Viajero impenitente, amante de la fotografía y la tipografía urbana , el diseñador francés pasó por Diálogos 2013 para repasar su trayectoria profesional.
El diseñador francés y profesor de la Escuela Superior de Artes Gráficas de París (ESAG), Michel Bouvet repasó su trayectoria profesional durante la segunda jornada de los encuentros de diseño en la sede de Velluters de EASD. Bouvet comenzó brevemente hablando de su estudio, una antigua fábrica de pintura, en el que trabaja junto con otros tres profesionales.
Bouvet es reconocido de manera especial en su país de origen por su trabajo en el ámbito cultural. Como él mismo reconoció durante la conferencia, “existe una gran distancia en Francia entre los diseñadores que trabajan en el ámbito privado y aquellos que lo hacen en el público, especialmente en el hecho cultural”.
Gran viajero y amante de la fotografía, Bouvet es además, un amante de las tipografías populares y se mostró sorprendido de la amplia gama de tipografías observadas en la ciudad de Valencia. Bouvet destacó el carácter “eminentemente popular” de los carteles, ya que “van a ser vistos en una ciudad tan grande como París por miles y miles de personas”.
Dentro de los carteles mostrados a los asistentes destacaron los realizados para Les Gémeaux (en blanco y negro, con uso de la fotografía y empleando tipografías, en la mayoría de las ocasiones, artesanales), el teatro parisino La Pépinière y teatro Ecla (en los que Bouvet emplea ilustraciones coloristas, en contraposición de “el habitual gris parisino”) o la serie creada para la Ópera de Massy, de dimensiones de 8×6 y para los que Bouvet realiza entre 12 y 20 bocetos por cartel.
Bouvet tuvo tiempo de repasar algunos de sus antiguos carteles (entre los años 81 y 90) en los que se puede apreciar la experimentación en la composición gracias a la combinación de fotografía y nuevamente, el uso de tipografía artesanal. El uso del blanco y negro (ejemplificado en los carteles realizados para Les Gémeaux), surge a finales de los años 90, para, en el momento, en que, según Bouvet, “se comienza a emplear la fotografía de manera masiva en la creación de cartelería”, volver al empleo de ilustraciones, como en los modelos anteriormente mencionados.
Es curioso el hecho, admitido por el propio Bouvet, de no adquirir una plena confianza en su trabajo como ilustrador hasta los carteles creados para los Encuentros de Fotografía de Arles, en los que resulta chocante, dada su naturaleza, la ausencia de fotografía alguna en los afiches de las distintas ediciones. Para los carteles del festival de Arles, Bouvet realiza más de cien dibujos distintos antes de la elección final (carteles de 4×3) que se combina con tipografías creadas para la ocasión, como la denominada “Arlesian Bold”.