Charlamos con la diseñadora a propósito de la muestra que hoy se inaugura en EASD Valencia.
EASD Valencia abre hoy las puertas de «¿Estudias o diseñas?, muestra retrospectiva que recoge en gran medida la trayectoria profesional de la diseñadora Marisa Gallén, integrante en la actualidad del estudio Gallén+Ibáñez junto a Carmina Ibáñez.
DissenyCV: Una exposición que recoge en una escuela de diseño el trabajo de una diseñadora formada en Bellas Artes. ¿El emplazamiento es indicativo de la evolución que ha tenido la profesión hasta adquirir la entidad propia de la que goza en la actualidad?
Marisa Gallén: El emplazamiento es perfecto para una diseñadora que estudió Bellas Artes en una época que no existía la enseñanza reglada del diseño, y ni siquiera era una profesión conocida en una España retrasada culturalmente con respecto a otros países desarrollados.
DissenyCV: Muchas veces las retrospectivas se entienden como homenaje implícito a una carrera que ha alcanzado o está llegando a su fin. Evidentemente, este no es tu caso. ¿Cómo te sientes en estos momentos, en el aspecto personal y profesional?
Marisa Gallén: Treinta años de profesión son bastantes para hacer una reflexión de este tipo, lo encuentro natural y además lo veo como un punto y seguido porque tengo energías renovadas, en parte porque mi socia tiene veinte años menos que yo y eso me vivifica y, por otro lado, la experiencia acumulada me proporciona una brújula para emprender proyectos aventurados.
DissenyCV: ¿Qué crees que puede extraer el visitante de la muestra desde dos miradas: la del interesado en el diseño y la del profano que pase por allí?
Marisa Gallén: Quisiera que el visitante comprendiera que se puede mejorar la comunicación a través del diseño gráfico aportando valor cultural. Que el diseño gráfico es una herramienta eficaz, no sólo porque es interesante desde el punto de vista de la estética, sino porque aporta concepto.
DissenyCV: El “estudias o diseñas” fue la representación verbal de una época en que el diseño (y todo aquello que lo rodeaba) era un ámbito muy de moda. Pero tras aquellos años, llegó una época de crisis. En cierto modo, ¿murió el diseño de éxito?
Marisa Gallén: Los 80 fueron para mi generación años de ilusión y juventud: había que quitarse la caspa franquista y esta tarea la emprendimos con entusiasmo. Basta con analizar la producción cultural de esta época para ver que se trataba de un deseo compartido: el cine de Almodóvar, la iconoclastia de Ocaña o los diseños de Mariscal representaron el espíritu de una época que buscó en sus raíces culturales la excusa para ser modernos. Una época de libertad irrepetible donde programas como “La bola de cristal”, presentado por Alaska, hoy serían políticamente incorrectos.
Tras la crisis del 93 creo que el diseño no murió de éxito, simplemente se adaptó a las circunstancias de la época y se decantó por el rigor y la calidad abandonando las extravagancias de la pasada década a demanda de un mercado más conservador y exigente.
DissenyCV: ¿De qué manera afrontaste estos años? ¿Replanteaste el enfoque de tu profesión? ¿De qué forma conseguiste capear el temporal?
Marisa Gallén: Cuando llegó la crisis del 93 acababa de ser madre y ese bajón de actividad fue oportuno para compatibilizar profesión y maternidad. No sufrí una crisis profesional ni personal. Nunca me he planteado dedicarme a otra profesión, estoy muy comprometida con el diseño y seguirá siendo así porque soy diseñadora las 24 horas del día. La crisis actual me ha afectado más. De hecho, ahora me ocupo de hacer visible el estudio, de dar conferencias y talleres, de estar presente en las redes sociales. Digamos que esta crisis me ha hecho consciente de que la autopromoción es necesaria, de que no puedo quedarme en el estudio esperando que lleguen los proyectos.
DissenyCV: La Nave fue un momento y unas circunstancias únicas que permitieron la creación de un grupo del que muchas veces se ha dicho que es irrepetible. ¿Crees que en cierta medida se ha “mitificado” La Nave con el paso de los años?
Marisa Gallén: Sinceramente no creo que esté mitificada, lo que sucede es que tras su disolución, los profesionales de La Nave hemos ido creciendo profesionalmente y ese prestigio le ha dado credibilidad. De no haber sido así nadie se acordaría de nosotros.
DissenyCV: Con el paso de los años has estrechado tu relación con el diseño gráfico partiendo de unos comienzos en los que planteaste proyectos de todo tipo. ¿Decisión consciente o consecuencia de la situación del mercado?
