Álex Serrano vuelve a la carga con una entrevista al ilustrador y diseñador, que actualmente mantiene expo en librería Bartleby.
La librería valenciana Bartleby acoge hasta el 30 de septiembre una exposición que recoge los últimos trabajos del ilustrador y diseñador gráfico Elías Taño. Álex Serrano, dialoga a tres bandas con Taño y David Brieva, alma mater del local situado en el barrio de Russafa.
Texto: Álex Serrano
Fotografías: Paco Ballester
Álex Serrano: Siempre has mantenido una línea muy reivindicativa en todo lo que has hecho.
Elias Taño: Bueno, no con todo. Yo trabajo como diseñador gráfico, que al final es lo que me da de comer. Me autoexploto bastante para llegar a final de mes. No me considero ilustrador porque no vivo de esta profesión. Salvo algún encargo puntual. Eso me permite, por una parte, un cierto grado de independencia en tanto que un mercado editorial te encasille en una determinada región cómoda para ellos, y otra, la de poder decir lo que quiera sin ningún tapujo. El diseño es lo que me permite ganarme la vida dignamente. Porque es una necesidad la de este sistema capitalista que uno adorne y ponga cosas bonitas para que se vendan. En mi caso, por suerte o por desgracia, sólo trabajo para un cliente que es la Universidad de La Laguna (Tenerife). Tengo un convenio con ellos y llevo toda la gráfica de cursos, máster, talleres, charlas, así que dentro de lo que cabe no me genera mucho conflicto.
Álex Serrano: ¿Y cuál es ese punto de inflexión en el que empiezas a narrar mediante las ilustraciones?
Elías Taño: Bueno, nunca he hecho cómics largos, pero sí bastantes historias cortas. He colaborado en muchos fanzines, en proyectos de colegas. Y ahora estoy con dos proyectos de novela gráfica larga. Una de ciencia ficción y la otra es una biografía de Emilio Zapata, que me lo encargó un querido editor fallecido recientemente. En éste he querido darle un enfoque diferente al establecido en las biografías. Así que vinculé esta historia del personaje con el “zapatismo”. Lo vinculo pues con 1994, con la insurgencia zapatista en Chiapas. La idea es dar a entender qué era el “zapatismo”, no como la figura de un revolucionario, sino como un proyecto de revolución social mucho más amplio y profundo. Me interesa más lo que ha significado, lo que hizo ese grupo de personas en el sur de México. Me interesa cómo esa simiente que dejó Emiliano Zapata en la historia es recuperada por un movimiento social y político a finales del siglo XX: tierra, libertad, justicia…
Álex Serrano: En tu obra nunca te has centrado tanto en cada personaje sino en un conjunto de ellos, en una coral.
Elías Taño: Sí, en ese sentido me siento vinculado a los artistas que trabajan el arte político, como Beltrolt Brecht, donde en sus obras tampoco enmarcaba a sus personajes en una personalidad concreta. Sus personajes representan conceptos políticos.
La introspección de los personajes no me interesa tanto. No creo que las cosas que pasan por dentro a mis personajes tengan mucho interés para el lector. Prefiero la perspectiva social, donde uno hace uso de mecanismos para generar pensamiento crítico. No aspiro a cambiar el mundo con mis cómics e ilustraciones, sino más bien, a plantear preguntas, a poner en cuestión todo lo que nos impone la cultura hegemónica. Para mí esa es la diferencia básica entre el arte social y el arte político. El arte social te puede presentar un drama, pongamos por ejemplo “los refugiados”, donde hay ríos de tinta que reflejan el drama humano de gente que muere en el mar, en los campos, cuando no disparados a traición. El arte político, en cambio, es el que plantea otros interrogantes: ¿Por qué hay refugiados? ¿por qué están en las fronteras? ¿Por qué mueren? ¿Por qué no entran en Europa? ¿Quién es responsable? Yo trabajo más en esa línea, planteando cuestiones.
Álex Serrano: Este es un poco el enfoque de autores como Miguel Brieva, que mediante las ilustraciones, plantea preguntas también.
Elías Taño: Sí, pero Brieva es un genio de la sátira, con un sentido del humor infinito. En el prólogo de Santiago Alba Rico a la edición de “Dinero” (Revista de Poética Financiera e intercambio espiritual), apunta que lo único que hace el ilustrador es deformar, muy ligeramente, la realidad. Y eso, desde el humor, es tremendamente político, porque te hace pensar y dudar (cuestionar).
