Resumen de la conferencia sobre la creación de Citrus Spray, pronunciada por los dos estudios de diseño castellonenses en el ámbito de los encuentros de diseño en EASD.
Desde Castellón, el diseñador Alberto Arza (Papila Studio) con la colaboración de Jordi Olucha (Joanrojeski), acudieron a Diálogos2013 bajo el lema “Disseny sostenible”, para hablar acerca del Citrus Spray, un pulverizador diseñado para la empresa catalana de menaje fabricado en silicona Lékué. El propósito inicial de Arza y Olucha era el de convertir el cítrico en un envase natural, otorgando al usuario una sensación fresca. Para convertir este propósito en realidad, los dos diseñadores partieron de la conjunción de varias ideas básicas que plasmaron en distintos bocetos iniciales.
Estos bocetos, trabajados posteriormente desde el ámbito infográfico, resultaron en no menos de 15 prototipos distintos, fabricados en principio en un material que no era el que pensaban emplear a posteriori, debido a la necesidad de una mayor resistencia al ácido de los cítricos. Estos prototipos, de dos distintos tamaños (dato éste que se mantendría hasta el final del proceso de trabajo y posterior fabricación en serie) contaban con unos diminutos agujeros encargados de la labor de filtrar el zumo del cítrico, que se situaban por debajo del milímetro de diámetro, un aspecto que determinaría su viabilidad.
Entre los cambios efectuados durante el proceso de fabricación de los prototipados destacan la sustitución de los agujeros por ranuras y algunas diferencias en la hélice del molde. La elección del pulsador fue otra de las facetas más complicadas en la trayectoria del Citrus Spray, ya que se analizaron diversos factores, entre los que se encontraba la durabilidad (conseguir que no se obture) o resistencia en la pulsación.
Tras la obtención de un prototipo comprobado y definido, el siguiente paso para el estudio de Alberto Arza fue el contactar con un despacho de abogados especializado en patentes y marcas. Tras un estudio previo con la finalidad de comprobar fehacientemente que la herramienta de inserción (no el pulverizador, pues ya existía con anterioridad) no entraba en conflicto con otro producto, se procedió a patentar el dispositivo (en este punto cabe diferenciar entere la condición de “modelo de utilidad”, con una protección de diez años en el ámbito nacional y el de “patente”, con una duración internacional de 20 años, pese a que dependiendo del país se deba pagar una tasa anual) e iniciar los trámites para ponerse en contacto con las empresas interesadas en el producto.
Lékué fue, finalmente, la empresa que ha posibilitado que el proyecto de Papila Estudio se haya distribuido entre el gran público, con un color de fabricación coincidente con el corporativo de la empresa y un packaging en blister, que en opinión de los dos diseñadores, “funciona mejor que el de caja que teníamos pensado en un principio”.
Como bien afirman los diseñadores de Castellón, su labor no terminó en este punto, sino que prosiguió con la promoción del producto (que recibió el premio a la Innovación Tecnológica en Madrid Fusión) en distintos ámbitos, como la Valencia Disseny Week, por lo que la relación de Arza y Olucha con Citrus Spray se prolongó durante más de tres años desde el nacimiento de la idea.