Marisa Gallén: En La Nave me parecía lógico hacer de todo porque algunos de mis socios lo hacían. Allí aprendí que trabajar en diferentes disciplinas simultáneamente proporcionaba una perspectiva más amplia de la profesión, que las fronteras son difusas y que las diferentes especialidades del diseño interactúan entre sí, y me atreví a aceptar todo tipo de proyectos.
Esta inclinación a hacer de todo la he mantenido en el tiempo, sin embargo el mercado me ha llevado cada vez más a la especialización en diseño gráfico. Ámbito con el que me identifico dada mi formación en Bellas Artes, porque los ingredientes del diseño gráfico comparten la misma naturaleza visual que las artes plásticas.
DissenyCV: Has señalado en multitud de ocasiones la necesidad de dignificar el paisaje visual que nos rodea a través del cuidado del diseño. ¿Te has dado por vencida o crees que todavía es posible?
Marisa Gallén: Estoy convencida de que si hay voluntad política se puede conseguir. Los diseñadores y las administraciones públicas debemos ponernos de acuerdo para crear un paisaje urbano digno. Hemos de tomar conciencia de que es un factor identificador de la ciudad ya que el diseño gráfico es omnipresente y si todo el diseño existente alcanzase el grado de digno, esa presencia podría ser un regalo para la mirada además de cumplir con su función primordial que es facilitar la comprensión de los mensajes. En definitiva, se trata de crear un entorno en el que la promoción comercial pueda convivir con los valores patrimoniales y culturales de la ciudad. Claro que se puede.
Hay ciudades que han emprendido medidas. Por ejemplo, Sao Paulo, en 2007, eliminó la publicidad de sus calles y el 70% de la ciudadanía lo valoró positivamente.
Se puede rebajar el impacto visual de los rótulos y vinilos en los escaparates de los establecimientos comerciales y bancos para que pasen de la categoría abusiva de anuncios publicitarios a la de servicio a la información porque la calle es patrimonio de todos y la ciudadanía valora positivamente las intervenciones dignificadoras como la rehabilitación de fachadas, remodelación de zonas peatonales, etc. Del mismo modo se podría organizar el mobiliario urbano, las señales de tráfico, los contenedores de basura, la contaminación lumínica, tanto de las farolas como de los bares y tiendas que pretenden llamar la atención de los transeúntes mediante potentes focos. En definitiva de todo aquello que “ensucia” el paisaje urbano.
DissenyCV: Estás en contacto directo con estudiantes tanto en España como en el extranjero. ¿Cuáles son las mayores diferencias que observas?
Marisa Gallén: Cuando he impartido talleres en Latinoamérica la impresión que me he llevado es que están construyendo país, tienen la urgencia de mejorar su presente que es muy distinto del presente en los países más desarrollados. La burbuja europea nos permite concentrarnos más en la excelencia profesional porque aunque seamos activos socialmente y tengamos conciencia de que todo es mejorable, lo cierto es que en Europa lo básico está solucionado: hay democracias consolidadas, sistemas de bienestar social, seguridad ciudadana, garantías jurídicas, un tejido cultural denso, etc.
Dentro de Europa las diferencias las he detectado más entre escuelas, algunas están muy enfocadas a la práctica profesional, otras son muy conceptuales, otras tienen una aproximación al proyecto tal como lo haría un artista, desde la investigación personal del autoencargo, etc.
DissenyCV: ¿Con qué se van a encontrar, en tu opinión, los estudiantes en el momento de terminar sus estudios e iniciar su andadura profesional? ¿Cuál es la situación actual del sector (y del mercado) para una profesional que se las ha visto de todos los colores?
Marisa Gallén: En mi opinión, se van a encontrar con que ni mucho menos han acabado de formarse, en parte porque la enseñanza del diseño da escaso valor a la formación intelectual del alumno y porque la formación es un work in progress que no tiene fin. Para ser un buen profesional hay que estar muy bien preparado. Diseñar bien sólo es posible si se dispone de un nutrido banco de datos, fruto de las experiencias: de lo vivido, de lo aprendido, de lo trabajado. El fruto de la formación intelectual aporta el bagaje necesario para interpretar los códigos de la sociedad en la que vivimos y nos adiestra a intuir lo que puede llegar a ocurrir.
Por otro lado, se van a encontrar con un mercado muy competitivo en el que las empresas solicitan diseño, saben que es necesario pero ponen a disposición del diseño pocos recursos, algunas porque no los tienen y otras porque se ha instalado la creencia de que todo se tiene que abaratar. Hemos de luchar contra esta tendencia a devaluar nuestros honorarios y la mejor forma de convencer al cliente de que se trata de una inversión rentable es argumentar con rigor cada proyecto para que interiorice que el diseño aporta valor a su empresa, que no es un gasto sino una inversión.