Osaka, Hong Kong y Estambul, entre los nuevos puntos de distribución continuistas con el trabajo de Jaime Hayón.
Lladró, histórica firma valenciana de porcelana artística, cerrará el año 2014 sumando ocho aperturas internacionales. Todas ellas responden a una nueva generación de tiendas de Lladró, situadas en los mejores distritos comerciales de los principales destinos del mundo.
Tras las recientes inauguraciones en la isla caribeña de St. Martin, Guatemala y Panamá, la red de tiendas Lladró se ampliará próximamente con nuevos establecimientos en la isla de St. Thomas, en Miami y en Beverly Hills.
Por otra parte, a las nuevas aperturas en Osaka, Hong Kong y Estambul, este mes de diciembre se añadirá un nuevo punto de venta en Teherán. De este modo, Asia se consolida como otro de los enclaves destacados de la firma española en el mundo.
Estas nuevas boutiques son parte de la expansión que la marca viene reforzando desde que en 2012 se instalara en el nº 500 de la avenida Madison de Nueva York —uno de sus buques insignia internacionales— y, un año más tarde, aterrizara en Oriente Medio abriendo en Dubái. Los recién estrenados espacios Lladró en todo el mundo se suman a una red de distribución que cuenta con cerca de 1.000 puntos de venta repartidos en los cinco continentes. Una red de la que cabe destacar el valor de los distribuidores que vienen apoyando a la marca desde el inicio.
El diseño de las nuevas boutiques responde a la visión creativa, con un carácter único y distintivo, basado en el predominio del color blanco y las formas curvas, concebido en colaboración con el diseñador español Jaime Hayon, que viene colaborando con la firma desde hace casi una década.
“El concepto de interiorismo se basa en la idea de crear un espacio donde encontrarse a gusto, donde la vista disfrute deteniéndose en los detalles y, en definitiva, donde dejarse cautivar. Con un lenguaje orgánico y moderno, el diseño de nuestras tiendas busca albergar cualquier tipo, forma y color de escultura, dando visibilidad a las características particulares de cada pieza. Un espacio donde la diferencia en tipologías y cromatismos no compiten, sino que cada una resalta dentro del espacio que las acoge. La simplicidad de los elementos expositivos crea una plataforma donde la diversidad no resulta en ruido sino que se ofrece a cada pieza su espacio y aire”, explica Rosa Lladró, presidenta de la compañía.