Charlamos con Martínez Torán, comisario de la muestra que se exhibe en el Centro del carmen y responsable del Centro de Estudios José Martínez-Medina (UPV)
Paco Ballester
Fotografías de Michelle García
Disseny Comunitat Valenciana (DissenyCV): ¿De qué manera surge la oportunidad de celebrar esta exposición?
Manuel Martínez Torán (MMT): La exposición se va haciendo posible después de 10 años trabajando en la figura de este diseñador; los primeros dan lugar a una publicación («José Martínez-Medina: Diseño de Muebles e Interiores » publicada por Alfons el Magnanim, Valencia, 2009), gracias a Román de la Calle, que junto al fallecido Carlos Pérez se interesan desde el MUVIM por hacer una exposición. Tras el proyecto y su aprobación por parte de la Diputación de Valencia, se desarrollan los acontecimientos conocidos (n. de la r.: la polémica que afectó a Román de la Calle en el año 2010) y se trunca su realización. Hasta el momento presente, entremedio, hay una intentona de propuesta diferente elevada al área cultural del Ayuntamiento de Valencia (2011) que no sigue adelante por falta de financiación, en la que me apoyé con Nadadora y Dídac Ballester, y que no me cabe duda retomaremos. Junto a Teresa Alapont, gestora cultural y restauradora de muebles, retomamos la idea y la presentamos a Felipe Garín, que la propone al consejo científico que decide sobre las exposiciones a desarrollar anualmente y en Junio 2012 se aprueba el proyecto que conocéis y que queríamos hacer coincidir con la Valencia Disseny Week de 2013. Al cambiar las fechas, decidimos hacer coincidir la inauguración en Febrero de este año.
DissenyCV: ¿Cuáles son los principales valores de la exposición?
MMT: El principal valor es que, desde el carácter retrospectivo de la muestra, podamos analizar en la figura de José Martínez-Medina (n. de la r.: en adelante, JMM) acontecimientos presentes y futuros, desde una perspectiva de diseño, y más en los momentos que nos toca vivir. Por ello, ver a una empresa vinculada estrechamente al diseño, que supo salir adelante volviendo de Cuba, pasando la Guerra, en medio de la autarquía, saliendo de la crisis del 70, superando los relevos generacionales y manteniendo el negocio en estos años, me parece importante señalarlo como elemento de reflexión.
Luego, también tenemos varios valores a señalar:
El valor de la innovación: Creer que el diseño es algo nuevo, de hace dos días (los años 80), es erróneo. El diseño tiene unas bases (siglo XIX) y unos fundamentos en medio de una tierra que maltrata a sus creadores y a sus empresarios emprendedores con meninfotisme, que no ha ayudado en nada a conocer su trayectoria y su pasado como sucede en el resto de la Europa culta. Gracias a que hemos conseguido en algunos casos preservar ese pasado y ser constantes pensando en el futuro, hemos descubierto en JMM una persona verdaderamente adelantada a su época, con una capacidad de observación y visión de futuro que todo diseñador debe cultivar.
El formar a las generaciones, actuales y futuras, de diseñadores y empresarios, con la finalidad de encontrar referentes cercanos y modelos (modestos) en nuestra periferia, donde las actitudes, el compromiso, el esfuerzo, etc. fueron formas de actuar, donde la profesionalidad, la cercanía personal, el oficio por hacer las cosas bien, el espíritu de emprender e innovar asumiendo riesgos, etc. creo que son, en medio de las raíces del problema social que vivimos, buenas aportaciones para nosotros y los más jóvenes. Alrededor de JMM no había burbujas, y junto a lo que el oficio de diseñador exige (descubrir, idear, dibujar, prototipar, verificar), creo que nos pueden ayudar mucho.
Los recuerdos: Tanto para las personas mayores (de la Comunitat Valenciana sobre todo) que han “convivido” con sus diseños, pues se me ha acercado de forma anónima mucha gente, hablando de su marca y de sus muebles como una experiencia positiva, reconfortante; también para los que no tuvimos esa experiencia, sobretodo los más jóvenes, porque es importante que la sociedad conozca lo que hay detrás de un diseño y que no quede sólo en la fachada, como algo puramente estético. El proceso creativo y constructivo de un diseño es tan intenso, que va más allá de lo que vemos o pretendemos comunicar. Por ello, qué mejor que hacerlo a través de una persona con tantas facetas personales y profesionales.
