Álex Serrano hablar con el ilustrador valenciano sobre su trayectoria pasada y momento actual, en el que destaca su colaboración con IVAM.
Álex Serrano: Sento, lo que más me sorprende es tu eclecticismo, la cantidad de campos en los que te has metido. ¿Qué te ha empujado a abordar cada uno?
Sento Llobell: Soy un tipo curioso. Y a veces, demasiado curioso, lo que me lleva a meterme de vez en cuando en jardines. En general, cualquier propuesta que me pueda venir de fuera, siempre me la tomo como un reto, cosa que me estimula, y claro, al final he acabado haciendo cosas difíciles, ajenas en muchas ocasiones a mi formación. Pero lo que de verdad me gusta es dibujar, que es a lo que me he dedicado desde el principio. Luego siempre acabo pensando que debería concentrarme más en los comics, pero no lo logro… es superior a mí.
Álex Serrano: Da la impresión de que más que dibujar, a ti lo que te gusta es narrar.
Sento Llobell: Exacto, ese es mi punto de partida, la historia a contar. Me preocupa sobre todo que se comprenda fácilmente el relato. Yo no sé si me divertiría haciendo cuadros abstractos… Que, ojo, lo admiro. Pero yo creo que no me divertiría con ese trabajo. Me considero un novelista gráfico, que mediante imágenes y palabras va contando toda la historia.
Álex Serrano: ¿Y qué es lo que te interesa contar?
Sento Llobell: Digamos que depende de temporadas y cuestiones personales. En este momento, estoy metido en la reivindicación de la memoria histórica, que es algo que siempre he defendido y creído. Con este proyecto llevo ya tres años. Lo próximo será más actual, más relacionado con la actividad política incluso. Pero de momento, lo dejo sin pretensiones.
Álex Serrano: Eres bastante impulsivo: Igual pasas del cómic a la ilustración, como montas un Gulliver.
Sento Llobell: Eso son cosas que te vienen, y cuando pasa el tren, piensas: ¿lo cojo o no lo cojo? Hasta que lo coges, y cuando lo coges piensas, ¡mecachis! ¡Me tendría que haber quedado en casa! Pero no, y al final uno opta por reconocerse mutable. Creo que son cosas que merecen la pena. Un Gulliver está muy bien. Tengo una obra de arte en el Google Maps. A ver cuántos lo pueden decir, ¿eh?
Álex Serrano: Recuerdo que de niño mis padres me llevaban a Gulliver. Pero creo que son muchos los jóvenes que tienen ese parque clavado en la memoria.
Sento Llobell: Fue bonito. Gracias a toda la gente que participó y a las circunstancias del momento, tenemos una escultura transitable en Valencia. Para que se den cosas así han de coincidir más de cuatro circunstancias por lo menos. Fíjate, es una obra de hace más de veinticinco años… de la que sigo estando muy orgulloso.
Álex Serrano: ¿Y en qué andas metido ahora?
Sento Llobell: Ahora estoy metido en lo mío, en la narrativa. Acabando el tercer libro de las memorias del Doctor Uriel. Algún día volveré a las Fallas, no ahora, porque las Fallas requieren una actividad física que ya me fatiga en exceso porque hay que trabajar días y días, ir y venir, y controlar muchos aspectos. A mí me interesan las Fallas en tanto en cuanto pueda participar en el taller, y hacerlo a la vez que lo hace el carpintero, escultor, etc. Si no me implico dentro del taller, no voy. Siempre me ha parecido que el trabajo del taller es una cosa muy clásica, muy bonita. Y a mí me gusta por eso, porque la Ciudad Fallera es un poco como una ciudad del Renacimiento, con talleres de un lado al otro, donde tú dices y el otro hace… Lo que más me gusta de la falla en sí es que se trata de una exposición en la calle, gratis, y además, con permiso para criticar.
Álex Serrano: Decía Ortifus que las fallas habían perdido su carácter crítico y se han acabado convirtiendo en simple espectáculo.
