El diseñador valenciano lleva hasta la cita italiana creaciones para Gandía Blasco, MadLab y Nomess Copenhagen.
Diferentes proyectos del diseñador valenciano Borja García pueden verse actualmente en el Salón Internacional del Mueble de Milán. García vuelve a colaborar en esta ocasión para empresas próximas, como es el caso de GAN y Gandía Blasco, y amplía su espectro de firmas con diseños para firmas internacionales como Nomess Copenhagen. Para esta última compañía, creada en 2007 por Suzzane Potts, García ha ideado una percha que resuelve las funciones propias de un entorno contract tan severo y, a veces, agresivo como es el hotel, solucionando el tradicional e incómodo sistema anti-hurto con una nueva geometría más cercana y humana. Un objeto para demostrar que estética y función no tienen significados contrarios sino paralelos.
Para Gandía Blasco, Borja García amplía la colección Stack, sin perder de vista la filosofía primigenia. La ligereza tanto física como visual de este sistema de sillas pretende ser una declaración de intenciones. Una búsqueda de la armonía, de la honestidad y de la discreción sencilla. Stack es una colección de mobiliario de exterior apilable inspirada en el mundo náutico y con reminiscencias estilísticas de los años 60-70. La estructura clara y sincera configura unas piezas elementales, equilibradas y sumamente livianas gracias a los materiales y al concepto formal que rige toda la colección. Sobre el cuerpo de aluminio extruído se coloca un elemento de tejido auto-portante, una innovación dentro de Gandia Blasco, logrando una construcción sencilla de gran ligereza y confort. El resultado es un sistema de piezas dotado de atributos para resolver tanto grandes instalaciones de contract como pequeñas actuaciones residenciales.
En la colección Raw, creada para GAN, los materiales crudos y naturales se conciben como lienzo inicial sobre el que dibujar el proyecto. Sobre esta base sincera se coloca un sustrato de lana que aporta la calidez y cercanía que García desea transmitir. La importancia del proceso y la frescura de la geometría permeable que se origina, actualiza un material eminentemente tradicional como el yute. El espacio Gan Raw establece un vínculo entre producto y arquitectura y permite un diálogo entre interior y exterior vistiendo el espacio de transición.
Por último, García define la colección Motormood, creada para MadLab, como un conjunto de signos, símbolos o formas icónicas: objetos cargados de mensaje y con historia de lugares lejanos. Una colección de pequeñas piezas de locomoción, en fresno y nogal, que nos transporta a nuestro pequeño yo.