Entrevista con Luis León y Alvaro León, responsables del Equipo Sopa, autores de la gráfica de «Arde Madrid» y «El tiempo después».
Texto: Tomás Gorria
El pasado fin de semana, coincidiendo con la celebración de la gala de los Premios Goya, y con el objetivo de reivindicar en estos premios la posibilidad de una categoría específica dedicada al diseño gráfico en carteles y títulos de crédito, lanzamos a través de nuestras redes sociales una votación para elegir el mejor cartel de 2018. Hicimos, a ciegas, sin conocer la autoría de los carteles, una preselección de 10 propuestas y el “podio” fue el siguiente:
1.- Cartel de “Arde Madrid”, de Paco León, con 52 votos
2.- Cartel de “El tiempo después”, de José Luis Cuerda, con 39 votos
3.- Cartel de “”Memorias de un hombre en pijama”, con 35 votos
Cuando buscamos el origen y la autoría de estos carteles nos topamos con la sorpresa de que de la preselección que hicimos, 3 de los carteles eran del estudio Equipo Sopa (Arde Madrid, El tiempo después y Félix) y que los dos primeros puestos correspondían a propuestas salidas de este estudio.
Así que buscamos (no fue fácil, una línea de texto en los títulos de crédito de «Arde Madrid») a los autores de los carteles y les hicimos una entrevista, que publicamos a continuación. Al aparato, Luis León (director estratégico de Sopa) y Álvaro León (director creativo). Equipo Sopa es también el responsable del diseño y la estrategia de marca de producciones como Félix (que acabo en cuarta posición en nuestro ranking), Cómo matar a un padre, la Peste, Carmina o Revienta, Kiki
DissenyCV: ¿Qué es el equipo Sopa?
Luis León: Antes que nada queríamos felicitaros por la iniciativa y comentaros que estamos muy contentos de que nuestras propuestas hayan gustado de modo tan especial a vuestros lectores. Equipo Sopa es un equipo creativo con sede en Sevilla y Madrid que esta especializado en la conceptualización y diseño de marca, haciendo marcas de todo tipo desde 2005 en el ámbito de la creatividad e innovación cultural. En en los últimos tiempos nos han encargado varias marcas del campo de la ficción audiovisual, de cine y de series.
DissenyCV: Se da la circunstancia de que en el “premio” simbólico que hemos organizado hicimos a ciegas, sin conocer la autoría de los mismos, una preselección de 10 carteles, y entre ellos aparecían 3 trabajos de vuestra agencia…
Alvaro León: La verdad es que nos gusta mucho esto que comentas, y además que no hayáis identificado la autoría del diseño, los carteles que seleccionasteis son muy diferentes entre si.
DissenyCV: Os acopláis al universo creativo de cada director…
Luis León: Es de lo que se trata. Nuestro trabajo es intentar traducir el lenguaje propio de la obra autoral en un código visual que sea capaz de trascenderla y que sea entendida en otros contextos. Construir, a través de la gráfica pero también de mil piezas y de puntos de contacto que existen, un universo simbólico particular que lo hagan identificable con la película, o la serie, convertida en una marca, como la de Arde Madrid.
Álvaro Léon: En el ejemplo de Arde, tiene mucho sentido que haya un reconocimiento de una línea propia, en esos términos, en lo que tiene que ver con Paco León, con su manera de ver el cine. Paco León, en este caso, debe sentir cómo suya, la marca y su desarrollo visual y la campaña no esta prostituyendo su obra, sino que es el lenguaje de Arde, de su propio proyecto.
DissenyCV: Entonces es un trabajo conjunto con el director, no?
Luis León: Totalmente. Una obra de ficción audiovisual es, o debería ser, un proyecto transdisciplinar, una especie de juego en el que jugamos todos por igual, desde aquellos que trabajan en los aspectos más estrictamente relacionados con la producción de la serie o la película, hasta los que trabajan en la campaña, en comunicación o en la parte gráfica.
