Y bajo el brazo ha traído su último trabajo: «Teatre de carrer a Vila-Real».
Paco Ballester / Tomás Gorria
El último trabajo del diseñador y fotógrafo Josep Gil lleva por título «Teatre de carrer a Vila-Real. 25 festivals», editado por Xarxa Teatre dentro de la colección Festa-Cultura, con textos de Óscar Luna. El libro (una nueva colaboración entre Gil y Xarxa), conmemora las primeras 25 ediciones del Festival Internacional de Teatre al Carrer que se celebra en la localidad castellonense. «El año pasado se cumplió este aniversario», comenta Josep Gil, «y desde Xarxa tenían la intención de agrupar la memoria gráfica en un trabajo. En un principio, era un libro que no iba a tener la identidad de un libro-libro, por decirlo de alguna manera».
Josep Gil, natural de Vila-Real es uno de los 30 fotógrafos cuyo material aparece recopilado en el libro. «La experiencia como fotógrafo fue muy útil en algunas fases del trabajo. Por su condición, el teatro de calle se nutre mucho del material de fotógrafos amateurs o de fotoperiodistas» puntualiza Gil. «Además, entre los años 2003 y 2004 se nota una transición a la fotografía digital. Este punto, evidentemente, dificulta el dotar de coherencia al libro». Esto llevó al diseñador a jugar con una maquetación que le permitiera incluir fotos de muy distintos tamaños. «En los primeros años de vida del festival hay poca información visual, y por el contrario, en los últimos, hay sobreabundancia».
«Ha sido un proyecto realizado en un tiempo muy limitado, aunque una de las ventajas fue que la catalogación de las imágenes ya venía dada por la compañía de teatro». Gil añade que «la ventaja de combinar las disciplina del diseño con la fotografía es que me permite solucionar necesidades explícitas, como es el caso de la portada». Xarxa Teatre quería una portada gráfica, una imagen que no remitiera a una compañía en particular, sino que fuera un compendio de las diversas ediciones, y capturara el espíritu del festival. «Hice dos portadas de prueba. Una reunía los 25 carteles de tantas otras ediciones y que ha quedado finalmente como imagen que acompaña el índice. La segunda prueba fue la escogida para la portada definitiva».
En cuanto al trabajo de maquetación, Josep Gil señala que «la maquetación por columnas permite una división vertical que lleva a que las imágenes no se justifiquen en altura para respetar el encuadre y la composición del fotógrafo. En cuanto a la gama cromática, Gil señala que tuvo claro desde un principio que uno de los colores a emplear en el libro debía aludir a un cierto tono llamativo, casi carnavalesco, de ahí el magenta que se combina con el negro. Por otra parte, Gil ha optado por una solución tipográfica sobria, utilizando un solo tipo, Caslon , de las denominadas Romanas clásicas Transicionales, tipografía cálida y muy confortable para el ojo, lo que la hace altamente legible.