Un proyecto que recupera e integra los elementos originales escondidos en una anterior reforma.
Texto: Paco Sanchis
Fotografía: Vicente Pascual
Actualmente se están realizando reformas de viviendas en edificios de principios del siglo XX, ubicadas en barrios emblemáticos de la ciudad de valència, con el único objetivo de dar salida a estos inmuebles. Es el caso de esta vivienda que fue sometida a una «limpieza de cara» de escaso interés y que ocultó algunos de los valores arquitectónicos tradicionales más importantes, y que además no la adaptaba a la normativa y modos de vida de hoy en día. El antiguo pavimento hidráulico, a base de preciosos dibujos geométricos tricolores se ocultó con un recubrimiento cerámico de escasa calidad y estética discutible, sin respeto por su valor histórico. La existencia de hasta tres estancias sin iluminación y ventilación directa, el baño exterior y la cocina, de dimensiones minúsculas, sumado a la excesiva compartimentación, hacía que su distribución no se ajustara a los estándares de vida actuales. Pero a pesar de estos aspectos la vivienda contaba con una serie de valores que había que recuperar y resaltar, como eran las antiguas carpinterías de madera, el pavimento hidráulico y la estructura de madera, o su gran luminosidad a pesar de estar en un entorno urbano como el barrio del Carmen.
Nueva distribución
La propiedad tenía claro cual era el objetivo del proyecto y el carácter que quería imprimir a la casa. Recuperar sus valores históricos y diferenciales así como conseguir una distribución actual y funcional. Por este motivo se redistribuyó la vivienda para conseguir un espacio continuo de gran interés que contiene el estar, comedor y la cocina, pero que a su vez también sirve de vestíbulo y lavadero, escondido tras una de esas carpinterías recuperadas. Se diseñaron dos dormitorios de la mayor dimensión posible, abiertos al patio interior de manzana y con armario empotrado en el que se reutilizaron también las puertas de madera y cristal originales de la casa, forrando interiormente con un papel con motivos geométricos y textura muy sutil. El baño se desplazó a la parte central de la vivienda, agrupado a espaldas del lavadero y con una distribución más funcional y liberando de esta manera la fachada al patio. La misma estrategia se siguió con la cocina, que se integró en el espacio delantero de la casa.
Recuperación de elementos esenciales
Para recuperar el carácter de la vivienda se eliminó el falso techo en toda la casa dejando a la vista las bóvedas y vigas de madera, que estaban en perfecto estado. Se decidió resaltar estas últimas contrastándolas con el blanco de las bóvedas. También se retiró el recubrimiento de yeso de la medianera en la zona del estar comedor para dejar desnudo el ladrillo caravista propio de estas construcciones de la época. Otro elemento que se decidió eliminar fue el pavimento cerámico colocado sobre el original. Con dificultad se pudo recuperar parte del pavimento hidráulico de la vivienda, que se volvió a colocar en las zonas húmedas, cocina y baño. El resto de la vivienda se pavimentó con un material noble, como es la madera, que no desmereciera de los valores históricos del resto de materiales pero que al mismo tiempo tuviera una presencia lo más neutra posible. Presencia muda que también se pretendió con el resto de paramentos, alisando las paredes y pintándolas en blanco para dar una mayor luminosidad a la casa. El contraste con las carpinterías recuperadas es otro elemento que imprime carácter a la vivienda.
Amueblamiento basado en ediciones limitadas de IKEA
En la decoración interior tuvo mucho que ver el trabajo de la propiedad en una de las empresas más potentes del sector, IKEA. El conocimiento de la gama de producto y sus colecciones de ediciones limitadas ha sido clave para terminar de dar vida a la casa. Colores cálidos, maderas, verdes y blancos en un mobiliario se integre perfectamente en la vivienda. Todos los muebles y la cocina son de la empresa sueca, pero seleccionados de tal manera que mantienen la luminosidad y la frescura de la vivienda sin restar importancia a la potencia de su arquitectura. Además, el amueblamiento y decoración con estas piezas refuerza el concepto de reforma de coste accesible que el arquitecto imprime en todos sus proyectos.
El resultado es una casa actual, funcional, estéticamente agradable y que recupera valores que no tienen las viviendas de obra nueva, que aportan un valor diferencial y le imprimen una carácter y personalidad únicos.
Arquitecto: Paco Sanchis Sampedro
Promotor: Matilde Iraola
Fotógrafo: Vicente Pascual