Tomás Gorria.
El pasado domingo tuve el placer de moderar la mesa redonda que clausuraba el VI Congreso Internacional de Tipografía, en el que estaban presentes diversos representantes de colectivos responsables de iniciativas en las que la tipografía era la protagonista. Andreu Balius representaba a Lletraferits, posiblemente el decano de estos colectivos, un «encuentro lúdico-tipográfico» de un grupo inclasificable de alrededor de unas 35 personas que se reúnen anualmente desde 2005 y entre los que se encuentran algunos de los nombres más relevantes de la escena tipográfica nacional. Representando al colectivo Chulo Type (organizador del evento Typo Mad) se encontraba Pablo Gámez mientras que Iván Castro y Ferran Milán nos contaron como a través del colectivo Catalana de tipos se gestionaron las jornadas Ligaduras durante ocho años.
Durante la mesa redonda se explicaron las características de estos colectivos e incluso desde el público se presentaron otras similares (para los lectores valencianos, tomen nota de Cañas y tipos, un colectivo de jóvenes diseñadores de la Comunidad Valenciana -alguien les llamó cariñosamente los «cachorros del Congreso»- ). En el debate se constató la sorprendente evolución del interés de la tipografía en España de los últimos diez años (el Congreso de Tipografía de Valencia tiene mucho que ver en esto, obviamente), y desde la mesa se suscitó una expresión que es muy posible que tenga algún recorrido mediatico entre los medios de comunicación especializados en diseño: «la burbuja tipográfica».
Eventos como el Congreso Internacional de Tipografía (al que felicitamos por su estupenda edición de 2014, a pesar de todas las dificultades económicas y al que deseamos su continuidad en nuestra ciudad), la aparición de asignaturas sobre tipografía en los planes de estudio de las escuelas y facultades de diseño (aunque en el debate sobre este mismo tema del Congreso evidenciara lo mucho que falta por recorrer en este sentido), la popularización de software especializado en el diseño de fuentes que cada día facilita más la posibilidad de diseñar alfabetos) y la aparición de eventos y seminarios sobre tipografía parecen presagiar que efectivamente podemos estar en el inicio de esta eventual burbuja tipográfica.
Para avivar el debate hemos enviado una pequeña encuesta a diversas personalidades de la escena tipográfica española sobre la cuestión. Reseñamos aquí algunas de las respuestas.
Preguntas
1.- ¿Puede hablarse de una burbuja tipográfica en España?
2.- En caso de respuesta afirmativa, ¿esto es malo o bueno?
3.- ¿Crees España está al nivel tipográfico de países como Francia, Alemania, UK o EEUU?
Andreu Balius
Diseñador de tipos
www.typerepublic.com
1.- Yo no veo ninguna burbuja. Las cosas que ocurren (que son bastantes), ocurren por iniciativa e interés de las personas que las organizan, participan y asisten como público. No veo que sea algo provocado de manera artificial o especulativa.
2.- No me parece malo que ocurran cosas. Ojalá el panorama hubiese sido el mismo a finales de los ochenta.
3.- En calidad profesional, no me cabe la menor duda.
Damià Rotger
Diseñador de tipos
www.ductilct.com
1.- Estos últimos años ha habido una aumento en la actividad tipográfica: eventos, congresos, charlas, talleres, etc. Supongo que es un devenir natural y una consecuencia del trabajo en educación tipográfica. Hace unos años en España no había mucha actividad tipográfica debido a la desinformación de esta actividad. A medida que crece la información, y por tanto la educación (o viceversa), nace el interés por la materia. Y a más interés, más actividad. Y a más actividad, más volumen y peso de la burbuja. Pero hay que trabajar y estar atentos para que esta burbuja no sea sinónimo de pompa, ya que las pompas (como las de jabón) tienen unos segundos de duración y después estallan por sí solas.
2.- Es bueno. Un crecimiento en la actividad tipográfica siempre será bueno. Habrá que ver donde desemboca este crecimiento y, como digo, sobretodo estar atentos. Las pompas de jabón son utilizadas por los niños como elemento puramente lúdico y efímero,como un juego; pero también se utilizan para resolver problemas espaciales y de áreas de superficie por parte de los matemáticos. Pues ahí está la cuestión 🙂
3.- Dejando de lado los niveles tipográficos de otros países, sí podemos afirmar que España está en muy buen momento tipográfico. Los profesionales que de manera autodidacta empezaron hace más de 20 años (antes no había escuelas de especialización tipográfica) ahora están a unos niveles de excelencia tipográfica, de investigación, edición, etc. Profesionales que imparten las asignaturas de tipografía (en todos sus ámbitos) en las escuelas de diseño, másters, postgrados, talleres, etc. Las generaciones que hemos venido después, hemos tenido la suerte de poder sentir y alimentar el cosquilleo de la tipografía y de encontrar un clima de oxígeno vivo para especializarnos de manera completa, profunda y directa gracias a estos grandes de LA LETRA. Así que… La letra está más viva que nunca!!!!!!