Álex Serrano: Hay una creciente carencia de este arte político en el mercado.
Elías Taño: Caída del muro, muerte de las ideologías, el final de la historia ¿Por qué? ¿Quién escribe la historia? La sociedad sigue estando endeudada y sobre explotada, la desigualdad de clases existe, la explotación está presente, la violencia de Estado es más lesiva que nunca. Cuando hay gente que se suicida por un desahucio, cuando hay familias en las que que si falta uno de los sueldos no pueden subsistir porque su nivel de endeudamiento es demasiado grande… Hay una violencia clara en este sistema capitalista hacia las personas. Y en mi trabajo, lo que intento, es reflexionar sobre estas cuestiones, e invitar a que más gente participe de este pensamiento crítico.
Álex Serrano: Sin embargo, en tu caso, no dejas de participar en las dinámicas de ese capitalismo, “embelleciéndolo”, en tu profesión como diseñador, ¿no?
Elías Taño: No. Procurar un oficio que me permita vivir en este sistema no es una forma de “participar en sus dinámicas”, sería hipócrita pensar así, pues una vez más se culpabiliza al trabajador de sostener a un sistema al que se opone: la explotación. Todas necesitamos trabajar para sobrevivir, pero no podemos obviar donde vivimos. Lo importante es tener conciencia de clase, apertura de miras y conocimiento de causa.
Álex Serrano: ¿Y a dónde te gustaría llegar con tu trabajo?
Elías Taño: Me gustaría dar color y juventud a la gráfica política. Hay unos cánones en el lenguaje visual asociados al pensamiento de izquierdas (rojo/negro, puños, cierta agresividad…) que me interesa cambiar. Es una búsqueda personal.
David Brieva: ¿Pero partes de esos referentes?
Elías Taño: Claro, porque parto de los buenos referentes que ha dado la gráfica política. Lo que creo también es que hay que seguir cambiándolos, renovándolos. ¿Si el mundo (aparentemente) ha cambiado, por qué no ahondar en un lenguaje gráfico acorde a la actualidad para seguir promoviendo ese espíritu rebelde y transgresor a través del arte político? No deberíamos seguir apelando a los mismos referentes una y otra vez.
Álex Serrano: Ahí está tu trabajo en en la campaña valenciana de Podemos, Compromís y Esquerra Unida.
Elías Taño: Tanto Tomás Gorria como yo jugamos a llenar de multitud, de todas las razas, sexos, edades y religiones la cartelería. Que al final se trata de lo que tendría que ser la política. La que se hace para una comunidad. Por eso me interesaba poner el acento en la gente, en las personas. Para ello incidimos en una gráfica amable, popular y llena de alegría. Huyendo de los tópicos que ya tenemos aborrecidos en las campañas electorales.
Álex Serrano: Hay mucho que hacer ahí.
Elías Taño: Claro, es responsabilidad de los que nos dedicamos a lo gráfico el acercarnos a la base, a lo popular, a la gente con la que queremos construir una sociedad mejor, un mundo mejor. En definitiva, y citando al Subcomandante Marcos: “un mundo donde quepan muchos mundos”.
David Brieva: A la hora de consumir ilustración, cómo lo haces, vas viendo en Internet, más a la vieja usanza de dejarte influir para incorporar cosas. ¿Estás muy al día?
Elías Taño: Sí, lo intento. Intento ver lo que se está haciendo y cómo resuelven los problemas distintos autores y autoras. Pero cada vez me siento más alejado del mundo editorial a la vieja usanza porque veo que hay muy poco riesgo en él, tanto gráfica como narrativamente. Últimamente he leído muchos cómics de los que se dicen “imprescindibles”, best-sellers y todo eso, y no me dicen nada. También entiendo por qué triunfan estas cosas: porque no comprometen a nada, no plantean ningún tipo de cuestión al lector. Y no digo que todo arte tenga que ser político, pero al menos, como decía Brect: “el arte si es bueno, es siempre entretenimiento”.
Álex Serrano: Todo se queda al final en una cuestión formal.
