Escif: «Quemar una cabeza no es el proyecto que presentamos hace dos años»

Publicamos, por su interés, una carta remitida por Escif, el autor de la Falla del Ayuntamiento 2020, sobre la decisión de convertir su proyecto en la Falla Municipal de este año.

Proyecto de La Meditadora, de Escif. Foto; José Bravo.

«Una cabeza sin cuerpo»

Sorprendido ante la nueva de que los restos de La Meditadora se presentarán como Falla Municipal de este año 2021 y, visto que he tenido que enterarme de esta noticia por la prensa, me ha parecido oportuno escribir esta nota con la que poder dar a conocer mi opinión al respecto.

El proyecto de La Meditadora se vio interpelado por el estado de alarma.

Ante la inesperada situación de la crisis del Covid, el Ayuntamiento de Valencia decidió quemar, a puerta cerrada, el cuerpo de La Meditadora, dejando huérfana la parte alta del monumento. La Meditadora no pudo terminar de montarse. Se quedó a medias. Cuerpo y mente quedaron separadas. Afortunadamente su mensaje trascendió la forma, llegando al corazón de muchísima gente, ocupando portadas de los principales medios del mundo, inundando las redes con mensajes de paz y esperanza. Todo pasa todo el rato. El Universo es cambio y movimiento. También esta crisis mundial pasará. Paciencia.

Los restos del monumento, la cabeza y los hombros, quedaron atrapados en un tinglado del puerto, abandonados al devenir de una realidad completamente imprevisible. La cabeza y los hombros no son La Meditadora. Son las ruinas de un proyecto, las brasas que resistieron, el recuerdo de lo acontecido. La Meditadora abandonó su cuerpo el día que éste fue incinerado.

Este año 2021, en la plaza del Ayuntamiento, no tendremos nuestra falla. No. No se planta La Meditadora. Si un fragmento, una  alusión, un mausoleo. Es un acto simbólico, pero no es una falla.

Ojalá esta cabeza, que resistió la pandemia, siga catalizando el mismo sentimiento de paz y esperanza. Ojalá La Meditadora se recuerde meditando y no como una cabeza cortada, cual trofeo de Perseo. Ojalá toda esta crisis nos permita concederle a la cultura el inmenso valor social que tiene como base de todo lo que somos, pero sobre todo, como cimientos de lo que queremos ser.

Quemar la cabeza de una mujer en la plaza del Ayuntamiento no es el proyecto que presentamos hace dos años. No. No es La Meditadora. Es el recuerdo simbólico de una falla, ya histórica, que se quedó sin plantar.