DissenyCV: Pero parece que es un trabajo, el de la parte de diseño gráfico de una producción, que no estaba suficientemente valorado, al menos en las premios de las academias…
Álvaro León: En el trabajo en que nosotros nos sentimos más especializados, el de la construcción del universo de marca. Se da la paradoja de que cuando está bien construida, como en Carmina o Revienta, o en Arde Paris, resulta bastante transparente al usuario en el sentido de que forma parte de manera intrínseca del propio producto. Y a nivel profesional, el reconocimiento se da en los mismos ámbitos que cualquier trabajo de marca de cualquier producto. En este tipo de premios, se entiende la obra artística en conjunto.
Luis León: Nosotros trabajamos en la promoción y en la construcción de un universo visual de marca de una serie o una película antes de que sea consumida, por lo que de algún modo, nuestro trabajo condiciona la manera en la que se va a ver ese producto, de algún el espectador ya tiene alguna idea de como va a ser el mundo simbólico de la película. Si se establecieran unos premios para reconocer la importancia de todo este trabajo, que es ciertamente desconocida, no sé si la formula seria la de “el mejor cartel”, porque sólo es un fragmento de un trabajo más global. Más allá de que un cartel sea más o menos bonito, lo importante es de qué manera está condicionando la expectativa del espectador, y eso es una cuestión más compleja. En el caso de crear una categoría específica en los Goya o en los Óscar, creo que debería plantearse de una manera más global, en el sentido del trabajo del universo de la marca. Lo que si me parece interesante de lo que estas planteando es tomarlo como una propuesta didáctica, dirigida a la propia curiosidad del publico de saber hasta que punto del resultado artístico de una peli tiene también que ver con el proceso de creación de los niveles simbólicos, pero también del universo gráfico, de un universo de marca.
DissenyCV: Hablando concretamente de los carteles de cine, podríamos decir que es bastante convencional, muy tipificado y vosotros aplicáis cierta originalidad y frescura a los carteles y la identidad gráfica de una película, como en el caso de Arde Madrid, o en el de El tiempo después.
Álvaro León: Nosotros tenemos la ventaja de que nos encargan productos que tienen la voluntad de ser singulares, con una identidad muy marcada, y esa voluntad también hemos de traducirla en su comunicación. En la mayoría de productos cinematográficos, que apuestan por una comunicación más convencional, es precisamente lo que se busca. En una sala de cine donde se proyectan varias películas, los carteles expuestos en las carteleras (que pueden verse como los lineales en unos grandes almacenes) sirven para identificar el producto, por eso los códigos son tan estereotipados. El mundo de la gráfica del cine esta hipercodificado, a nivel cromático, tipográfico, compositivo. Si usas una determinada tipografía o una paleta cromática ya defines si la película es familiar o es de terror, si es una comedia o tiene una voluntad épica. En este sentido es diferente el mercado del cine, de las salas de cine, al mercado de las series, por las diferentes maneras de presentar el producto. Incluso también ha cambiado el panorama en los últimos años, por el auge de las plataformas y porque esta cambiando la manera de ver el cine. Hay mucha más oferta y hay que, a través de la gráfica y el trabajo de marca, poder personalizar tu producto, como se hace en cualquier otro ámbito de la comunicación gráfica o publicitaria.
DissenyCV: Vuestro trabajo está muy ligado al trabajo de Paco León…
Álvaro León: Afortunadamente. A nosotros nos llamó Paco en Sevilla para diseñar el cartel de su primera película (nos conocía de nuestro trabajo anterior en el diseño y desarrollo de marcas) y tuvimos la suerte de que nos permitiera no sólo hacer el cartel sino de abordar el proyecto de la misma manera como lo hacíamos con otras marcas, construyendo una marca que va a tener su propio lenguaje y que va a tener muchas patas, integrándonos en el proyecto y haciéndolo nuestro. Y ahora, en los proyectos en los que trabajamos con Paco (que es un caso bastante especial por su propia personalidad y generosidad) nos integramos desde el primer momento, colaborando con la dirección artística, o participando en la construcción de la paleta cromática, porque es una decisión que trascienden a la propia producción audiovisual, como en el caso de Arde Madrid en el que se tomó la decisión de rodarla en blanco y negro y como esa opción tambén determinaba la propia estrategia de identidad visual de la serie.