El diseñador catalán fue el encargado de cerrar la décima edición de los Diálogos de EASD.
El diseñador catalán Antoni Arola, responsable de Estudi Arola, se personó en la EASD para participar en Diálogos2013 a través de una charla en la que explicó su concepto del diseño a través de sus trabajos para iluminación, espacios efímeros y locales, y en la que comenzó reflexionando sobre su manera de entender el diseño.
Arola se vale de la luz y el color como ejes principales de buena parte de sus proyectos, herramientas mediante las que sugiere ideas y emociones. Para Arola, el diseño “sirve para generar belleza, y una vez cumplida esta función, la belleza debe generar conciencia”. Para Antoni Arola, en un espacio lo importante “es la atmósfera”, una atmósfera “que podemos controlar mediante la luz y el color casi por completo”.
Arola admitió que no le agrada “el trabajo al uso”. Admitió que mediante el esfuerzo exclusivo, el centrarse de modo total ante una hoja en blanco, no consigue los resultados que desea, y explicó al público su “técnica particular” a partir de un background alejado de moda pasajeras y que se basa en fotografías e imágenes que le agradan especialmente. “Cuando trabajo, no hago nada en particular, no pongo una atención concreta. Me olvido del proyecto, me distraigo y dejo que el azar intervenga”, admitió el propio Arola. “El resultado no surge de la razón sino de la intuición”, prosiguió el diseñador catalán, quien admitió que “se trata de trata de un proceso complicado aunque parezca sencillo”.
A continuación, Arola pasó a comentar ciertos aspectos de algunas de sus creaciones para iluminación, como la lámpara Moaré (Santa&Cole, 2003), “surgida de la visión de una bombilla situada en el centro de una sala rodeada por screens”; el modelo Leonardo (Santa&Cole, 2003), realizado gracias a las chapas de un carpintero encontradas en la calle. “Tras unos días observando la chapa, hice un ovillo para tirarlo de nuevo a la basura, y entonces me di cuenta que no había leído la principal cualidad del material: su flexibilidad”; la lámpara Cubrik (Santa&Cole, 2006), “un ejemplo más de que muchas de mis lámparas pueden ser manipuladas por el usuario”, o la luminaria BlancoWhite (Santa&Cole, 2011), sobre la que Arola afirma que el uso de la luz de LEDs “ha supuesto un nuevo paradigma”.
Posteriormente, Antoni Arola pasó a hablar de su trabajo para locales y espacios efímeros, sobre los que afirmó la importancia de continuar trabajando en maqueta, ya que según el diseñador catalán, “existen ciertas soluciones que surgen de la nada, que sólo son posibles mediante el uso de la maqueta”.
Arola terminó su intervención aludiendo a “la libertad y ausencia de prejuicios para crear”, ya que “los filtros que nos colocan o nosotros mismos nos ponemos encima sólo sirven para emular algo ya creado o crear con fecha de caducidad implícita”.
