El diseñador e interiorista interviene en la primera jornada del Foro de Arquitectura de Cevisama.
El Foro de Arquitectura y Diseño de CEVISAMA ha acogido hoy la ponencia del prestigioso interiorista de origen sevillano Fernando Salas titulada «Alternativas. Diferentes formas de concebir un interior».
El trabajo de Fernando Salas en materia de interiorismo se caracteriza por los interiores limpios, atemporales, espacios que, proyectados algunos hace más de 30 años, siguen teniendo plena vigencia. Tal como ha manifestado Salas, en el interiorismo el tiempo propone cambios pero fundamentalmente en los materiales, no en lo conceptual, en los usos y las formas.
Con más de 50 años en la profesión, sus primeros trabajos los realizó en el Mercat de Balmes. Según ha recordado, los espacios de su niñez, en esos recuerdos en blanco y negro, uno empieza a tener conciencia de lo que son los espacios. En aquellos años –década de los 50- el interiorismo sólo tenía razón de ser en la medida que servía para soportar un producto pero no para seducir al consumidor de ese producto. Después, en los sesenta, el interiorismo se abre al color, a la música, a la actividad.
En el trabajo del interiorista, Fernando Salas ha afirmado que la inspiración es vital y que ésta se puede encontrar en infinidad de cosas, por ejemplo en los espacios abandonados, por los que él siente verdadera fascinación. En ellos ha podido encontrar muchos ejemplos en los que la dejadez y la ruina son un valor de primera magnitud. Puentes, estaciones de tren abandonadas, imágenes de Chernobyl –ciudad fantasma que el tiempo y la tragedia han congelado-, componen entornos maravillosos en los que puede brotar la inspiración.
Fernando Salas también ha incidido en las sensaciones que siempre le ha provocado la arquitectura, en la atracción por observar los distintos elementos arquitectónicos. Para él ha sido muy importante fijarse en obras de referencia como la antigua terminal de la Twa en el Aeropuerto Kennedy de Nueva York, un espacio emblemático y cargado de referencias que después han seguido arquitectos de gran prestigio como el propio Calatrava.
Otro aspecto fundamental en su trabajo es la coherencia. El interiorista debe ser coherente consigo mismo y su percepción de los espacios frente a cualquier elemento externo al proceso creativo –económico, incluso el propio cliente- que pudiera interferir en el desarrollo de su trabajo y las ideas que de manera intrínseca forman parte de su manera personal de ver las cosas. Hoy más que nunca, en una situación económica global en la que todo se vende, el interiorista debe ser íntegro y fiel a sus principios.
Fernando Salas también ha hecho un recorrido por sus obras con la finalidad de determinar si realmente su trabajo refleja las ideas que ha ido desgranando a lo largo de la charla. Las instalaciones de las Bodegas Vega Sicilia (Valladolid), el Café-concierto El Molino (Barcelona), Hotel Gran Domine Bilbao, o las tiendas Custo, son algunos de sus trabajos de interiorismo más significativos.