Ángel Álvarez
Graphic Design — Typography
www.tipode.com
1.- En mi opinión sí que existe una burbuja tipográfica. Entendiendo burbuja como especulación y especulación como lo que es (en este caso segunda acepción). Con su parte buena y mala.
2.- Una burbuja no tiene que ser algo perjudicial por el simple hecho de existir. De hecho que hayan iniciativas es bueno. Que algo tenga presencia, siempre que sea real y sincera, es bueno. Luego está la cuestión de filtrar lo que realmente es válido o lo que le interesa a cada persona. Lo perjudicial puede llegar a ser el valor que se le pueda dar a cada iniciativa. En este sentido distinguiría entre iniciativas privadas e iniciativas públicas. Lo que sucede en el ámbito de lo público sí que debería estar vigilado y estar expuesto a la critica. Creo que debe existir una responsabilidad hacia la materia y hacia la sociedad. En lo privado que cada cual valore. En esta valoración (de lo privado), además de intereses particulares de cada uno, tiene mucho que ver los conocimientos del tema y ahora mismo hay muchos conceptos que se usan sin tener claros (tipografía, letras dibujadas, fuente, caligrafía…). Cuando aparece una burbuja aumenta la visibilidad y ser visible no es sinónimo de estar bien realizado. Una muestra es la «contaminación» existente en redes sociales que están consiguiendo distorsionar el valor de las cosas. Por ejemplo, y sin ser un experto en lettering y caligrafía, en estas disciplinas parece exagerado.
3. España no, algunos residentes en España sí. Para que un territorio adquiera un nivel no creo que baste solo con la calidad de algunos profesionales de un sector. También debe haber una implicación y compromiso del territorio (en cultura, educación, utilización…).
Juanjez
Diseñador de tipos
www.juanjez.com
1.- Hay interés por la tipografía, como parte de la vuelta a lo básico después de tanto interés por el diseño como tendencia o uso de herramienta informática a la última. Lo de que haya mucho pequeño evento tipográfico también tiene que ver con el estado de las cosas, un momento de crisis donde el «hazlo tú mismo porque nadie lo va a hacer por ti» está dando de sí propuestas mejores o peores, pero necesarias.
2.- Buenísimo. No entiendo porque los que se dedican a difundir la tipografía no están dando palmas con las orejas sin más en vez de pensar sobre que la lluvia cae para abajo. Además, que haya muchos eventos grandes que todos conocemos no quiere decir que no siga habiendo sitios donde no se hace nada y lo están deseando.
3.- No tengo la menor idea. Pero intuyo que estamos en el momento de tener Rafanadales, Santanas, Fernandoalonsos, y demás francotiradores estupendos, pero nos falta un montón para pasar de cuartos en el mundial sin despeinarnos.
Diego Obiol
Diseñador editorial
www.estiu.eu
1.- El término ‘burbuja’ me parece peyorativo. No creo que, a sabiendas de que hay un exceso de oferta, esto sea del todo negativo. Ni que sea el termino adecuado. Hay multitud de factores que han producido este auge. El tema de internet, como en todo, ha conllevado un exceso de visibilidad.
2. Todos hemos visto la producción reciente de nuestros colegas. Y sabemos distinguir perfectamente la calidad de la morralla. Burbuja, o exceso de oferta, no me parece mala la situación actual.
3.- Me resulta complicado pensar en «selecciones tipográficas». Un tipo argentino diseña tipos en Barcelona. Una pareja de catalanes diseña un tipo para el pueblo Sämi. Un diseñador de tipos catalán se esfuerza en conseguir una tipo que funcione con grafía árabe y occidental. Otro que vive en Menorca se pirra por las góticas… El mundo de la tipografía es ancho largo y hondo. Pasando de banderas.
Juan Agustín Marcano Torres
Tipógrafo y profesor de la Escuela de Arte San Telmo
1.- Yo diría que si, pero sólo en aspectos culturales y hasta creo que podríamos hablar de cierto «embelasamiento» o síndrome de Stendhal en cuanto a la tipografía como objeto. Por desgracia, es algo muy efímero pero que, como en el amor, produce una primera fase de efervescencia que se torna en cariño, comprensión y madurez con los años y el roce. Es la pasión de un amor de verano recién descubierto. Hay una expansión de eventos con la excusa de ésta pero son eventos de índole local y como mucho nacional, con la honrosa excepción del Congreso, que se autodefine como «internacional».
En el apartado de la producción, la estadística es proclive a afirmar la existencia de esa burbuja, pero el problema es que venimos de un panorama desolador, donde la creación de tipos y sus gentes eran un «rara avis» dentro del panorama del Diseño Gráfico nacional. Así, cualquier incremento por mínimo que sea, parece desorbitado pero no es tal, al menos a mi entender.
2.- No lo valoraría en esos términos ya que inducen a una cualificación engañosa. El conocimiento y la valoración de ciertas actividades ni son buenas ni son malas, son sólo eso, conocimiento. ¿Es malo el conocimiento?
