Tomás Gorria. El 9 de octubre de 1989 nacía la primera Radiotelevisión pública valenciana, con un flamante logotipo en el que el juego gráfico del 9 (nou, número y nou de nuevo) constituía su característica gráfica predominante. Una ceja azul sobre el dígito rojo con la contraforma en amarillo, conformaba una metáfora del ojo con los colores de la senyera que definía el Estatut d’Autonomia aprobado en 1982. La tipografía utilizada en la construcción del logotipo era Futura (el texto de RadioTelevisión Valenciana), aunque la que se utilizó como base para desarollar el 9 era Kabel Black. Los autores del logotipo y su desarrollo corporativo fueron Ramón Pérez Colomer y Paco Escobar, diseñadores gráficos que trabajaban en la agencia Delvico Bates, ganadora del concurso público que se convocó a tal efecto. Previamente se convocó un concurso popular para la creación del naming, resultando ganadora la propuesta Canal 9.
En 2008 se planteó un rediseño del logotipo de Canal 9, junto con el de Punt 2 (antiguo segundo canal de televisión de Radiotelevisió Valenciana) y el del resto de medios de RTVV. En esta ocasión hubo un concurso cerrado y el encargo fue realizado por José Vicente Paredes Cosme para la agencia CrespoGomar. En un principio la idea era realizar un restyling y dotar de interactividad al logo, aunque más tarde el propio equipo de grafistas de Canal 9 desarrolló la propuesta con el resultado de una marca no rupturista con la original y en la que primaba la importancia del logo como «mosca» identificativa del Canal, que por otra parte conservaba su nombre.
Canal 9, sin 9 y sin Canal
El último capitulo de esta historia se desarrolló la pasada semana. La Televisión Pública Valenciana, con la pretensión de redefinir su modelo empresarial y televisivo, presentó un nuevo diseño de su imagen corporativa. Esta vez, motivado por motivos económicos, según argumentó Rosa Vidal, la nueva directora del Ente, se recurrió a los grafistas de la empresa (de un total de 24, en la actualidad, tan solo quedan 4).
En esta ocasión se ha optado por un cambio radical, decididamente rupturista con la imagen anterior. Se ha eliminado el dígito 9, se ha cambiado el color corporativo por el azul, incluso se ha cambiado la denominación de la empresa, pasándose a llamar NOU. Tres letras, que simbolizan las tres provincias valencianas y una imagen que pretende evocar transparencia y mediterraneidad. Las reacciones no se han hecho esperar, la mayoría disconformes con el cambio gráfico (vease aquí las opiniones de Xavi Calvo, Modesto Granados y Pedro Gonzaléz), pero también con el procedimiento, que debería haber contado con la participación del colectivo de diseñadores gráficos valencianos.
En líneas generales, las críticas de los diseñadores valencianos se han centrado en aspectos como la escasa legibilidad de la marca, la dificultad de su aplicación en diferentes formatos (incluída la célebre mosca) o la falta de continuidad con la identidad gráfica de canal 9. También se ha destacado la similitud del logo con otras propuestas, como la de una discoteca valenciana o el logo de Google Play.
Opiniones aparte, parece claro que el nuevo logo no ha sido muy bien recibido por los grafistas especializados en televisión consultados por DissenyCV o por los diseñadores gráficos valencianos. Tampoco parece muy convincente la argumentación esgrimida por Rosa Vidal cuando destaca el escaso presupuesto del proyecto. Una decisión de esa importancia, que va más allá de una decisión de una empresa privada y que tiene que tener un sentido de servicio público no debería haber tenido un desarrollo tan apresurado y tan poco profesional. Todo indica que han primado las prisas por ofrecer una nueva imagen para la radiotelevisión pública valenciana que aleje los fantasmas del ERE y de una gestión pasada (¿y presente?) muy alejada de lo que debería ser un medio de comunicación público y democrático.