Elías Taño: Sí, tengo un amigo que es uno de los grandes talentos de este país, que no le acaban de sus cómics. Porque él hace un tipo de trabajo que no atiende a ninguna norma del mercado. Entonces, cuando estás fuera de eso, olvídate de estar en el mainstream, por mucho que tú quieras. Porque uno ahí está trabajando con un material y un pensamiento propio, que busca alejarse de la cultura hegemónica, y que prevalecerá en el futuro. Cuando el capitalismo se venga abajo…
David Brieva: Y aunque no venda, cada vez son más las editoriales pequeñitas que hacen cosas muy experimentales y apuestan por otros discursos. Pero al final son minoritarias.
Elías Taño: Claro, yo estoy hablando de editoriales más genéricas.
David Brieva: Pero tienes razón en que no todo el arte tiene que ser político, y de cualquier tipo, pero cuando se presenta la ocasión, o se utiliza como pretexto la política, en esas hay poca profundidad. O cuando aparece el elemento, no se trata. En contadas ocasiones. Hay como una idea de que al público no le va a llegar.
Elías Taño: Sí, supongo que hay un estigma muy fuerte hacia estos contenidos, que normalmente publican pequeños sellos editoriales, que reman contra viento y marea, para intentar promover un tipo de cultura que contradice a la imperante. Ya lo decía Gramsci y lo hemos comentado ya, se trata como sociedad de: “elaborar la propia concepción del mundo de una manera consciente y crítica”. Y esto, claro está, supone terrible oposición a la hegemonía cultural reinante, encauzada y controlada por intereses mercantilistas. De ahí que sea minoritario este tipo de manifestaciones en la literatura, cine, cómics…
Álex Serrano: Hablemos de tu exposición en la librería Bartleby: Preferiría no hacerlo.
Elías Taño: Muchos de los dibujos están sacados de mis cuadernos y carteles u otros encargos o simplemente hechas a placer. Casi todas las ilustraciones grandes tienen un tamaño original bastante más pequeño. Me gusta trabajar en formatos reducidos y luego exagerar el trazo hasta corromperlo, buscando esa “gráfica del error”. Soy de libreta A5.
Álex Serrano: Sin embargo, también has hecho murales.
Elías Taño: Sí, pero los murales intento tomármelos como si fueran un trozo de libreta. Por eso hago la línea muy gruesa y el personaje muy grande. Cada vez trato de eliminar más lo superfluo, el detalle gratuito, porque creo que eso no ayuda a la comprensión del mensaje. Además, la calle es un lienzo estupendo para las ideas políticas, aunque tristemente copado por la publicidad.
Álex Serrano: Prefieres que las cuestiones del planteamiento de la narración prevalezcan sobre el dibujo.
Elías Taño: Exacto. Pero también es verdad que no hago las cosas con un discurso explícito. Acostumbro a jugar con la simbología. Si te fijas, en todos mis murales hay un símbolo que se repite.
David Brieva: ¿Qué te parece una propuesta como Tenderete?
Elías Taño: Para mí es un lugar de encuentro que da pie a bucear en nuevas gráficas y estilos que normalmente no encuentras en librerías o en determinados espacios, está alejado de los circuitos más convencionales. Y yo creo que ahí está lo interesante. Es, al final, en lo underground donde están las raíces de lo que el “mercado” absorverá como tendencias en el futuro. Además, uno se encuentra con autores muy interesantes en el Tenderete, y fuera también, en festivales donde se da la misma infraestructura autogestionada, y eso le da al mismo tiempo un carácter político a la cuestión de hacer cómics en lo alternativo, que es el hecho de no depender de editoriales y mercaderes que trabajan con nuestras ilustraciones. Cosa que tampoco nos interesa por lo general. Quizá porque el precio para poder vivir de la “ilustración”, al menos para mi, es demasiado alto. No me interesa.
Prefiero seguir colaborando en fanzines e ir haciendo dibujos aquí y allá. Pero también me puedo ganar la vida de otra forma. Tampoco quiero profesionalizarme en el campo del diseño. La profesionalización, en muchos campos, como en el artístico, ha sido la punta de lanza de las políticas neoliberales. Se trata de mercantilizar y concebir como objetos de consumo cualquier tipo de manifestación artística, a lo que me opongo enérgicamente.
