La fotógrafa presenta esta tarde y hasta el 23 de mayo, su nuevo trabajo, «Welt».
Nacida en Orihuela, Tatjana Schlöer, por motivos familiares, ha sido un culo inquieto (entre otros lugares, ha vivido en Hong kong, Jakarta, Alemania o Filipinas), aunque ahora, madre de dos hijas, se encuentra asentada en Valencia, aunque se resiste a no viajar y pasa los veranos en Nueva Escocia, Canadá.
Pese a que en sus inicios estudió Etnología y Artes Gráficas, pronto continuó por el camino del diseño de moda, trabajando varios años en Alemania como Ilustradora. Más tarde, descubrió la fotografía, influenciada, entre otros autores, por Julian Baron y Ricardo Cases, mediante la que explora el mundo de la infancia.
Según sus propias palabras, Tatjana presenta en Zink, «Welt», un trabajo «acerca de las preguntas, los miedos, los fantasmas, los monstruos, los héroes y los silencios que existen en las vidas de seres que comienzan a ser personas. Es una serie de instantes donde se muestra la continuidad entre el mundo interior y el exterior, entre lo que se comprende y lo que se fabula, entre lo que se comparte y lo que se experimenta en soledad. Es un trabajo sobre los límites de lo imaginario, sobre los fantasmas, la fortaleza, la incertidumbre, las promesas, la inseguridad y la aventura. Una reflexión acerca de la fragilidad sobre la que construimos el mundo adulto».