En esta ocasión, Tomás Gorria entrevista a Carlos Rubio y Noelia Terrer, integrantes del estudio Ladies&Gentlemen.
En este segundo artículo sobre novedades en diseño editorial, Tomás Gorria charla con Ladies&Gentlemen (Carlos Rubio y Noelia Terrer), quienes nos relatan algunas aspectos de A fuego lento, Taller de Poesía, de la editorial Litera.
DissenyCV: ¿Cómo os planteáis el diseño de un libro? ¿En clave estética o comunicativa?
L&G: Para nosotros no hay diferencias. La comunicación que funciona lleva intrínseca una buena puesta en escena. En el caso de un libro quizá más, porque se trata de un objeto con el que se tiene una relación mucho más íntima que con una valla de 8×3 metros o una cuña de radio. Con un libro te tienes que llevar bien porque te va a acompañar toda la vida. Tiene que ser agradable de tener entre las manos, se ha de leer correctamente, debe tener el tamaño adecuado… En fin, hay muchos factores que se escapan al diseño gráfico que también forman parte del diseño del objeto. Y que suman tanto o más.
DissenyCV: En los libros que diseñáis hay una fuerte presencia de vuestro trabajo, lo que convierte a los libros en un producto conjunto entre el diseñador/autor. ¿Cómo es esa relación?
L&G: En el caso de Litera Libros es que, además de llevar la dirección creativa, también somos autores de algunos de ellos. Supongo que eso influye a la hora de que se nos vea reflejados. Estamos acompañando a la editorial desde su gestación. Nosotros le hemos dado forma a todo lo que ha salido de Litera. Desde su marca, hasta la forma de hablar como marca. Se podría decir que la relación que tenemos es de familia más que de proveedor.
DissenyCV: ¿Qué importancia le concedéis a la tipografía? ¿Sois fieles a una determinada tipografía?
L&G: Es importante, claro. En Litera hay dos tipos de libros: los de colección (que son como el fondo de armario) que tratan temas relacionados con la crianza desde el ensayo (más o menos) y los demás, que son más variopintos. Para la colección utilizamos dos familias como base (Akkurat y Swift). Encajan muy bien. Para el resto no nos atamos tanto, porque tenemos cosas tan dispares como «100 pelis de adultos para ver con niños», «Lactancia» (un precioso libro con fotos de José Bravo y textos de Noelia Terrer) o un álbum del bebé como «Bienvenid@ a los primeros años de tu vida». En cualquier caso, nos ceñimos casi siempre a los clásicos y evitamos las estridencias y las «moderneces». Ah, «A juego lento» está hecho con Avenir para los titulares y Bariol para el cuerpo de texto.
DissenyCV: «Taller de poesía» conjuga una puesta en página con las ilustraciones, la mayoría basadas en la tipografía, que también son de vuestra factura. ¿Preferís trabajar con vuestras propias ilustraciones?
L&G: En este caso, sí. Porque las «ilustraciones», si se les puede llamar así, forman parte de un todo. Pero el proyecto inicial de este libro comenzó con otro ilustrador, por ejemplo.
DissenyCV: ¿Cuáles son vuestras referencias en diseño editorial? ¿Y en ilustración?
L&G: Vamos a citar algunos nombres seguidos y mezclados (y no únicamente de diseño editorial): Paul Rand, Jean Julien, Malika Favre, Saul Bass, Cruz Novillo, Mario Eskenazi, KesselsKramer, Manolo Prieto, Javier Jaén, Christoph Niemann, Enric Jardí, Peter Mendelsund, Josep Coll…
DissenyCV: La elección del bitono, ¿es una apuesta premeditada?
L&G: Sí. Hay un libro anterior, también de Mar Benegas, para el que hicimos el diseño íntegro también que se llama «44 poemas para leer con niños» que utiliza las dos mismas tintas. Al tratarse de la misma temática y la misma autora, quisimos hacer un guiño y continuar con esta gama. Es el único motivo.
DissenyCV: ¿Qué importancia le concedéis a la retícula en vuestro trabajo como diseñador editorial?
L&G: Relativa. Algunos libros la necesitan más que otros. Al menos así lo vemos nosotros. No somos talibanes de la retícula.
DissenyCV: ¿Cuál es vuestra relación con la editorial?
L&G: Somos como una familia (bien avenida). Nos llevamos muy bien y se nota en el trabajo que sale a la calle. Al menos eso creemos… Los procesos de trabajo de cada libro son muy laboriosos y concienzudos. Hoy en día, poder contar con tiempo para reflexionar cada pequeño detalle es un lujo. Juan Romero, el editor, es muy exigente también (en el buen sentido) y no te digo que no tengamos nuestras crisis en cada proyecto. Pero siempre son para que el resultado tenga la mayor excelencia posible.
