanos en la ciudad de Alicante, como el Parque emplazado en la antigua Lonja de Verduras, el proyecto para Plaza Balmis y el reciclaje de la antigua Estación de Autobuses. Su obra construida ha sido seleccionada, en repetidas ocasiones, para exposiciones, muestras, y publicaciones de arquitectura.
Además de la actividad profesional, de manera paralela, el estudio está implicado en la actividad docente de la asignatura de Proyectos Arquitectónicos en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Valencia donde es visible su participación en publicaciones de docencia y arquitectura.
En cuanto al proyecto, el edificio está organizado a modo de hamman. Se compone de planta baja y sótano para cámara de instalaciones, tiene forma rectangular y se encuentra en la parte noroeste de la parcela. Se accede al mismo a través de una pérgola metálica desde los edificios del hotel. Consta de dos zonas principales: la primera o acceso, en la que se sitúan la recepción y la cafetería; y otra zona en la que aparecen los vestuarios y zona de aguas y relax. Esta zona consta de un circuito continuo, sin salir del agua, donde se enlazan los diferentes tratamientos.
El terreno del lugar contiene óxidos que tiñen el paisaje de color rojo. El edificio se ha construido con la piedra del lugar (mármol Rojo Alicante), mimetizándose de esta forma con su entorno. El bloque, marmóreo y grana, acoge al visitante en su interior, austero pero confortable, para ofrecer una experiencia sensitiva de agua y luz. La penumbra de su interior únicamente se rompe con la luz que penetra por las múltiples grietas talladas en su revestimiento de mármol a modo de celosía. Se produce así un espacio interior, que sólo se comunica con el exterior mediante rasgaduras estratégicamente situadas para descubrir el paisaje.
El techo de hormigón, acabado con la textura de los encofrados de madera y que refleja los destellos del agua, se abre puntualmente a través de lucernarios. De esta forma la iluminación es cenital, que al mezclarse con el vapor de agua proporciona la sensación de ambiente ingrávido. En el atardecer, la luz se transforma desde una iluminación natural que desciende por los lucernarios, pasando por colores cálidos anaranjados, que entran por las fisuras en forma de cientos de líneas de luz que refuerzan el rojo de la piedra, hasta que gradualmente se va percibiendo la iluminación artificial diseñada para introducir al usuario en un ambiente lúdico y relajante. Los amaneceres invierten el proceso.
Todos los materiales de construcción empleados son naturales (piedra, hierro y madera), propios de la zona, reinterpretándose así la arquitectura vernácula, donde predomina el tratamiento de la luz para percibir el espacio, como medio de materialización de esta. Se consigue así una arquitectura muy actual pero que se nutre de la tradición constructiva del lugar.
En sus instalaciones se ha cuidado el ahorro energético mediante técnicas bioclimáticas que han conseguido hacer del edificio una instalación sostenible y económica. Toda la iluminación del Spa es natural. Únicamente es necesaria la iluminación artificial en caso de uso nocturno. En la zona interior se resuelve mediante lucernarios y en el perímetro se solventa mediante el cerramiento de vidrio de fachada, cuya luz se filtra a través de la celosía. La celosía evita que el sol directo entre en el interior, de forma que en los meses de calor no es necesaria la climatización. Los espacios tienen ventilación cruzada para facilitar la deshumidificación y el confort higrotérmico.
El aporte energético de las placas solares, calientan el agua de la piscina y del Spa interior. La piedra de mármol es un excelente material capacitivo que mantiene el espacio caliente en invierno durante muchas horas, incluso hasta el día siguiente. Todos los materiales utilizados son locales y minimizándose los gastos de transporte y fabricación y por lo tanto la huella ecológica del edificio es muy reducida.
Fotografías de David Frutos.