DissenyCV: ¿Cuál ha sido la principal dificultad a la hora de afrontar y comisariar esta exposición?
MMT: Personalmente ha sido poder hacer un ejercicio de síntesis, aunque como veréis el espacio es grande. Por un lado por sus múltiples facetas (en las que se estructura el discurso de la exposición), no te sabría decir cuál de ellas más desarrollada, porque era un diseñador de una producción enorme. Lo digo porque lo conocí ya hace más de 20 años (1990) y ya tenía una trayectoria de diseño de más de 40 años de experiencia y trabajo constante. Además es innumerable la cantidad de proyectos que conservamos gracias al valor que el propio JMM tenía hacia su trabajo y su incansable manera de vivir pensando en el diseño de las cosas (de ahí parte la idea del título de la exposición)
DissenyCV: ¿Era necesario o valioso el reivindicar la figura de José Martínez-Medina a través de esta exposición?
MMT: No querría ser petulante al afirmarlo. Lo único que puedo decir es que conocer en vida a JMM (unos 15 años antes de fallecer), ayudó mucho a transmitir su trabajo en esta exposición. Creo que no he encontrado a nadie que me hablara mal ni con despecho de él. Todo lo contrario. Desde sus trabajadores, colaboradores, distribuidores, colegas de diseño e interiorismo, hasta clientes suyos, admiraban, no sólo sus dominios profesionales, sino su afable personalidad siempre cercana y atenta a la opinión de los demás, coincidiera o no con ellos, sobre su visión de futuro y del interés por estar muy informado sobre los nuevos acontecimientos culturales, sociales y económicos alrededor del diseño que sucedían, sobre todo fuera de España. Yo mismo admiraba su capacidad de transmitir ideas, de dominar el espacio visual, la experiencia técnica, la habilidad de dibujar lo que uno piensa, y la pasión que nos falta a muchos a la hora de crear y creer en lo que uno hace. Yo creo que es plenamente actual reivindicar a un profesional de estas características como referencia, y de cercanía.
DissenyCV: ¿Cuál es la principal aportación al diseño que destacaría en la trayectoria de Martínez-Medina?
MMT: Creo que permitió (junto a sus hermanos primero y luego en solitario) ver el diseño en la empresa como un instrumento de trabajo integrador (necesidades consumidor-productor), de diferenciación, de colaboración, mucho antes que nadie (en los años 60 ya subcontrataba diseñadores y tenía un equipo interno con grandes cualidades técnicas y creativas), y que ya conocía a partir de la positiva relación que mantuvo su padre en los años 30 con artistas y decoradores. El ser pionero en trabajar con tecnología en España, introducir junto con sus hermanos (con el apoyo de firmas italianas) la inyección de gomaespuma (para tapizado) y la introducción del control numérico (la fabricación de muebles seriados). La experimentación realizada con los materiales (gracias a sus conocimiento de ebanistería en el taller desde los 14 años), le hace trabajar sin miedo, asumiendo riesgos, con materiales distintos, como los plásticos. El poder viajar con la intención de conocer lo que se hacía fuera, desde su experiencia con Gustavo Pulitzer y con Arflex (con los directivos de Pirelli, Marco Zanuso, Cini Boeri y Franco Albini, iniciado en 1956) hasta sus reuniones ya jubilado, en el estudio de Richard Sapper, pasando desde los años 60 hasta finales de los 90, por Osvaldo Borsani (diseñador y fundador de Tecno), Poul Cadovius (sistema Cado, Dinamarca), Paul McCobb (sistema Planner Group, EEUU), el señor Shumann (empresario que en París todo diseño que impulsaba se vendía), Giulio Capellini (la firma que distribuyó en su última época), etc. Otra cosa es su mirada al ámbito nacional con personas como Paco Muñoz, quizás el interiorista más relevante de España en el siglo XX (pendiente de estudio), Javier Carvajal (el arquitecto del pabellón español en Nueva York, 1964, profesor en la Escuela de Madrid) o personas como Bargalló, fundamental para entender el interiorismo más contemporáneo desde la Cataluña de los años 60, con los que mantuvo amistad permanente más allá de las relaciones meramente profesionales.
Continúa en: «José Martínez-Medina, diseñando una vida». Entrevista con Manuel Martínez Torán (II)