Sento Llobell: Efectivamente, pero ya te digo, como medio es ideal. Ahora, si vamos a la realidad de la falla, como entidad cultural, eso es otra cosa. Creo que tienen que evolucionar supongo que tratando de ser más independientes de la autoridad municipal y convertirse en una cosa más suelta, más festiva y que no tuviera todo el rollo de los pasacalles y demás, que lo que hace es alejar bastante la festividad y el arte.
Álex Serrano: Tengo curiosidad por cómo afectará el cambio de gobierno a las Fallas.
Sento Llobell: Imagino que para bien, porque los de Compromís, desde hace tiempo, tenían ideas claras sobre otro tipo de Fallas. La verdad es que ahí estoy esperanzado en que vengan unos años bonitos donde se vea un poquito más de crítica. Mira, por ejemplo, la última falla que hice fue «Infierno», en Na Jordana, y me lo pasé muy bien, porque hice todo lo que quise, y los del jurado se enfadaron bastante, así que supongo que lo hice bien, vamos.
Álex Serrano: Hablemos de la campaña que hiciste para el IVAM: “Amig@s del museo.” ¿Cuál fue tu punto de partida?
Sento Llobell: Bueno, me llamaron porque había un interés por parte del director de dar importancia a toda la parte “gráfica”, más allá de los grabados y la cantera de artistas quería incluir también la presencia del tebeo y las ilustraciones en el IVAM. Supongo que además de esto como soy mayor y tengo la barba blanca, el aspecto me da siempre “categoría”. En el IVAM me pedían una cosa muy fresca, se me ocurrió hacer una propuesta muy de tebeo de los años ochenta, en blanco y negro, y con esa humildad que tiene los medios de masas, de puro entretenimiento.
Álex Serrano: Esta campaña también la veo como una reivindicación del tebeo en las instituciones museísticas valencianas.
Sento Llobell: Claro, se trata de que Valencia sea lo que ya es. Somos una buena selección de dibujantes en esta ciudad. Muchas ciudades nos envidian.
Álex Serrano: ¿Cómo valoras tu obra, ahora con más edad y perspectiva?
Sento Llobell: Pues casi me remitiría a la primera respuesta que te he dado. Siempre he sido inquieto y curioso, y no he dejado de tirar de un lado para otro, aceptando muchos retos. Quizá eso me ha convertido en algo tan poliédrico y coherente. La coherencia aquí significa ser sincero con uno mismo, con las respuestas que uno se plantea, he tratado de adaptarme al estilo que cada proyecto me exigía.
Álex Serrano: ¿Cómo ves la situación del cómic en Valencia? ¿Crees que estamos en una “época dorada”, como afirman algunos?
Sento Llobell: Esperemos que no, porque la veo bastante pobretona. La época dorada será otra. Mira, hay muchas ganas, mucha gente, calidad y propuestas, y creo que tarde o temprano esto tendrá que florecer mejor. Siempre ha sido así, siempre hemos ido despacito, poco a poco, y yo supongo que irá a más. Podemos hablar de una «época dorada» referida a la cantidad de gente que hay con ganas de moverse y hacer cosas. Antes solo podías ver las propuestas artísticas en exposiciones y galerías de arte, en bibliotecas y museos. Pero ahora, con la multiplicación de contenido en Internet, somos mucho más sabios y debemos ser más exigentes con nuestro trabajo. Siempre que sepas gestionar la avalancha de trabajos magníficos que vuelan por la red.
Álex Serrano: Quizá por Internet, también se ha perdido el carácter, o el estilo, más local. Las influencias vienen de cualquier parte del mundo.
Sento Llobell: Claro, es un estilo mucho más internacional y la dinámica de internet también hace que las propuestas se quemen antes, lo cual puede ser un problema, porque al artista, al final, no le da tiempo a reflexionar sobre lo que está haciendo. De esta manera se tiende a seguir una moda, y a ir demasiado rápido, para mi gusto y el de muchos de los que nos dedicamos a esto.