Me parece tan perverso todo esto como que en el mercado de la ilustración, por ejemplo, un álbum ilustrado o un cómic, no te lo paguen. Porque la editorial no lo hace. Te paga los derechos de explotación de la obra. Me resulta un sistema en el que finalmente el trabajador está asumiendo parte del riesgo del empresario, sin perspectiva de que vaya a haber una contraprestación por su trabajo (supeditada a la propia venta de la publicación). Obviamente, al tratarse de un sector profundamente precario, es difícil contradecir estas cuestiones (casi un tema tabú), y se necesitaría de una fuerza sindical muy potente para revertir este orden.
David Brieva: Eso es como si fueras un diseñador y por una mesa te pagaran al año, si aguanta. Y depende de las comidas que se hagan en la mesa, se paga un tanto por cien.
Elías Taño: Así de increíble está la cuestión de la ilustración. Por eso creo que estas leyes mercantiles habría que cambiarlas y/o eliminarlas.
David Brieva: ¿Qué lecturas le das a festivales como Tenderete, que han surgido a la contra de estas leyes, desde hace muy poquitos años?
Elías Taño: Creo que lo que ha hecho Tenderete posible ha sido una generación de dibujantes que ha nacido en el erial del mundo editorial de este país. Que ha comprendido también las razones de este mercado, y ha impulsado formas alternativas de gestión de sus publicaciones. El surgir de estos festivales, lo que pone de manifiesto es justamente eso: que hay otro mundo posible. Incluso en términos gráficos, no solamente políticos. Un libro infantil no tiene por que ser necesariamente blandito, por ejemplo. Hay mil formas de editar y encarar una obra. ¿Por qué han funcionado? Primero, porque es una reivindicación popular. Por otra parte, porque la comunidad lo ha acogido. Y esta última apreciación es algo que tengo muy presente en mi trabajo: la gente no es una masa inconsciente, o como mínimo, mucho más consciente que yo. Sabe distinguir un libro malo de uno bueno. Por eso creo que es enriquecedor un festival como Tenderete, y que las pequeñas editoriales apuesten por proyectos así de suicidas, comercialmente, sin aplicar las lógicas del mercado. Creo que es fundamental para la gente que se está formando en estos campos, tener espacios así, y seguir expandiendo estas redes de intercambio y creación entre todas.
Álex Serrano: Tu propuesta como editor en Arròs Negre también es una forma de establecer redes, ¿no?
David Brieva: Y siendo además un fanzine colaborativo.
Elías Taño: Claro, se trata de un intercambio muy rico. Y no lo hacemos para dar ese “paso para luego editar en editoriales”, puesto que la mayoría de nosotros no está necesariamente procurando ese fin. Si sucede, genial, pero no es la finalidad al participar en un fanzine. El fin es producir material gráfico, cada uno con sus intereses y cuestiones y formas de trabajar, distribuirlo y que llegue a la comunidad.
David Brieva: También porque es una manera de desmarcarse totalmente de las editoriales, y existe una libertad absoluta.
Elías Taño: Total, existe una libertad para poder hablar de lo que quieras, encuadernar las cosas como te de la gana, y además en contra de lo que mucha gente piensa, no tiene por qué ser deficitario. Autoeditarse tiene que ver con la autogestión. Es verdad que lo más probable es que no te hagas rico, pero sí que tu proyecto se pueda auto-financiar. Por ejemplo, un amigo hizo un fanzine que costaba 1€, y vendió mil. ¿Es deficitario ese proyecto? Todo lo contrario. Por últimas, como decía mi amigo Luis Demano: el fanzine es un estado espiritual. Es una cuestión que tiene que ver con tus principios, con querer hacer las cosas de forma diversa.
David Brieva: Cuéntanos tu relación con el teatro.
Elías Taño: Yo pertenezco al colectivo ATIROHECHO, donde hacemos teatro, murales, arte callejero, jornadas culturales, siempre relacionadas con la política. Y en cuanto al teatro, mi función básicamente es la de aportar una visión gráfica al mundo escénico. Por una parte con la cartelería, y luego en las obras en las que he participado. Se trata de un teatro político el de Atirohecho, por eso intento adaptar la gráfica del audiovisual a nuestra visión transformadora de la realidad. Integrando el mundo gráfico en el teatral. Al fin y al cabo, el teatro es un arte que reúne a todas las demás. Y más allá de si hacemos las obras mejor o peor, nuestra preocupación es que el teatro sea un encuentro de cultura popular y combativa. Hemos hecho todo lo posible para que la gente pase un rato entretenido, y se lleve alguna pregunta a casa. Intentamos no dar respuesta a las cosas, de forma que la gente pueda generar su propio discurso a través del hecho artístico.