3.- Con honrosas excepciones, no. Valoremos esta fase como el inicio de un proceso que, indefectiblemente, llevará a asentar esta práctica profesional en un plazo de tiempo que, esperemos, sea lo más breve posible. Estamos en la era de los pioneros y no sólo en la producción, sino en la elaboración de textos, en la reflexión, la búsqueda de nuestros orígenes y carencias y como no, la educación, que por suerte, empieza a dar síntomas de fortaleza después de años de raquitismo y pobreza.
Jordi Embodas
Diseñador de tipos
www.tipografies.com
1. No acabo de entender el concepto burbuja aplicado a la tipografía, lo tengo muy presente en inmobiliario como algo terrible con consecuencias fatales. Si lo asimilo como tendencia, creo que sí hay una corriente que potencia la tipografía, el lettering y la caligrafía dentro del diseño gráfico y el arte, como de dar importancia a estas disciplinas de base algo olvidadadas, tanto de forma como de concepto.
2. Si fuese burbuja, no podríamos atender tantos encargos, ni dejar de vender licencias, y eso no es así. Si es que a la gente le interesa y hay eventos alrededor, sí, claro, y es bueno para la gente y para la profesión, y sobretodo para los estudiantes que les interesa pero bueno, yo prefiero tener poco eventos de calidad que muchos superficiales.
3. Creo que para ser bueno hay que ser humilde, riguroso y autocrítico. Yo creo que estamos bien, mejor que en otras muchas cosas, pero hemos contruído esto sin muchos cimientos, no ha habido mucha tradición tipográfica o almenos no como en los países que nos comparamos. Así que te diría que quizá en resultados parecemos estar al nivel pero puede ser solo apariencia, no sé si de conocimiento, si la base es la misma, me atrevería a decir que nos falta un poco más de cultivo y de profundidad.
Roberto Gamonal
Investigador en Diseño y Tipografía
1.- Sí, en un sentido de efervescencia. Se están organizando muchas cosas en torno a la tipografía que antes no existían. Hace 20 años, esto antes era un «desierto» tipográficamente hablando.
2.- Siempre positivo, nunca negativo. Que haya actividades es bueno, cuantas más mejor. Ya se encargará el público de seleccionarlas bajo su propio criterio. Se dice también que la tipografía está de moda, pero es que lleva de moda más de cinco siglos. Siempre ha estado ahí.
3.- Creo que sí. Los profesionales de la tipografía están al nivel de los mejores. Quizá donde estamos un poco más flojos es en la enseñanza de tipografía (el eterno debate de Lletraferits).
Rodolfo Fernández Avarez
Diseñador gráfico
1. Hace tiempo que observo y llego a la conclusión que la tipografía es el reducto natural y «filosófico» de la misma razón de existencia del diseñador «gráfico», ante tanto ruido, era hora de distinguir el oficio y la disciplina de otras cosas. En este punto coincido con la opinión Andreu Balius y con Roberto Gamonal.
2. Si no es una burbuja es una explosión de creatividad e interés todo positivo. A esta altura el rigor técnico y la calidad de todo lo que involucra aunque pueda parecer una moda no lo es, en contraposición los resultados están a la vista. Las obras quedan atemporales como en la literatura, la música y la pintura seguirán existiendo por su propio valor.
3. Absolutamente no existen diferencias, quizás les sea más rentable en otros países y aquí haya mucho más sudor y esfuerzo individual con resultados económicos relativos.
Daniel Rodriguez
Universidad de Alicante
http://tipografiadigital.net/
1 y 2.- Yo creo que no, y me hace gracia que se utilice el término «burbuja», como si temiéramos que se pinchase de un momento a otro. Hay que disfrutar el momento de madurez al que hemos llegado después de tantos años, tantos proyectos personales, cursos y másteres, revistas, eventos y congresosLo que sucede es que hay mucho postureo, mucha gente que imita lo que ven en la red y han convertido la tipografía —y por extensión la letra— en tendencia. Entiendo por lo tanto que se hable de burbuja, pero pasarán los años y los amantes de las letras seguiremos al pie del cañón, y se seguirán haciendo tipos y conferencias. Los que ahora imitan las pizarras neoyorquinas sin haber hecho nunca una uncial o una carolina pasarán a imitar cualquier otra cosa hecha con alma por alguien con gusto; y si algún gurú insiste hasta puede que les acabe gustando la Comic Sans. Nuestro trabajo es conseguir que aprendan las bases y que encuentren su camino a base de práctica y duro trabajo; ahora es mucho más fácil gracias a internet.
3. Sin duda, no en cantidad —somos un país pobre y pequeño—pero sí en calidad; nuestros referentes no tienen nada que envidiar a los vecinos del norte y la prueba la tienes en la cantidad de premios recibidos y proyectos internacionales en los que están involucrados. La pregunta me inquieta: debemos quitarnos de una vez ese sentimiento de inferioridad que nos atenaza a los que nacimos de Pirineos para abajo: somos gente creativa, al nivel de cualquier otro país, sólo nos falta lanzarnos con el inglés y salir más de nuestra zona de confort.