Revista digital alicantina con la ilustración como elemento clave.
Disseny Comunitat Valenciana (en adelante, DCV): ¿Cuándo y de qué manera surge la revista?
Octavio Ferrero (en adelante, O.F.): Hace cuatro años decidimos crear un espacio en el que pudiésemos compartir el trabajo de creadores más y menos cercanos. Internet era una herramienta útil con la que podíamos trabajar sin límites. Así, actualmente, desde Ibi estamos llegando a lectores de infinidad de lugares, mostrando el trabajo de autores de todo el mundo. Una prueba de ello es el Premio Opticks Plumier de relato ilustrado que convocamos anualmente y al que se presentan cientos de trabajos de medio mundo.
DCV: ¿En qué ha evolucionado a lo largo de estos 14 números?
O.F.: Opticks Magazine nació con el propósito de hacer coincidir a autores de relevancia con otros que aún no eran conocidos pero que atesoraban una indudable calidad. Todo ello, sin ningún objetivo comercial (seguimos con la norma en la actualidad), razón por la que la inversión en la web y el contenido de la revista se ha ido haciendo a base de trabajo, tiempo y esfuerzo.
Si se repasan los primeros números y después se vuelve a los cuatro o cinco últimos ejemplares de la revista es evidente la evolución que ha habido. Hemos mejorado en la maquetación y hemos conseguido establecer una línea muy personal tanto en forma como en contenido. Ciertamente hemos aprendido mucho y sin lugar a dudas ha sido gracias a todos los autores que durante este tiempo han participado en nuestro proyecto.
DCV: ¿Con qué criterios se seleccionan los contenidos?
O.F.: Como decía, la línea es muy personal y el criterio es el de crear un lugar de reunión entre autores que en la actualidad destacan y aquellos que aún están por hacerlo. Son muchos los trabajos y las propuestas que llegan a nuestra revista, aunque también salimos a buscar lo que nos llama la atención.
DCV: ¿Por qué usar la ilustración en portadas y no optar por una portada al uso, empleando el diseño gráfico o la fotografía?
O.F.: Si algo sabíamos desde un principio es que la ilustración iba a ser uno de los pilares en los que se sustentara la revista. La portada debía ser un reflejo de esta idea. Personalmente me apasiona el dibujo, disfruto con él.
Para cada número proponemos un leitmotiv. A partir de ahí todas las decisiones son del ilustrador. Los ilustradores que dibujan nuestras portadas eligen incluso la tipografía, también del nombre de la revista. Nos vamos transportando a las distintas ideas y motivos por los que viajamos en cada número y con cada autor. Son un regalo del que disfrutamos con cada nueva revisión. Es magnífico, sin duda, haber elegido la ilustración como fórmula de dar la cara.
DCV: ¿Se publica únicamente en formato digital? En caso afirmativo, ¿vais a dar el salto al papel?
O.F.: Publicamos únicamente en formato digital. No descartamos el papel en algún otro proyecto en el que nos embarquemos, pero definitivamente Opticks Magazine nació con este formato y esa es su esencia. No creo que el salto al papel deba ser una norma, un signo de progreso a mejor. Sin embargo, nos encanta el papel, y por ello publicamos el año pasado junto a Edicions de Ponent el libro “Relatos Ilustrados Opticks”. El tacto de un libro es insustituible, pero en el caso de Opticks creo que no es un paso necesario.