David Brieva: ¿Qué obras estáis moviendo que se puedan ver?
Elías Taño: Ahora tenemos una itinerancia con “El mercado es más libre que tú”, que es la última propuesta, una obra de danza política con música en directo. Se trata de una denuncia contra el Tratado Transatlántico de Comercio e Inversión (TTIP, por sus siglas en inglés), y una reflexión sobre el capitalismo y las relaciones de poder en él. En los próximos meses hay una gira que visitará las ciudades de Aranjuez, Burgos, Torrelavega, Madrid, Sevilla e Ibiza, y el 5 de noviembre actuamos aquí en Valencia (Festival IETM, Sala Zircó). La idea, en definitiva, es generar pensamiento crítico a través de un arte contestatario e internacionalista.
David Brieva: Una de las ilustraciones que más buena acogida han tenido ha sido la de Durruti. ¿A qué es debido este mérito?
Elías Taño: Yo creo que es debido al propio Buenaventura Durruti, y a su mítica frase: “llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones”. No hay que olvidar que este país fue tremendamente anarcosindicalista hasta que el fascismo y luego la malograda “transición” lo enterraran en el olvido. Y aún así hay muchísima gente que reconoce esa gran proeza de la clase trabajadora, y cuyo ícono indiscutible es Durruti. Incluso en el Salón del Cómic de Barcelona, que no es el lugar más libertario precisamente, esa serigrafía ha sido un best-seller.
Álex Serrano: ¿Tiene que renovarse el imaginario de la izquierda?
Elías Taño: Totalmente. Sobre todo porque siempre ha sido vanguardia de lo gráfico. Nunca ha estado por detrás de la derecha. Conviene afrontar esos símbolos de la izquierda, desde otro punto, para hacer de él una herramienta de cambio, de agitación. ¿Qué es lo importante cuando uno hace política? ¿Embolsarte dinero, trabajar en la política institucional…?¿Que tus ideas sean las mejores? No. Para mí, lo importante de hacer política es llegar al pueblo. Si no hay comunidad con la que afrontar este diálogo, no hay política.
Yo quisiera que los artistas comprometidos comuniquen con las personas. Somos una suerte de privilegiados los que nos podemos dedicar a esto ¿por qué no lo hacemos todos y todas?. Decía Víctor Jara: “el hombre es un creador”. Cualquier persona es capaz de crear y tener ideas, y se conmueve, y tiene sensibilidad. Ahora bien, ¿quién tiene las oportunidades y quién no? Por ello siempre trabajo para el empoderamiento de las clases populares, porque creo en su capacidad imaginativa, su poder movilizador, creo en las posibilidades reales de un arte popular lejos de las élites.
Álex Serrano: ¿Y qué crees que es lo que más se teme?
Elías Taño: El arma más fuerte de los pueblos de Occidente, la que más se teme, es la opinión pública.
Álex Serrano: Hay más políticas de opinión pública y electoral, que reales.
Elías Taño: Por supuesto. Sobre todo aquí. Por eso me parece muy importante que la gráfica tenga ese poder de cuestionamiento del poder, porque el arte político siempre es un cuestionamiento necesario de las relaciones de poder. Los artistas gráficos tenemos la suerte de tener herramientas para hablar sobre eso gráficamente y crear opiniones contrapuestas a lo establecido.
Álex Serrano: ¿Hacia dónde se dirige Elías Taño?
Elías Taño: Ahora estoy ilustrando un poemario en catalán, de Miquel Albero, junto al que lo co-edito. También voy a editar e ilustrar un libro de reflexiones de un compañero nicaragüense, Fidel Ernesto. Y después terminar la edición de Arròs Negre #6, para publicar a finales de año. Y bueno, entretanto, algún cartel (KLS&Teletexto), un dibujo para una camiseta de la campaña #NoalTTIP, una ilustración para el Romancero Gitano, una portada de un revista “fictia” que verá la luz muy pronto en Valencia… y más cosas. Tengo mucho que trabajar, aunque… preferiría no hacerlo.
David Brieva: Tienes espíritu de Bartleby.
Elías Taño: Soy una de esas piezas que no sabe dónde ubicar el sistema. Pero bueno, ahí seguimos.