Diversas asociaciones denuncian la paralización del proceso que recuperaría un enclave de gran valor histórico y cultural en l’Horta Nord.
La antigua Fábrica de Seda Garín de Moncada, un edificio de carácter industrial de mediados del siglo XIX, es la joya de esta localidad de la comarca de l’Horta Nord. La colección que alberga está compuesta por unas 7.000 piezas entre maquinaria, espolines, herramientas, bocetos de finales del siglo XVIII, dibujos, cartones, y una amplia documentación, además de once valiosos telares Jacquard del siglo XIX, en los que trabajan y seguirán trabajando los operarios de Garín. Precisamente, que aún siga en funcionamiento al mantener los telares activos, es la mayor particularidad de este centro, lo que lo hace el único “museo” de la seda vivo de España.
Sin embargo, a pesar del gran valor histórico y etnológico del espacio, su proyecto de musealización no avanza. El que podría ser un recurso turístico y cultural de primera magnitud para Moncada, sigue estancado. Que se avance en el proyecto es lo que piden las asociaciones Círculo por la Defensa y Difusión del Patrimonio Cultural, la Asociación de Patrimonio Industrial Valenciano (APIVA) y la Plataforma d’Acció Patrimonial de l´Horta Nord.
En un comunicado conjunto, las tres asociaciones explican que lo primero que se tiene que hacer es declarar los fondos “colección museográfica”. En ese momento, la antigua fábrica Garín “podrá abrirse al público con un horario regulado e incluso con visitas guiadas para que su rica colección pase a convertirse en un verdadero reclamo turístico, que beneficiaría económicamente a Moncada. La puesta en marcha del Museo de la Seda atraería a los visitantes; su cercanía a Valencia y la fácil comunicación facilitaría esta conexión entre Moncada y Valencia, otro centro referente de la seda desde el siglo XV.
La antigua fábrica Garín es un conjunto considerado Patrimonio Industrial para estas asociaciones, pues cuenta con un gran valor histórico y social al formar parte, aún activa, de la historia industrial de Moncada y Valencia. Se trata de uno de los pocos conjuntos industriales que cuentan con parte de los edificios originales, maquinaria aún en funcionamiento y un impresionante archivo de empresa y de dibujos y muestras. La restauradora Arabella León ha inventariado ya casi 7.000 piezas. Cuenta con un gran valor tanto por el patrimonio mueble como por el patrimonio intangible que significa el saber hacer del trabajo de la seda, siendo posible ver en activo sus telares. En definitiva una joya industrial a la que se le debería dar el lugar que le corresponde como colección museográfica y museo.
Otra de las peticiones es que se incluya en la Ruta de la Seda, cuyas actividades están siendo programadas por la Generalitat Valenciana. Se trataría, sin duda, de una oportunidad única para relanzar el museo. En este sentido, el Secretario Autonómico de Turismo, Francesc Colomer, mostró su disposición a incluirlo en este proyecto que se desarrollará a partir del año próximo y cuyo objetivo es poner en valor el enorme patrimonio ligado a la seda y su comercio. El apoyo de Colomer supone un espaldarazo importante al proyecto museográfico de Moncada, pero para ser tenido en cuenta primero es necesario declarar los fondos “colección museográfica”, un trámite que tiene que impulsar el Ayuntamiento de la localidad para que pueda ser aprobado posteriormente por la Conselleria de Cultura. “Desconocemos el estado actual de estos trámites, pero parece que están paralizados” – explican las asociaciones – por lo que pedimos al Ayuntamiento que agilice los trámites porque no puede dejar pasar la oportunidad de la Ruta de la Seda”. Asimismo, también piden que se aceleren los trámites burocráticos para que la fábrica reciba los fondos de la Diputación de Valencia para acometer las obras de rehabilitación de las naves.
“Al ser un museo vivo, que sigue en activo porque se sigue tejiendo, quién lo visitara podría ver y aprender cómo se teje en un telar a la manera tradicional; esta particularidad posee un enorme atractivo que pondría en el mapa a Moncada, sin lugar a dudas. Además, sería visitado por los centros escolares para conocer y aprender todo lo relacionado con la seda, el oficio, las técnicas, las herramientas, y la fábrica, que siempre fue un motor económico y generador de empleo para la ciudad”, defienden las asociaciones.
Este apoyo a la conversión en Museo de la Seda viene de lejos. En este sentido se han manifestado instituciones como la Universitat de València (con especial apoyo de la Facultad de Geografía e Historia y el Departamento de Historia del Arte), la Universidad Politécnica de Valencia, Patrimonio Nacional o la Real Fábrica de Tapices de Madrid. Además, numerosos especialistas en seda, museos extranjeros e investigadores se han interesado por él. La clave es que la seda “siga siendo un elemento vivo de Moncada”, y para ello es necesario un “verdadero impulso al Museo y su inclusión en la Ruta de la Seda”.
Recordemos que el Colegio del Arte Mayor de la Seda, ubicado en el barrio de Velluters de Valencia y que en 2013 fue objeto de una subasta benéfica organizada por esta revista digital, se encuentra en trámites de rehabilitación gracias a la participación de la Fundación Hortensia Herrero.