Álex Serrano: ¿Cómo es tu relación con los artistas más jóvenes? ¿Notas esa brecha generacional en sus obras?
Sento Llobell: Desde luego, yo ya soy un señor mayor, que tiene una relación todo lo cerca que puede tener con una persona con la que mantiene una distancia -siempre empiezan hablando me de usted- de edad tan importante. Y sí, estoy al día viendo lo que hace la gente a través de las redes sociales o eventos como el de Tenderete. Además, imparto clases en la ESAT, y los alumnos, al final, me hacen no perder el contacto con la realidad. Me encanta por eso. Veo que puedo entenderme con ellos y que ellos pueden enseñarme a dar clases. De lo contrario, creo que mi trabajo sería excesivo, y llegaría a meterme en un cuarto, viviendo siempre con aire viciado. Y eso, al final, es peligroso, porque el hecho de no salir te puede acabar convirtiendo en un manierista, que dibujas a tu manera, pero eres incapaz de hacer otra cosa. Así que sí, está bien, me gusta tomar el contacto con los más jóvenes.
Álex Serrano: También vivimos en una época donde el diseño, la ilustración, el arte, etc. se tienden a confundir.
Sento Llobell: Cierto, y eso es debido a que una herramienta como la del ordenador es tan potente, que llega un momento que recibe un protagonismo excesivo. Es decir, que el ordenador es mucho más que una colección de pinceles. Digamos que la técnica parece demasiado importante en este momento, y no sé lo que pasará. Pero supongo que volveremos a saber quién es diseñador y quién ilustrador cuando dejemos de adorar tanto a esta máquina tan adorable, y a saber si queremos hacer un exquisito diseño o narrar, diciendo la verdad sin tapujos, porque es ahí dónde se ve quién es diseñador, quién narrador, etc. Lo natural parece que es buscar el mestizaje entre lo manual y la máquina. Nos encontramos, en esta época, con que vivimos en un mundo con demasiada técnica y muy poca narración, o eso me parece a mí. De hecho, en mis clases, son los alumnos los que más exigen profundizar en la narración. Estamos en constante movimiento, con lo que es el mercado, el mundo editorial y todo eso. Con lo cual, de poco sirve prepararse para algo cuando el tren que ibas a coger pasa tan rápido. Hay que buscar una formación mas fuerte que te permita mas tarde tener la capacidad de saltar de madero en madero, que es como yo he vivido mi vida profesional.
Álex Serrano: Por tu curiosidad, porque vivimos en un tiempo donde un curioso se lo pasaría bomba.
Sento Llobell: Exacto.
Álex Serrano: También está la cuestión de la lucha por una retribución justa.
Sento Llobell: Sí. Es una lucha que hay que hacerla desde las asociaciones profesionales . Nuestro trabajo es irregular en el tiempo y lleno de casuísticas extrañas pues depende del uso que el cliente vaya a hacer de tu dibujo. Mucha gente no es profesional, tiene otro trabajo y está en el mercado de una manera amateur. Son circunstancias que configuran un colectivo heterogéneo que tiene dificultades para profesionalizarse.
Álex Serrano: ¿Hacia dónde se dirige Sento Llobell ahora?
Sento Llobell: Pues ahora busco mejorar día a día mi forma de trabajo. Por ejemplo, he decidido que durante las mañanas apago el móvil, internet y todo, para preservar mi momento creativo. Pues ocurre que en cuanto abro un correo o un mensaje, me despierto de mi trabajo. La realidad me saca de mi película, pierdo la concentración y después me cuesta retomar el trabajo. Para mí es fundamental la concentración. La productividad está basada en la capacidad de concentración, me parece. Como te decía antes ahora me dirijo a cerrar mi tercer libro, y a disfrutar de la promoción de la trilogía del Doctor Uriel. Me apetece viajar de librería en librería. Y continuar con la experiencia que hemos comenzado Elena y yo, pues nos hemos independizado de las editoriales, y nos lo montamos por nuestra cuenta. Así que a ver por dónde nos lleva este camino. Espero que a una gozosa jubilación.